significativo. Esta posibilidad no invalida ni la monitorización ni la
intervención terapéutica, sino que sólo indica que la vía monitorizada
no estaba localizada en un área de riesgo del procedimiento quirúrgico.
Debido a estos «falsos negativos» obligatorios, pocos estudios tratan
de la utilidad de este tipo de monitorización. Puesto que cada moda-
lidad de monitorización individual tiene sus propias limitaciones, este
tipo de abordaje requiere normalmente la presencia de un neurofisió-
logo dedicado a la interpretación y a la resolución de problemas.
Cirugía de la columna vertebral y de la
médula espinal (monitores: PESS, PEM, EMG)
La monitorización intraoperatoria de los PESS ha sido más utilizada
en pacientes que se someten a procedimientos quirúrgicos que afectan
a la columna vertebral, a la médula espinal, o a ambas. Se tiene una
gran experiencia con pacientes sometidos a laminectomías descom-
presivas o a procedimientos correctivos de escoliosis. Se han obser-
vado cambios intraoperatorios de los PESS en el 2,5 a 65% de los
pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos de la columna o de
la médula espina
l 128-131. Cuando estos cambios se revierten precoz-
mente, ya sea espontáneamente o bien mediante intervenciones del
cirujano o del anestesiólogo (p.ej.,reduciendo el grado de estiramiento
de la columna en una cirugía de escoliosis o aumentando la presión
sanguínea arterial), los pacientes presentan con mayor frecuencia una
función neurológica postoperatoria preservada. Sin embargo, cuando
estos cambios persistían, la frecuencia de un empeoramiento de la
función neurológica cuando estos pacientes despertaban era mayor.
Se han documentado resultados falsos negativos (raros) y
falsos positivos (frecuentes) durante la cirugía de columna. Pacien-
tes con unos PESS intactos a lo largo de todo el procedimiento se
han despertado con un nuevo déficit neurológico significativo,
aunque la incidencia total documentada de este hallazgo está muy
Monitorización neurológica
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Sección III
Control de la anestesia
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Figura 36-13
Localización intraoperatoria de la cisura rolándica que separa la corteza primaria sensitiva y motora. El ejemplo clínico es de un paciente con un
gran tumor parietal que se observa en el escáner. Se pueden ver dos de los registros obtenidos de una tira de cuatro contactos de electrodos subdurales. Las
posiciones relativas de la tira de electrodos están etiquetadas como B y A. En el registro A, la respuesta cortical primaria desde los electrodos por delante de
la cisura rolándica muestra una deflexión hacia arriba, mientras que la respuesta desde los electrodos posteriores a la cisura muestra una deflexión hacia
abajo. El movimiento hacia adelante de la tira de electrodos (registro B) moviliza este «cambio de fase» entre los electrodos 3 y 4.