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no resiste un examen basado en la evidencia, sobre todo debido a

la falta de datos. La inestabilidad en la colocación de la sonda y la

incapacidad para obtener señales en algunos pacientes también han

limitado el uso de esta monitorización intraoperatoria.

Oximetría cerebral y saturación de oxígeno venoso

yugular.

 Al igual que ocurre en el caso de la monitorización

EEG durante la DCP, se han comunicado múltiples casos y varias

series que abogan por el uso de la ECIR o la Syvo

2

como indicadores

de una perfusión cerebral adecuada durante la DC

P 168,169 .

Se ha

detectado la colocación incorrecta de las cánulas de DCP clínica-

mente y en los estudios de laboratorio. Una serie más reciente de

pacientes sometidos a DCP para cirugía de revascularización coro-

naria mostró que había una incidencia más alta de disfunción de

órganos principales y que los ingresos hospitalarios eran más pro-

longados en pacientes con valores basales e intraoperatorios de

saturación de oxígeno cerebral más bajos

170 .

No obstante, las cues-

tiones son las mismas para esta aplicación de la ECIR, y para el uso

de la ECIR durante la cirugía vascular carotídea. La utilización de

la ECIR durante la DCP, a pesar de que aporta información que no

es accesible de otro modo, no resiste un examen basado en la evi-

dencia, y se requiere mucho más trabajo de investigación antes de

poder recomendar la ECIR como un estándar de asistencia durante

la DCP.

La Syvo

2

es muy invasiva.Aunque los datos obtenidos de casos

documentados y los estudios sugieren que la Syvo

2

puede servir para

detectar un FSC inadecuado; la falta de datos pronósticos, la ausen-

cia de unas variables críticas claramente definidas a distintas tempe-

raturas durante la DCP, y la disponibilidad de otras modalidades no

invasivas (EEG y oximetría cerebral) han limitado el uso de este

método de monitorización durante la DCP. Sobre la base de la infor-

mación actual, ninguna técnica de monitorización neurológica, ya

sea aislada o combinada, resulta claramente útil a la hora de mejorar

el resultado durante una cirugía que requiera DCP. Hay que seguir

investigando antes de poder justificar el coste en personal y equipa-

miento que supone la monitorización neurológica durante la DCP.

Aplicaciones en cuidados intensivos

de la monitorización neurológica (monitores:

EEG, potenciales evocados, DTC, Syv

o

2

)

El daño producido de forma secundaria al SNC ha sido reconocido

en las últimas décadas como un importante factor de riesgo modi-

ficable en pacientes con patología del SNC. La hemorragia subarac-

noidea aneurismática, el ictus y el daño cerebral traumático son

ejemplos de lesiones del SNC en las que la lesión secundaria tiene

grandes implicaciones para el resultado funcional fina

l 171-173 .

Las

mismas enfermedades producen con frecuencia una lesión primaria

al SNC que limita gravemente la exploración neurológica clínica

debido a la necesidad de ventilación mecánica y sedación. Muchas

de las técnicas de monitorización neurológica que se han comentado

hasta ahora también se han utilizado en la unidad de cuidados

intensivos.No obstante, por lo general, las técnicas que requieren una

presencia continua de técnicos experimentados, como la monitori-

zación de potenciales evocados, son extremadamente caras y su valor

es menos práctico que el de las técnicas que pueden realizarse como

una exploración diaria, o técnicas que aporten datos fácilmente inte-

grables en el esquema de razonamiento de los cuidados intensivos.

Junto a la monitorización, algunas de estas técnicas también pueden

aportar información pronóstica importante en pacientes comatosos

y pueden servir para guiar la toma de decisiones.

Isquemia cerebral

La isquemia cerebral es una causa importante de daño secundario al

SNC. Se puede detectar fácilmente en pacientes que están comatosos

o bien sedados, aunque puede incluso producirse en el contexto de una

1264

Control de la anestesia

III

Figura 36-16

 Registro de un potencial de acción nervioso durante una exploración del plexo braquial. El lugar de la lesión del fascículo lateral se indica en

rojo

. Como se muestra en el

recuadro interior,

el cirujano coloca electrodos acodados a ambos lados de la parte expuesta del nervio. Si el daño se limita a una

axonotmesis, la estimulación proximal producirá un potencial de acción nervioso distal similar a los que se muestran en el registro de la derecha. El retraso en

la respuesta en el tercer registro se debe simplemente a un cambio en los parámetros técnicos.