los prematuros, que pueden perder una quinta parte de su produc-
ción de calor metabólico a través de la evaporación percutánea
49 .Unos sencillos cálculos termodinámicos y las mediciones clínicas
indican que sólo se pierden mínimas cantidades de calor por el
sistema respiratori
o 50. La evaporación en una herida quirúrgica
puede contribuir de forma sustancial a la pérdida total de calor
51 ,pero nunca se ha cuantificado en seres humanos.
Patrones de hipotermia intraoperatoria
La hipotermia durante la anestesia general se desarrolla con un
patrón característico. Hay una disminución inicial rápida de la
temperatura central, seguida por una lenta reducción lineal de la
misma. Por último, la temperatura central se estabiliza y permanece
casi sin cambios posteriores
( fig. 38-7). Cada parte de este patrón
típico tiene una etiología diferente.
Los anestésicos volátiles producen vasodilatación a través de
una acción periférica direct
a 52 .Aún más significativo es que también
inhiben la vasoconstricción tónica termorreguladora, lo que se
traduce en dilatación de las comunicaciones arteriovenosa
s 20-24. Sin
embargo, la vasodilatación inducida por anestésicos incrementa sólo
ligeramente la pérdida de calor cutáne
o 53 .Los anestésicos reducen
la tasa metabólica un 20-30
% 54. No obstante, incluso la combinación
de mayor pérdida y menor producción de calor es insuficiente para
explicar la reducción de 0,5-1,5 °C en la temperatura central que se
suele observar durante la primera hora de anestesia.
La clave para entender la disminución inicial de la tempera-
tura central está en darse cuenta de que el calor corporal no se
distribuye normalmente de manera uniforme. La temperatura
central representa sólo la mitad de la masa corporal (sobre todo el
tronco y la cabeza); el resto está generalmente 2-4 °C más frío. Este
gradiente de temperatura del centro a la periferia suele mantenerse
por la vasoconstricción tónica termorreguladora. Sin embargo, la
vasodilatación inducida por anestésicos permite que el calor central
fluya hacia la periferia. Esta redistribución del calor calienta los
brazos y las piernas, pero a expensas del centro
( figs. 38-8 y 38-9 ) 55 .La cuantía en que esa redistribución reduzca la temperatura central
depende del gradiente de temperatura central-periférica en el
momento de la inducción. A su vez, este gradiente depende del
1304
Control de la anestesia
III
Figura 38-7
La hipotermia durante la anestesia general se desarrolla con un
patrón característico. El descenso inicial rápido de la temperatura central se
debe a una redistribución del calor corporal desde el centro a la periferia. Esta
redistribución se sigue de una reducción lenta y lineal de la temperatura central,
consecuencia de una mayor pérdida de calor respecto a su producción.
Finalmente, la temperatura central se estabiliza y permanece casi sin cambios.
Esta fase de meseta puede ser un equilibrio estacionario térmico pasivo o podría
producirse cuando la hipotermia sea suficiente para activar la vasoconstricción
termorreguladora. Los resultados se presentan como medias±DE.
Figura 38-8
Dibujo que muestra la redistribución interna del
calor corporal tras la inducción de anestesia general. La
hipotermia tras la inducción de anestesia espinal o epidural se
produce de manera similar, pero la redistribución se restringe a
las piernas.