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la información térmica cutánea al sistema regulador central y, en

consecuencia, incrementa así el grado de hipotermia central tolerada.

Debido a que el conjunto de la superficie cutánea contribuye en un

20% al control termorregulado

r 5

y la parte inferior del cuerpo lo hace

en un 10

% 63 ,

es probable que el calentamiento de la piel sensible

compense sólo pequeñas reducciones de la temperatura central. Los

mismos fármacos que son eficaces para el temblor postanestésico

también son útiles para los escalofríos durante la anestesia regional;

estos fármacos son la meperidina (25mg por vía intravenosa [i.v.] o

epidural

) 78 ,

la clonidina (75

m

g i.v.

) 79 ,

la dexmedetomin

a 80 ,

la ketan-

serina (10mg i.v.

) 79

y el sulfato de magnesio (30mg/kg i.v.

) 81 .

Consecuencias de la hipotermia

intraoperatoria moderada

La hipotermia perianestésica produce complicaciones potencial-

mente graves, así como claros beneficios. Por ello, el control térmico

merece el mismo análisis reflexivo sobre los posibles riesgos y

beneficios que cualquier otra decisión terapéutica.

Beneficios

Una hipotermia de sólo 1-3 °C proporciona una protección sustan-

cial contra la isquemia y la hipoxia cerebrales en animale

s 82,83

. En un

primer momento, se pensó que la protección era consecuencia de

una reducción lineal aproximada del 8%/°C del metabolismo tisular.

Sin embargo, la eficacia de la hipotermia moderada excede en gran

medida la de tratamientos como el isoflurano a altas dosis o el coma

barbitúrico, que reducen de manera comparable la tasa metabólic

a 84 .

Estos datos sugieren que otros factores (p. ej., la menor liberación

de aminoácidos excitadores) explican la acción protectora de la

hipotermi

a 85 .

No hay motivos, propiamente dichos, para esperar que

la protección disminuya de forma lineal con la temperatura, y en los

animales parece que la mayor parte del beneficio total de la hipo-

termia moderada ocurre en los primeros dos grados.

Se ha demostrado en dos ocasiones que la hipotermia tera-

péuticamejoralosresultadosdelaparadacardíacaextrahospitalari

a 86,87

.

Por tanto, la inducción rápida de la hipotermia se está convirtiendo

en un procedimiento habitual en pacientes que se recuperan de una

parada y en recién nacidos con problemas de asfixi

a 88-90 .

La posible protección proporcionada por la hipotermia

moderada es tan grande que la reducción de la temperatura central

(es decir,

34 °C) se está utilizando cada vez más durante la neu-

rocirugía y otros procedimientos en los cuales se prevé isquemia

tisular. La dificultad estriba en que actualmente hay pocos datos

sobre resultados en seres humanos que sustenten esta extrapola-

ción a la práctica clínica a partir de estudios en animales. Además,

aún hay que establecer la temperatura de referencia apropiada para

el tratamiento hipotérmico en el ser humano.

Al principio se atribuyó a la hipotermia un efecto terapéu-

tico en los traumatismos cerebrales basándose en un análisis a

posteriori de un subgrupo de un estudio que no mostró beneficios

globales

91 .

Un ensayo posterior, más amplio y aleatorizado, no pudo

demostrar ningún beneficio global o en subgrupos, aunque la

interpretación de este estudio tenía ciertas limitaciones por serias

violaciones del protocolo en algunos paciente

s 92 .

Más reciente-

mente, la hipotermia se mostró beneficiosa en un estudio no alea-

torizado, aunque bastante convincente: el tratamiento hipotérmico

se asignó a pacientes con traumatismo cerebral y elevación de la

presión intracraneal refractaria al tratamiento convencional. A

pesar de estar más enfermos que los pacientes de la comparación

(cuya presión intracraneal era menor), los pacientes hipotérmicos

presentaron mejores resultado

s 93 .

En series no aleatorizadas de pequeño tamaño se ha pro-

puesto que la hipotermia leve podría mejorar la evolución del ictu

s 94 .

Se ha publicado una breve experiencia de viabilidad del tratamiento

del ictus mediante hipotermi

a 95 ,

pero en estos momentos esta indi-

cación no se está evaluando en estudios de mayor tamaño.

Si bien los estudios iniciales sobre viabilidad son alenta­

dore

s 95,96

, en un estudio de resultados ulterior de gran tamaño no

se pudo demostrar mejoría de la evolución mediante la hipotermia

terapéutica en pacientes sometidos a cirugía por una hemorragia

subaracnoide

a 97 .

Este resultado fue especialmente desalentador, ya

que la cirugía es una de las pocas ocasiones en las que se puede

instituir la hipotermia antes del inicio de la isquemia.

La protección de la hipotermia frente a la isquemia puede

extenderse a otros órganos. Por ejemplo, la hipotermia leve reduce

en gran medida el tamaño del infarto en cerdos de tamaño

human

o 98

y los datos obtenidos en un estudio preliminar en pacien-

tes son alentadore

s 99

, si bien un estudio de resultados ulterior de

mayor tamaño en pacientes no pudo demostrar un beneficio con-

vincente (datos no publicados).

Una limitación de la mayoría de los estudios sobre la hipo-

termia terapéutica es que el enfriamiento comenzó mucho después

que el daño isquémico, sin contar con que los pacientes tardaron

normalmente muchas horas en enfriarse. En consecuencia, es

posible que aún pudieran identificarse beneficios en estudios fu­

turos cuando la hipotermia se inicie antes y se utilicen los sistemas

para enfriar a los pacientes con más rapidez que se han desarro-

llado recientemente. En la

tabla 38-1

se enumeran los principales

estudios en los que se han evaluado los posibles beneficios de la

hipotermia perioperatoria.

Complicaciones

Una hipotermia moderada altera la coagulación. El factor principal

parece ser un defecto en la función plaquetaria inducido por el

frí

o 107

. Curiosamente, este defecto se relaciona con la temperatura

local, no con la central. En cambio, la temperatura de la herida está

determinada en gran medida por la temperatura central y será cla-

ramente superior en pacientes normotérmicos. Lo que quizá sea

igual de significativo es que la hipotermia altera de forma directa las

enzimas de la cascada de la coagulación, algo que no se manifiesta

durante la detección selectiva convencional de coagulación, porque

las pruebas se realizan a 37 °C. Sin embargo, cuando estas pruebas

se hacen a temperaturas hipotérmicas, el defecto se hace patent

e 108

.

De acuerdo con estas alteraciones in vitro, los ensayos clínicos

prospectivos y aleatorizados indican que la hipotermia moderada

incrementa de forma significativa la hemorragia durante la artro-

plastia de cadera y aumenta las necesidades de transfusión alogé-

nic

a 109

. De igual modo, en casi todos los estudios aleatorizados se

describe un aumento de la necesidad de transfusiones en los pacien-

tes hipotérmicos. En un metaanálisis se indica que la hipotermia

incrementa significativamente la pérdida de sangre y las necesidades

de transfusió

n 106

. El efecto del tratamiento es sustancial, ya que sólo

1 °C de hipotermia central aumenta ambos efectos en un 20%.

Las infecciones de las heridas están entre las complicaciones

graves más frecuentes de la anestesia y la cirugía en la medida en

que tal vez causen más morbilidad que todas las otras complica-

ciones anestésicas combinada

s 110 .

La hipotermia puede contribuir

a la infección de las heridas, tanto al afectar de forma directa la

función inmunitari

a 111

como al activar la vasoconstricción termo-

rreguladora, que a su vez disminuye el aporte de oxígeno a la

herid

a 112 .

Está bien demostrado que la fiebre es protectora y que las

infecciones se agravan al evitar su producción natura

l 113 .

De manera

1308

Control de la anestesia

III