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Control de la anestesia

III

utilizado con éxito en la situación «no se puede intubar, no se puede

ventilar» y cuando ha fracasado la ML. Se ha añadido una sonda de

drenaje gástrico en los modelos «Sonda» que funciona bie

n 31 .

Existen

además otros obturadores esofágicos diferentes.

Dispositivos periglóticos

Los dispositivos periglóticos forman un sello alrededor de la

laringe, normalmente gracias a un globo de taponamiento inflable.

La mayor parte de la experiencia clínica proviene del uso de dis-

positivos de la familia de la ML, por lo que únicamente describire-

mos detalladamente estos modelos más adelante. Esto no implica

que no resulten útiles otros dispositivos.

LaML original (conocida también como LMAc) se introdujo

en la práctica clínica en 1988 y se ha utilizado en más de 200 mi­

llones de pacientes. Todas las ML tienen tres componentes princi-

pales: mascarilla, tubo respiratorio y globo de taponamiento

inflable. La mascarilla tiene una cuenca rodeada de un globo de

taponamiento inflable que está diseñado para lograr un sello her-

mético de aire y de líquido alrededor de la laringe. El tubo respi-

ratorio tiene un conector estándar de 15mm.

Técnica

Las ML grandes pueden incrementar el riesgo de dolor de garganta

postoperatorio, pero consiguen un sellado de mejor calida

d 32

. Se

introduce a ciegas, por lo que su inserción debe hacerse con suavi-

da

d 33 .

Diferentes técnicas de inserción conseguirán una posición y

un funcionamiento aceptables en la mayoría de los pacientes. La

técnica desarrollada a lo largo de muchos años por Archie Brain (el

inventor)

( fig. 40-5

) es fiable, aunque no siempre resulta satisfactoria,

y en ocasiones se necesitan técnicas alternativas. Para introducir la

ML se recomienda colocar al paciente en la posición de «olfateo».

El propofol o el sevoflurano proporcionan buenas condiciones

para insertar una ML. La combinación proporciona condiciones par-

ticularmente buenas, con una incidencia baja de apnea o de movi-

mientodurante la introducció

n 34 .

Los opiáceos de acción corta facilitan

la inserción y mejoran la permeabilidad de las vías respiratoria

s 35 .

El

alfentanilo (10

m

g/kg) suprime la deglución, la tos, el reflejo nauseoso

y el laringoespasmo sin generar una apnea prolongada indebida­

mente.La administración intravenosa de lidocaína facilita la introduc-

ción de la ML y disminuye la incidencia de tos y de obstrucción

de las vías respiratorias. La inserción únicamente debería efectuarse

después de haber alcanzado un plano anestésico lo suficientemente

profundo,el cual se pone demanifiestopor la capacidadpara «subluxar

la mandíbula».La técnica recomendada implica el paso del dispositivo

a lo largo del paladar, deslizándolo después por la pared faríngea

posterior hasta notar que aumenta la resistencia, momento en el que

la punta debería caer dentro del esfínter esofágico superior. Esta ruta

debería disminuir el riesgo de desplazamiento de la epiglotis hacia

atrás. Las posiciones erróneas de la ML son menos probables si se

subluxa lamandíbula o se emplea la laringoscopia directa para facilitar

la inserción. La técnica facilitada por el laringoscopio ha tenido éxito

en los casos en los que ha fracasado la técnica convencional.

El tubo se libera una vez que se aprecia resistencia a la inser-

ción, y entonces se insufla aire en el globo de taponamiento. La insu-

flación hasta el volumen máximo recomendado genera una presión

alta en dicho globo y un funcionamiento subóptimo. Normalmente

se recomienda no insuflar el globo por encima de una presión de

60cmH

2

O. El tubo se conecta al circuito de anestesia y comienza a

realizarse una ventilación manual suave. Es en este momento cuando

se realizan las comprobaciones iniciales del funcionamiento de la ML.

Una de las características de obstrucción de las vías respiratorias es

un rellenado lento de la bolsa reservorio. La auscultación sobre el

cuello puede detectar ruidos de obstrucción respiratoria. Cuando se

detecta esta complicación, se recomienda explorar el dispositivo con

un LFF, ya que la solución de una impactación de la ML en la glotis

es diferente de la del cierre de las cuerdas vocales.

A continuación detallamos cómo se valora el funciona-

miento de la ML

( cuadro 40-3 )

. Dos pruebas que se correlacionan

bien con una posición óptima son la capacidad de generar una

presión en las vías respiratorias de 20 cmH

2

O y la capacidad para

ventilar manualment

e 36

. El intercambio gaseoso y la posibilidad

de obstrucción se valoran mediante capnografía, el volumen

corriente espirado y el bucle de flujo y volumen. Se puede utilizar

la presión de «fuga» de las vías respiratorias para cuantificar la

eficacia del sellado entre la mascarilla y la laringe, que indica tanto

la idoneidad de la ventilación con presión positiva como el grado

de protección de las vías respiratorias. La prueba se realiza deter-

minando la presión de las vías respiratorias a la que escapa gas.

Figura 40-5

 Introducción de una mascarilla

laríngea (ML).

A,

La punta del globo de

taponamiento se presiona hacia arriba, contra el

paladar duro, con la ayuda del dedo índice,

mientras el dedo medio abre la boca.

B,

La ML se

presiona hacia atrás con un movimiento suave

y homogéneo. Obsérvese que la mano no

dominante se emplea para extender la cabeza.

C,

La ML se avanza hasta que se percibe una

resistencisa definitiva.

D,

Antes de sacar el dedo

índice, la mano no dominante presiona la ML hacia

abajo para evitar que se salga al retirar el dedo

índice. A continuación se infla el globo de

aponamiento, con lo que normalmente se

apreciará un movimiento hacia fuera del tubo

durante esta insuflación.

(Por cortesía de LMA

North America, Inc., San Diego, CA.)