Table of Contents Table of Contents
Previous Page  1410 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 1410 / 2894 Next Page
Page Background

referencia de gran utilidad; la aguja se puede retirar y reinsertar

con una dirección más posteroexterna, con la que se suelen

obtener la parestesia o la respuesta motora. Una vez localizado el

plexo braquial, se aspira a fin de comprobar que no refluye sangre,

y se administran de forma gradual un total de 20-30ml de solu-

ción anestésica.

La costilla se suele contactar a una profundidad de 3-4 cm;

sin embargo, en los pacientes obesos o en presencia de distorsio-

nes tisulares secundarias a hematomas o a inyección de solución

anestésica, la profundidad puede superar la longitud de la aguja.

No obstante, antes de seguir profundizando con la aguja se debe

probar con suavidad en dirección anterior y posterior, a una

profundidad de 2-3 cm, si no se obtuvieron parestesias. Las inyec-

ciones múltiples pueden mejorar la calidad o acortar la latencia

del bloqueo.

En el abordaje en plomada modificado, el paciente se coloca

en la misma posición, aunque el punto de entrada de la aguja se

sitúa donde el borde externo del músculo esternocleidomastoideo

se inserta en la clavícula. Una vez preparada la piel, y después de

realizar un habón subcutáneo, se inserta una aguja de 4 cm del

calibre 22 imitando a una plomada suspendida sobre la zona de

punción

( fig. 42-5 )

. A menudo aparecen parestesias o respuestas

motoras antes de contactar con la primera costilla o con la arteria.

Si no se obtienen parestesias ni respuestas motoras, la aguja se

reinserta inclinando la punta en dirección cefálica, y acto seguido

en dirección caudal, con movimientos pequeños, hasta contactar

con la primera costilla.

Efectos secundarios y complicaciones

Aunque el bloqueo resulta más complicado en los pacientes

obesos, (v. también cap. 54), no parece que esté aumentada la

frecuencia de complicacione

s 25 .

La prevalencia de neumotórax

tras un bloqueo supraclavicular es del 0,5-6%, y disminuye con

la experiencia. El inicio de los síntomas suele demorarse, e

incluso pueden aparecer al cabo de 24 horas. No está justificado

realizar una radiografía de tórax después de esta técnica. Es pre-

ferible evitar el abordaje supraclavicular cuando el enfermo no

colabora o es incapaz de tolerar cualquier grado de compromiso

respiratorio por una afección subyacente. Otras complicaciones

son la elevada incidencia de bloqueo del nervio frénico (40-60%),

el síndrome de Horner y la neuropatía. La única medida que se

ha de adoptar en caso de bloqueo del nervio frénico y de los

nervios simpáticos cervicales es tranquilizar al paciente. Aunque

se pueden producir lesiones nerviosas, éstas son poco comunes

y se resuelven de forma espontánea.

Bloqueo infraclavicular

Aplicaciones clínicas

El bloqueo infraclavicular proporciona anestesia al brazo y la

mano. El bloqueo se produce a la altura de los fascículos y ofrece

la ventaja teórica de que se evita el neumotórax mientras se inten-

tan bloquear los nervios musculocutáneo y axilar. No se requiere

ninguna posición especial del brazo. No obstante, debido a la ausen-

cia de referencias palpables que faciliten la dirección de la aguja,

debe emplearse un neuroestimulador o una guía ecográfica.

Técnica

La aguja se inserta 2 cm por debajo del punto medio del borde

inferior de la clavícula, y se profundiza en dirección lateral con la

ayuda del neuroestimulado

r 26

. Una línea trazada desde la apófisis

de C6 hasta la arteria axilar con el brazo abducido facilita la visua-

lización del trayecto del plexo. Una vez que la aguja está colocada

correctamente, se introduce un volumen de 20-30ml de solución

anestésica de forma fraccionada. La tasa de éxito mejora con una

respuesta motora dista

l 27

. También se ha descrito la técnica cora-

coidea, en la que el punto de inserción de la aguja se sitúa 2 cm

por dentro y 2 cm por debajo de la apófisis coracoide

s 28 .

Sin

embargo, en esta vía de entrada más lateral puede que el nervio

musculocutáneo no se bloquee, obviando la principal ventaja de

este abordaje sobre el bloqueo axilar, más sencillo desde el punto

de vista técnico.

Efectos secundarios y complicaciones

Como esta vía de abordaje se realiza necesariamente a ciegas, puede

aumentar el riesgo de inyección intravascular. Cuando se exagera

la dirección medial de la aguja se puede ocasionar un neumotórax.

Otras complicaciones teóricas son la infección y los hematomas,

aunque son raras.

1410

Control de la anestesia

III

Figura 42-5

 Bloqueo supraclavicular. La aguja se inserta imitando a una

plomada suspendida sobre el punto de entrada de la aguja.