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la oxigenación durante la anestesia. El modelo está formado por un

compartimento con ventilación y perfusión «normales», un com-

partimento con cierre de la vía aérea que dificulta la ventilación, y

un último compartimento de pulmón colapsado sin ventilación.

Esto se puede observar en la

figura 5-22 ,

imagen izquierda, junto al

consiguiente efecto sobre la distribución de los cocientes V˙

A

/Q˙ .

Distribución de la ventilación y el flujo

sanguíneo durante la anestesia

Distribución de la ventilación

Mediante técnicas isotópicas se ha observado la redistribución del

gas inspirado desde las regiones pulmonares inferiores a las no

inferiores en seres humanos colocados en decúbito supino aneste-

siados. Con el uso de un aerosol radiomarcado y PET se ha demos-

trado que la ventilación se distribuía principalmente hacia las

regiones pulmonares superiores, y que había una disminución pro-

gresiva hasta la mitad inferior del pulmó

n 69

. Además, no había

ninguna ventilación en la parte más inferior del pulmón, hallazgo

que corresponde a la distribución de la atelectasia que se observó

simultáneamente en la TC (v.

fig. 5-18 )

.

En personas anestesiadas en decúbito lateral, la PEEP aumenta

la ventilación pulmonar en las partes inferiores, por lo que la distri-

bución de la ventilación es más similar a la del paciente despiert

o 82 .

También se han hecho hallazgos similares de una distribución más

homogénea entre las regiones pulmonares superiores e inferiores en

seres humanos anestesiados en decúbito supino después de la insufla-

ción previa de los pulmones, similar a la PEE

P 83 .

Así, la restauración

de la CRF total hacia el nivel del paciente despierto o un nivel incluso

superior devuelve la distribución del gas hacia el patrón de vigilia.

Cabe suponer que se deba al reclutamiento de las regiones pulmonares

inferiores colapsadas (atelectasia), a la reapertura de las vías aéreas

cerradas de las regiones pulmonares inferiores, y posiblemente a un

aumento de la expansión de las regiones pulmonares superiores, de

modo que se vuelven menos distensibles (y menos ventiladas).

Distribución del flujo sanguíneo pulmonar

Como ya se ha señalado, se ha estudiado la distribución del flujo

sanguíneo pulmonar mediante la inyección de macroagregados de

albúmina marcados radiactivamente y SPECT en pacientes anes-

tesiados y sometidos a ventilación mecánic

a 69

. Se observó que se

producía un aumento progresivo de la perfusión hacia la parte

inferior del pulmón, desde la cara ventral a la dorsal, con cierta

reducción en la región más inferior. Así, la porción más inferior

del pulmón, que estaba atelectásica en la TC que se realizó simul-

táneamente, seguía estando perfundida (v.

fig. 5-18 )

.

La PEEPdificulta el retorno venoso hacia el hemicardio derecho

y de esta forma reduce el gasto cardíaco. También puede afectar a la

resistencia vascular pulmonar, aunque esto puede tener menos efecto

sobre el gasto cardíaco. Además, la PEEP produce una redistribución

del flujo sanguíneo hacia las regiones pulmonares inferiore

s 71,83 .

Por

este mecanismo, las regiones pulmonares superiores pueden estar

poco perfundidas, lo que daría lugar a un efecto similar al espacio

muerto. Además, el desplazamiento del volumen sanguíneo hacia

abajo, hasta el lado dorsal de los pulmones, puede aumentar la propor-

ción del flujo que pasa a través de una región atelectásica.

148

Fisiología y anestesia

I

Figura 5-22

 Modelo tricompartimental del pulmón en una persona anestesiada. En la parte superior del pulmón los alveolos y las vías aéreas están abiertos

(zona A). En las partes media e inferior del pulmón las vías aéreas están cerradas de forma intermitente y dificultan la ventilación (zona B), y en la parte más

inferior del pulmón los alveolos se han colapsado (atelectasia, zona C). Compárese con la

figura 5-7 .

En la imagen derecha se puede ver la correspondiente

distribución de ventilación-perfusión, evaluada mediante la técnica de eliminación de múltiples gases inertes. Las modas A y B corresponden a una región de

pulmón bien ventilada y perfundida y a una región con cierre intermitente de la vía aérea, respectivamente, y son similares a lo que se vio en la

figura 5-7 .

Además, hay un cortocircuito que está producido por la perfusión de la zona atelectásica (C) en la parte más inferior del pulmón.