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arbitrario. Al correlacionarse mal el TCA con la concentración

determinada de heparina, es posible que esta reducción en la dosis

pueda hacer que la concentración de heparina sea inadecuada, aun

cuando el TCA siga estando dentro de una gama aceptable. Hay

monitores en los puntos de análisis diagnóstico inmediato, como el

sistema Hepcon HMS, que utiliza un ensayo de titulación de prota-

mina para calcular la concentración de heparina. Despotis y cols

. 116

razonan que monitorizar la concentración de heparina y dar dosis

mayores de heparina protegen realmente el sistema hemostático y

pueden disminuir los requerimientos de transfusión. No obstante,

otros investigadores no han podido confirmar una mejor protección

hemostática con dosis más elevadas de heparina porque los marca-

dores de la coagulación activa son esencialmente los mismos, tanto

si se utiliza la monitorización tradicional del TCA como si se moni-

toriza la concentración de heparin

a 117

.

El tiempo de trombina de dosis alta (HiTT) correlaciona bien

con la concentración de heparina, tanto antes como después de la

DC

P 118

. A diferencia del TCA, el HiTT no se ve afectado por la

hemodilución ni por la hipotermia; además, es una prueba más

específica del efecto de la heparina sobre la trombina y parece poseer

una menor variabilidad artefactua

l 112

. La aprotinina y las infusiones

de heparina preoperatorias no afectan a los valores de HiT

T 119,120 .

P

rotamina

e

inversión de

la anticoagulación

.

 La pro-

tamina, que se lleva utilizando en la clínica durante tanto tiempo

como la heparina, sigue siendo el agente de reversión de la hepa-

rina preferido en la cirugía cardíaca. La dosis de protamina reque-

rida para revertir la heparina es algo controvertida. La cantidad

citada en la mayoría de los textos de cirugía cardíaca es de 1-1,3mg

de protamina por cada 100 unidades de heparina. La cuestión que

hay que responder gira alrededor de qué criterio de valoración se

utiliza en el cálculo de la protamina: la cantidad total de heparina

utilizada para el procedimiento o la cantidad presente en el paciente

en el momento de la inversión. En la práctica actual, la dosificación

suele seguir uno de los siguientes protocolos:

1. Se administra protamina según la cantidad total de heparina

administrada para el procedimiento, de modo específico,

1-1,3mg de protamina por 100 unidades de heparina. Este

método puede dar lugar a unas dosis de protamina impor-

tantes, que reducen cualquier riesgo real o teórico del rebote

de heparina pero puede poner al paciente en mayor riesgo

por el efecto anticoagulante de la protamin

a 115 .

2. Otra práctica implica el empleo de las concentraciones cal-

culadas de heparina obtenidas automáticamente a partir de

un sistema de monitorización, como el sistema Hepcon

HMS, o gráficamente derivadas al trazar los valores del TCA

en todo el procedimiento y creando curvas de dosis de hepa-

rina-respuesta. La cantidad de protamina utilizada en este

método se basa en la concentración circulante de heparina

en el paciente en el momento de la inversión. Al no haber

teóricamente un exceso de protamina, estos pacientes

podrían estar en riesgo de rebote de heparina y podrían

requerir protamina adiciona

l 117,121 .

E

fectos

H

emostáticos

de

la

derivación

cardiopulmo

-

nar

.

 Los efectos hemostáticos de la DCP son numerosos. La

exposición de la sangre a las superficies del circuito de derivación

constituye un profundo estímulo para una respuesta proinflamato-

ria y la activación del sistema hemostático es un componente de la

respuesta inflamatoria normal. Según los modelos tradicionales de

la hemostasia, se piensa que la DCP activa las vías hemostáticas

intrínseca y extrínseca y que afecta directamente la funcionalidad

plaquetaria. Los conceptos actuales en biología vascular y hemos-

tasia implican leucocitos portadores de factor tisular y células endo-

teliales activadas por el estímulo inflamatorio de la derivación y de

la tromboplastina tisular circulante generada a partir del campo

quirúrgic

o 122-124

. La activación de la vía intrínseca puede producirse

por la activación del factor XII a factor XIIa sobre las diversas

superficies del circuito de derivació

n 122,125 .

La generación de trom-

bina por las vías del factor tisular asume un papel principal en las

anomalías hemostáticas asociadas con la DCP

( fig. 50-5 ) 124,126 .

Además de activar las vías hemostáticas extrínseca e intrín-

seca, la DCP afecta a la función plaquetaria por los efectos de

hemodilución, hipotermia y activación por contacto con los mate-

riales del circuito de derivación. Las plaquetas expresan numerosas

glucoproteínas en su superficie que sirven como receptores de

varios ligandos circulantes, como el fibrinógeno, trombina y colá-

geno

( fig. 50-6 ) 122 .

Los componentes del circuito de derivación

adsorben proteínas circulantes que pueden servir como focos

para la atracción y adherencia de las plaquetas. Estas plaquetas

fijadas a la superficie activan y liberan los contenidos de sus grá-

nulos citoplásmicos, que pueden servir después como fuentes loca-

lizadas de generación de trombina o embolizar para comenzar la

trombosis microvascular

127 .

El trastorno plaquetario funcional

resultante puede complicar la hemostasia después de haber termi-

nado la DCP y la heparina haya sido revertida por la protamina.

La actividad fibrinolítica aumenta también por la DCP. La

activación por contacto del factor XII, precalicreína y cininógeno

de alto peso molecular lleva a la activación fibrinolítica por medio

de la activación de las células endoteliales para producir el activa-

dor tisular del plasminógeno (t-PA) y lisis de los haces de fibrina

y del precursor de fibrina, fibrinógeno

( fig. 50-7 ) 122,128

.

Las propias células endoteliales son vulnerables a la activa-

ción inflamatoria por los efectos de la DCP. El endotelio vascular

es un substrato activo que expresa y libera factores anticoagulantes

y procoagulante

s 123 .

Las células endoteliales, cuando se hallan

expuestas a hipoxia o mediadores inflamatorios durante la deriva-

ción, pueden inducir un estado relativamente protrombótico que

conduce al aumento por regulación del factor tisular, una adhesión

plaquetaria acelerada y aumento de la expresión de las moléculas

de adhesión leucocitaria

( fig. 50-8 ) 122,123 .

Consideraciones clínicas singulares en la cirugía cardíaca

D

eficiencia

de

antitrombina

III/

resistencia

a

la

hepa

-

rina

.

 Se ha definido la resistencia a la heparina como un TCA de

menos de 480 segundos después de la administración intravenosa

de 500U/kg de heparina. Otros han definido la resistencia a la

heparina como un TCA de menos de 400 segundos en cualquier

momento durante el curso de la DCP y administración de heparina.

Un término más exacto para describir los hallazgos clínicos es

«alteración de la respuesta a la heparina

» 129

. En un estudio reciente,

de pequeño tamaño, de pacientes quirúrgicos cardíacos estratifica-

dos por su historia de uso preoperatorio de heparina, se observó

una respuesta alterada a la heparina en aproximadamente el 40%

de los pacientes que habían recibido tratamiento heparínico antes

de la intervenció

n 130

. Los factores de riesgo descritos en relación

con una alteración de la respuesta a la heparina son unas concen-

traciones de AT III menores del 60% de lo normal, tratamiento

preoperatorio con heparina, recuento plaquetario menor de

300.000/m

m 3

y una edad menor de 65 año

s 131

. En un segundo

estudio, de mayor tamaño, Ranucci y cols

. 132

observaron una resis-

tencia a la heparina en el 20% de los pacientes estudiados y confir-

maron que los niveles de actividad AT III, recuentos plaquetarios

mayores de 300.000/m

m 3

y un pretratamiento con heparina (aunque

no la edad) fueron factores de riesgo en relación con la resistencia

a la heparina. Ranucci y cols. observaron también un pequeño

grupo de pacientes en su cohorte con una actividad AT III normal

o supranormal que tenían una alteración en la respuesta a la hepa-

rina que no respondieron a la administración de AT III. No está

claro el mecanismo de acción preciso de la alteración de la respuesta

a la heparina. El tratamiento habitual es dosis suplementarias de

heparina. En los casos rebeldes, el tratamiento con plasma fresco

Anestesia para los procedimientos de cirugía cardíaca

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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