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beneficiosa, pero sólo hasta cierto punto, porque la verticalización

del corazón y la aplicación de placas de compresión externa causan

unas imágenes subóptimas. La visión de imágenes medioesofágicas

en lugar de la visión transgástrica puede ser mejor para la moni-

torización continua por ETE mientras se están efectuando las

anastomosis coronarias distales.

Dado que estos pacientes no siempre están en derivación, no

es una opción el «recalentamiento» a partir de la hipotermia con

la bomba. El calentamiento de la superficie por convección es algo

limitado por la necesidad de exposición quirúrgica intratorácica y

acceso al paciente. Por consiguiente, para prevenir reducciones

inaceptables en la temperatura corporal, son esenciales mantas

para calentar al paciente y un ambiente cálido del quirófano.

Los cambios hemodinámicos en la cirugía OPCAB se tratan

inicialmente mediante expansión de volumen con cristaloides,

coloides o ambos. Se considera la transfusión de sangre en los

pacientes de alto riesgo que llegan al quirófano con anemia preo-

peratoria, que puede exacerbarse por expansión con líquidos ace-

lulares y por la pérdida de sangre quirúrgica durante la disección

de la arteria mamaria y de los intervalos anastomóticos. Cuando el

aumento de líquido intravascular sea inadecuado, se ha demos-

trado que la postura de Trendelenburg es efectiva para restablecer

el volumen latido, índice cardíaco y presión arterial media en

modelos animale

s 307,308

. Cuando la insuficiencia mitral exacerba

aún más los cambios hemodinámicos, el reposicionamiento del

corazón es una maniobra sencilla que puede aumentar el llenado

ventricular y normaliza la geometría ventrículo-anillo.

Los pacientes con una función anómala del ventrículo

izquierdo pueden tolerar mal la verticalización del corazón. Puede

tratarse una hipotensión persistente administrando medicación

vasoactiva, como fenilefrina o vasopresina, o agentes inotrópicos,

especialmente cuando hay datos de alteración de la perfusión

tisular (índice cardíaco

<

1,5; Sv

̄

o

2

<

60%; o escasa diuresis). La

norepinefrina es una elección razonable dado que sus propiedades

adrenérgicas incluyen efectos

a

y

b

-agonistas a dosis bajas. Los

cambios isquémicos manifestados como cambios del segmento ST

o anomalías nuevas del movimiento de las paredes en la ETE

pueden ser tratados elevando la presión de perfusión por expan-

sión de volumen, vasoconstricción farmacológica o soporte inotró-

pico. La nitroglicerina debe utilizarse con cautela, porque las

reservas de la precarga suelen estar comprometidas por cambios

en la posición cardíaca en la cirugía OPCAB.

Unos cambios persistentes o empeoramiento del ECG o

colapso cardiovascular inminente justifican una acción rápida por

parte del anestesista y del cirujano. Una opción es tener un bajo

umbral para la inserción de pequeños stents intracoronarios flexi-

bles en la anastomosis coronaria abierta para permitir un cierto

flujo en el segmento distal. Otras opciones terapéuticas son instau-

rar una DCP plena o parcial y colocar un IABP. La conversión de

urgencia de OPCAB a CRC con DCP, que se da en aproximada-

mente el 3% de estos caso

s 314,315 ,

no es un fenómeno inocuo. Tales

conversiones no planificadas se asocian, según los informes, con

un elevado riesgo de muerte, accidente cerebrovascular, insuficien-

cia renal, infecciones de la herida e insuficiencia respiratoria

315 .

Resultados

Se siguen investigando y debatiendo en la literatura los resultados

a corto plazo y la eficacia a largo plazo de la cirugía OPCAB. El

estudio observacional más grande, construido a partir de la New

York State Cardiac Surgery Database, demostró unas tasas de mor-

talidad similares en los pacientes hospitalizados en los grupos de

derivación coronaria con circulación extracorpórea y OPCAB,

pero unas menores tasas de accidente cerebrovascular y de san-

grado que requiriese la reintervención y una menor duración de la

estancia en el grupo OPCA

B 316 .

Sin embargo, la cohorte con circu-

lación extracorpórea tuvo una mejor supervivencia a los 3 años y

libertad de revascularizació

n 316 .

Los ensayos aleatorizados que han

comparado la OPCAB con la CRC con circulación extracorpórea

no han observado datos convincentes o consistentes para apoyar

un planteamiento respecto al otr

o 317,318

.

Un metaanálisis de ensayos aleatorizados puso de mani-

fiesto que la OPCAB produce una reducción estadísticamente

significativa en la incidencia de FA postoperatoria, pero no de

otros desenlaces clínicos adversos, cuando se compara con la CRC

con circulación extracorpóre

a 319 .

Sin embargo, hubo tendencias

que sugerían que la OPCAB redujo la mortalidad a los 30 días,

IM y accidente cerebrovascula

r 319 .

En otro metaanálisis, Lim y

cols

. 320

utilizaron la permeabilidad del injerto como criterio de

valoración y llegaron a la conclusión de que los pacientes some-

tidos a OPCAB tienen peores tasas de permeabilidad y una reduc-

ción estadísticamente significativa en el número de injertos

realizados en comparación con los pacientes con circulación

extracorpórea. Estos hallazgos sugieren que la revascularización

miocárdica es más completa en la CRC con DCP. Hay que señalar,

no obstante, que grandes revisiones recientes retrospectivas de la

CRC tradicional frente a los procedimientos OPCAB han obser-

vado un beneficio específico en las mujeres sometidas a cirugía

OPCAB, con reducciones estadísticamente significativas en la

mortalidad, accidente cerebrovascular, y fenómenos cardíacos

adversos mayore

s 305,321

.

Cirugía mínimamente invasiva

Consideraciones quirúrgicas

Se lleva a cabo una técnica de derivación coronaria mínimamente

invasiva directa (MIDCAB) a través de una toracotomía anterior

limitada, por lo general en el lado izquierdo, en los casos de revascu-

larización de una lesión arterial aterosclerótica de la IAD

( fig. 50-20 )

.

Los pacientes seleccionados para esta operación suelen tener una

salud relativamente buena y ser considerados de «bajo riesgo» pero

presentan una lesión complicada en la DA que no se trata idealmente

por ICP. En ocasiones se intenta la MIDCAB en pacientes con una

aorta intensamente aterosclerótica, en los que probablemente la DCP

estándar tendría un riesgo excesivo de accidente cerebrovascular

porque se requiere instrumentación y manipulación de la aorta

ascendente.

Aunque la MIDCAB puede implicar abordajes quirúrgicos

de la ACD o ADP a través de una toracotomía anterior derecha o

laparotomía subxifoidea, es más común un abordaje quirúrgico a

través de una toracotomía anterior izquierda para tratar la enfer-

medad aterosclerótica de la arteria DA o de la arteria circunfleja.

Los detalles de los procedimientos son similares; por tanto, sólo se

comentará aquí el abordaje izquierdo.

Anestesia para los procedimientos de cirugía cardíaca

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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Figura 50-20

 Toracotomía anterior izquierda para cirugía de injerto venoso

de arteria coronaria con invasión mínima (MIDCAB).