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vascular. Dado el alto volumen de anestésico local que se suele

emplear para los bloqueos nerviosos periféricos, deberá tenerse en

cuenta el aspecto de la toxicidad sistémica. Los bloqueos nerviosos

periféricos en un paciente anticoagulado deben realizarse con

cautela, sobre todo cuando las estructuras nerviosas están profun-

das y muy próximas a estructuras vasculares.

Como la anestesia regional no exige una instrumentación sobre

las vías respiratorias ni la administración de relajantes neuromuscula-

res o de anestésicos inhalatorios, tradicionalmente se ha pensado que

la anestesia regional podría ser una alternativa mejor en los pacientes

con una neumopatía significativa. Aunque es verdad que la instrumen-

tación de las vías respiratorias puede precipitar la aparición de bron-

coespasmo o aumentar el riesgo de infecciones nosocomiales, la

anestesia general con intubación endotraqueal permite controlar por

completo las vías respiratorias y la ventilación, administrar eficaz-

mente broncodilatadores inhalados y también posibilita una aspira-

ción sencilla de las secreciones respiratorias. Un aspecto bastante

constante de la anestesia y analgesia regionales es la reducción del

tiempo hasta la extubación en la cirugía de aorta, pero esto no parece

tener repercusión clínica sobre la evolución pulmona

r 32,23,66,156

.

La analgesia epidural se ha considerado mejor que la analgesia

con opioides parenterales para optimizar la función pulmonar

postoperatoria porque mejora el control del dolor y la función de los

músculos respiratorios. Aunque la analgesia epidural permite conse-

guir un control excelente del dolor postoperatorio y puede mejorar

la función pulmonar en este período (es decir, aumentar el volumen

corriente y la capacidad vital), los estudios clínicos no respaldan la

presencia de una mejoría constante de los parámetros de función

pulmona

r 331 .

En general, existen pocas pruebas de estudios clínicos

bien diseñados que demuestren una mejoría de la evolución pulmo-

nar con la anestesia y la analgesia regionale

s 332

. Dado que las manio-

bras postoperatorias para mejorar la media de los volúmenes

pulmonares aportan beneficios demostrables en la prevención de las

complicaciones pulmonares postoperatorias, se ha recomendado

aplicar maniobras para fomentar la respiración profunda, como los

ejercicios de respiración profunda, la espirometría incentivada y la

fisioterapia torácica, como eje de los esfuerzos de prevenció

n 332

.

La morbilidad cardíaca es la principal causa de mortalidad en

pacientes que van a someterse a una cirugía y la incidencia de morbi-

lidad cardíaca perioperatoria es 10 veces mayor en los pacientes de

cirugía vascular que en otros pacientes quirúrgico

s 17

. Once ensayos

clínicos prospectivos aleatorizados han valorado los efectos de la anes-

tesia o la analgesia regional frente a técnicas no regionales en los

pacientes de cirugía vascular analizando la evolución cardíaca y la

muerte. Tres de estos estudios (Cook y cols

. 333

, Christopherson y cols

. 28

y Bode y cols

. 27 )

han comparado la anestesia regional pura (epidural

o raquídea) frente a la anestesia general en pacientes que iban a some-

terse a cirugía de la extremidad inferior. Tuman y cols

. 323

compararon

la anestesia combinada epidural/general frente a la general para la

cirugía de aorta y de la extremidad inferior. En seis estudios (Baron y

cols

. 32 ,

Davies y cols

. 154

, Garnett y cols

. 158

, Bois y cols

. 155

, Boylan y cols

. 66

y Norris y cols

. 33 )

se compararon técnicas epidurales o no epidurales

(o ambas) en pacientes de cirugía aórtica. Fleron y cols

. 34

compararon

la analgesia con opiáceos intratecales frente a intravenosos en pacien-

tes de cirugía aórtica. Es importante recordar que sólo el estudio de

Norris y cols

. 33

tenía un diseño doble ciego. En la

tabla 52-8

se resumen

los resultados de estos estudios, con más de 1.500 pacientes.

En resumen, ninguno de estos estudios demostró diferencias

en la evolución en términos de mortalidad, IM, isquemia miocárdica

o insuficiencia cardíaca congestiva. Sólo en el estudio de Tuman y

cols

. 323

se apreciaron diferencias en la evolución cardíaca. El pronós-

tico mejoró de forma significativa con la anestesia y la analgesia

epidural, pero sólo al incluir criterios de resultados más sutiles (p. ej.,

arritmias). En los estudios de Christopherson y cols

. 28

(es decir, el

ensayo PIRAT [Perioperative Ischemia Randomized Anesthesia

Trial]) y Norris y cols

. 33

(PIRAT II) no se encontraron diferencias en

cuanto a incidentes cardíacos o a isquemia miocárdica detectada

mediante monitorización continua con Holter en los 3 primeros días

del postoperatorio. En los estudios realizados enmi centro se emplea-

ron protocolos intraoperatorios y postoperatorios estrictos para guiar

y optimizar el tratamiento perioperatorio y la analgesia postoperato-

ria. Bode y cols

. 27

publicaron el ensayo aleatorizado a mayor escala,

que constaba de un grupo con anestesia raquídea además de grupos

con anestesia general y epidural. Este estudio no demostró diferencias

en la cifra de incidentes cardíacos entre ninguno de los tres grupos.

Es importante destacar que una técnica raquídea o epidural fallidas

en este ensayo se asoció a una mortalidad del 9%, frente al 2% en caso

de técnicas anestésicas generales o regionales satisfactoria

s 27 .

Uno de los hallazgos más interesantes y con repercusión

clínica de estos ensayos aleatorizados es el efecto beneficioso de la

anestesia regional sobre la permeabilidad del injerto de la extremi-

dad inferior en el período postoperatorio. Dos de los estudios

Anestesia para la cirugía vascular

1789

52

Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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Tabla 52-8

 Resultados cardíacos y vasculares en estudios de anestesia regional frente a general en pacientes de cirugía vascular

Estudio

N.° de

pacientes

Mortalidad IM

Isquemia

miocárdica

ICC

Oclusión

del injerto

Comentarios

AR AG AR AG AR AG AR AG AR AG

Cook y cols.

333

101

2% 6% 4% 2%

Anestesia raquídea, cirugía de la

extremidad inferior

Tuman y cols

. 323

80

0% 0% 0% 8%

5% 10% 3% 20% Cirugía aórtica y de la extremidad inferior

Baron y cols

. 32

167

4% 5% 6% 6% 20% 19% 6% 8%

Cirugía aórtica

Christopherson y cols

. 28

100

2% 2% 4% 4% 35% 45%

4% 22% Cirugía de la extremidad inferior

Davies y cols

. 154

50

8% 4% 8% 4%

12% 8%

Cirugía aórtica

Garnett y cols

. 158

99

0% 4% 6% 10% 58% 51% 6% 10%

Cirugía aórtica

Bode y cols

. 27,334

423

3% 3% 5% 4%

10% 9% 6% 4%

Anestesia raquídea y epidural, cirugía de la

extremidad inferior

Bois y cols

. 155

114

2% 2% 4% 8% 18% 19% 5% 0%

Cirugía aórtica

Boylan y cols

. 66

40

0% 0% 5% 5% 32% 38% 11% 5%

Cirugía aórtica

Norris y cols

. 33 *

168

5% 5% 4% 0% 16% 17% 1% 0%

Cirugía aórtica, estudio doble ciego

AG, anestesia general; AR, anestesia regional; ICC, insuficiencia cardíaca congestiva; IM, infarto de miocardio.

*Cualquier aplicación epidural incluida en el grupo de anestesia regional.