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en el período puerperal, probablemente debido a la activación de

la hemostasia en el momento del parto. La incidencia de trombo-

citopenia en un embarazo normal está en torno al 8

% 17

. Sin

embargo, parece ser que la trombocitopenia al final del embarazo

no se asocia con acontecimientos adversos ni con secuelas. Se ha

sugerido que el manejo obstétrico de la parturienta con recuentos

plaquetarios estables por encima de 50.000 × 10

9

/l no debe ser

diferente al de cualquier parturienta norma

l 18 .

Además, a pesar de

que en el pasado se consideraba el punto de corte para la realiza-

ción de bloqueos neuroaxiales en 100.000 × 10

9

/l plaquetas, este

nivel no se considera absoluto hoy en día. Actualmente, la mayoría

de los anestesiólogos considera seguro realizar una técnica regio-

nal con recuentos plaquetarios por encima de 75.000 × 10

9

/l, e

incluso con recuentos entre 50.000 × 10

9

y 75.000 × 10

9

si los

niveles son estables y no existen otras alteraciones analíticas ni

signos de coagulopatía.

Sistema respiratorio

El embarazo se asocia a incrementos en el volumen minuto y en el

trabajo respiratorio que se producen como adaptación al aumento

de la demanda de oxígeno y de la eliminación de dióxido de

carbono. Ante los problemas que supone la investigación clínica en

mujeres embarazadas, existenmuy pocos estudios sobre los cambios

respiratorios que tienen lugar durante el embarazo. Por desgracia,

muchos de los datos que encontramos en la bibliografía son incon-

sistentes y están basados en técnicas antiguas que fueron aplicadas

a un número muy limitado de paciente

s 19 .

El cambio más llamativo en la dinámica pulmonar materna

es la reducción de la capacidad residual funcional (CRF) que, a

término, puede disminuir hasta un 20% con respecto al valor

previo al embarazo. La ventilación minuto se incrementa en un

45%, principalmente como resultado del aumento del volumen

corriente, ya que la frecuencia respiratoria no se modifica. Los

cambios hormonales y el aumento de la producción de dióxido

de carbono son los responsables del incremento de la ventilación.

La progesterona sensibiliza el centro respiratorio ante los niveles

de dióxido de carbono. La Paco

2

disminuye a valores cercanos a

30 mmHg alrededor de la duodécima semana de gestación y se

mantiene en esos niveles durante el resto del embarazo. El

volumen corriente aumenta un 50%, y la mitad de este incre-

mento se produce durante el primer trimestre. El patrón ventila-

torio de la embarazada cambia; se convierte en una ventilación

diafragmática a medida que progresa el embarazo por el efecto

del útero grávido y las limitaciones de los movimientos de la caja

torácica. A pesar de todo esto, la capacidad de cierre (CC) per-

manece inalterada. Como resultado de la disminución del cociente

CRF/CC se produce un cierre más rápido de la pequeña vía res-

piratoria cuando el volumen pulmonar está reducido; por tanto,

las parturientas pueden desaturar mucho más rápido que las

mujeres no embarazadas. La rápida aparición de hipoxia como

resultado de la disminución de la CRF, del aumento del consumo

de oxígeno y del cierre de las vías respiratorias puede ser mini-

mizada administrando oxígeno al 100% durante 3-5 minutos

antes de la inducción anestésica. En una situación de emergencia,

cuatro respiraciones a capacidad vital máxima con oxígeno al

100% deberían ser suficientes.

Otros cambios que se producen en las vías respiratorias y en

la orofaringe durante el embarazo pueden tener importantes impli-

caciones anestésicas. La dilatación capilar de la mucosa y el edema

de la orofaringe, la laringe y la tráquea pueden dificultar la intuba-

ción. Cualquier manipulación de la vía respiratoria superior, como

por ejemplo la aspiración de secreciones, la inserción del tubo

endotraqueal o la laringoscopia, puede provocar edema, sangrado

y traumatismo de la vía respiratoria superior. La instrumentación

de la nasofaringe debe evitarse en lo posible, ya que su mucosa es

particularmente friable. En la intubación de una paciente embara-

zada se debe utilizar un tubo endotraqueal menor que el que se usa

habitualmente (tamaño 6,0 a 7,0) y deben minimizarse las manio-

bras de laringoscopia repetidas. El manejo de una vía aérea difícil

se tratará más adelante en este capítulo.

Sistema gastrointestinal

La función gastrointestinal durante el embarazo y el parto sigue

siendo un tema muy controvertido. De lo que no hay duda es de

que el tracto gastrointestinal sufre cambios anatómicos y fisioló-

gicos significativos que incrementan el riesgo de aspiración aso-

ciada a la anestesia general. La progesterona relaja la musculatura

lisa; como consecuencia, altera la motilidad esofágica e intestinal

durante la gestación. La cuestión de si el vaciamiento gástrico

está retrasado o no durante el embarazo es controvertida. Un

trabajo de Wong y cols. sugiere que la ingestión de 300ml de agua

puede mejorar el vaciamiento gástrico en embarazadas sanas, a

término, no obesas y que no estén de part

o 20

. Sin embargo, el

riesgo de aspiración sigue siendo real en las parturientas, espe-

cialmente cuando se someten a una cesárea urgente bajo aneste-

sia general. Incluso si la motilidad intestinal no se ha visto

afectada por el embarazo, el trabajo de parto y la administración

de opioides parenterales pueden provocar la ralentización del

vaciado gástric

o 21,22 .

La analgesia epidural que utiliza anestésicos locales sin

opioides no afecta al vaciado gástrico, y tampoco se ha demostrado

que el uso de pequeñas dosis de fentanilo epidural tenga efecto

sobre la función

23–25 .

Sin embargo, grandes dosis de fentanilo

pueden enlentecer el vaciado gástrico.

El dolor del parto también puede retrasar el vaciado gástrico

y producir emesis. Estos cambios pueden deberse a los efectos de

la gastrina que procede de la placent

a 26 .

Dadas las alteraciones

gastrointestinales asociadas al embarazo, el uso de la intubación

endotraqueal es obligado para reducir el riesgo de aspiración en

caso de que fuese necesaria una anestesia general.

Sistema renal

El sistema renal sufre cambios importantes en las pacientes gestan-

tes, sobre todo por los efectos de la progesterona y los efectos

mecánicos de compresión por parte del útero aumentado de

tamaño. Los aclaramientos de urea, creatinina y ácido úrico están

incrementados durante el embarazo (como puede observarse en la

tabla 59-4 )

. El flujo sanguíneo renal y el filtrado glomerular (FG)

se elevan rápidamente en el embarazo como consecuencia del

aumento del gasto cardíaco. El FG se incrementa casi un 50%; este

1972

Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

Tabla 59-4

 Valores de la función renal

Parámetro

Embarazada

No embarazada

Aclaramiento de creatinina 140-160ml/min

90-110ml/min

Urea

2,0-4,5mmol/l

6-7mmol/l

Creatinina

25-75

m

mol/l

100

m

mol/l

Ácido úrico

0,2mmol/l

0,35mmol/l

pH

7,44

7,40

Bicarbonato

18-22mmol/l

23-26mmol/l

De Birnbach DJ, Gatt SP, Datta S (eds.):

Textbook of Obstetric Anesthesia

. Nueva

York, Churchill Livingstone, 2000, pág. 37.