pulsioximetría fetal que varía entre el 28 y el 71
% 59 .Se consideran
anómalos valores por debajo del 30%. Se ha demostrado que regis-
tros persistentemente bajos determinan una acidosis feta
l 60 .Esta
tecnología puede permitir detectar de forma precoz la acidosis
cuando se utiliza asociada a la monitorización continua de la FCF.
Un informe del American College of Obstetricians and Gynecolo-
gists ha establecido que el Comité de Práctica en Obstetricia «no
puede apoyar en este momento la utilización de esta técnica en la
práctica clínica, ya que le preocupa que su introducción pueda
elevar el coste sanitario sin que necesariamente mejoren los resul-
tados clínicos
» 61 .Una revisión reciente de ensayos aleatorizados y
controlados de la Cochrane sobre los resultados maternos y fetales
en casos en los que se utilizó pulsioximetría fetal durante el parto
no pudo reducir la incidencia de cesáreas. Los autores concluyeron
que se debe utilizar un método mejor para evaluar el bienestar fetal
durante el trabajo de part
o 62 .Papel de la reanimación
intrauterina
Entendemos por reanimación intrauterina (RIU) la aplicación de
ciertas medidas con el objetivo de mejorar el aporte de oxígeno a
la placenta y el flujo sanguíneo umbilical para revertir una situa-
ción de hipoxia y acidosis fetal. Un mejor conocimiento de los
mecanismos que desencadenan el «sufrimiento» fetal agudo
durante el parto permite aplicar de forma individualizada manio-
bras específicas de RIU a determinadas pacientes. Se pueden pro-
ducir disminuciones intermitentes de la oxigenación fetal como
consecuencia de la compresión aorto-cava, de una hipertonía
uterina, de la compresión del cordón umbilical o de una hipoxemia
materna. Entre las maniobras que se utilizan en esas situaciones se
incluyen: colocación en decúbito lateral o postura con rodillas al
pecho, interrupción de la perfusión de oxitocina, administración
de oxígeno suplementario a la madre, infusión rápida de cristaloi-
des, administración de vasoconstrictores para tratar la hipotensión,
y tocólisis inducida por terbutalina o nitroglicerin
a 63 .Además, el
obstetra puede realizar una amnioinfusión.
A pesar de que muy pocos estudios han evaluado de forma
aleatorizada el uso de la RIU, su aplicación se está incrementando
drásticamente. Como anestesiólogos, estamos implicados de forma
activa en la RIU, sobre todo durante el establecimiento de la anal-
gesia regional o cuando la urgencia demanda una cesárea o un
parto instrumentad
o 64 .La habilidad de mejorar de manera tempo-
ral una FCF problemática puede permitir al anestesiólogo realizar
una técnica neuroaxial que de no ser así obligaría a realizar una
anestesia general (p. ej., deceleraciones tardías en una paciente con
una vía aérea de clase 4 de Mallampatti).
Progreso normal del parto
El parto se define como la dilatación progresiva del cuello asociada
con contracciones uterinas repetitivas. Este proceso se ilustra en la
figura 59-4 .El parto puede ser espontáneo o inducido, y la activi-
dad uterina se mide en función de la frecuencia, duración e inten-
sidad de las contracciones. Aunque el parto constituye un proceso
continuo, tradicionalmente se ha dividido en tres estadios. El
primer estadio está formado por al menos dos fases: una fase
latente de duración variable (que se define como el período entre
el comienzo del parto y el momento en el que se observa un cambio
en la dilatación cervical) y una fase de dilatación máxima o fase
activa (que por lo general comienza a los 3 cm de dilatación
) 65 .Durante la fase activa del parto, las contracciones uterinas se
suceden cada 3 minutos, con una duración de 1 minuto, y alcanzan
presiones intrauterinas de 50 a 70 mmHg. La forma más habitual
en la que los obstetras miden la actividad uterina es a través de la
unidad Montevideo, que se define como la media de intensidad y
frecuencia en 10 minutos. Durante un parto normal, el cuello debe
dilatarse a un ritmo de 1 cm/h. Cuando la actividad uterina no es
óptima (contracciones de menos de 50 mmHg cada 3 minutos o
por debajo de 250 unidades Montevideo), el obstetra suele admi-
nistrar un fármaco oxitócico. El segundo estadio del parto se define
como el intervalo que hay entre la dilatación cervical completa y
la fase expulsiva o nacimiento del bebé. La duración de este segundo
estadio suele ser de 1-2 horas en pacientes con analgesia epidural.
El tercer estadio del parto es el período que transcurre hasta el
alumbramiento de la placenta. El progreso del parto puede ser
anómalo debido a una fase latente lenta, a una parada de la fase
activa o a una interrupción del descenso. En la
tabla 59-5se enu-
meran los diagnósticos del parto anómalamente prolongado.
El impacto de las técnicas analgésicas neuroaxiales en la
actividad uterina y en el progreso del parto es un tema muy con-
trovertido. La asociación entre analgesia epidural y nacimiento por
1976
Anestesia por subespecialidades en el adulto
IV
Figura 59-4
Componentes de la curva de dilatación media para un parto
nulíparo, basados en el análisis de los datos derivados de patrones trazados
en grandes series de embarazadas casi consecutivas. (
Reproducida con
modificación de Friedman EA: Primigravid labor: A graphicostatistical
analysis
. Obstet Gynecol
6:1567, 1955
.)
Tabla 59-5
Criterios diagnósticos del parto prolongado
Criterios
Nulípara
Multípara
Fase latente lenta
>
20h
>
14h
Fase activa lenta
>
1,2cm/h
<
1,5cm/h
Parada de la fase activa
Ausencia de dilatación
cervical durante 2 horas
Descenso lento del feto
<
1cm/h
<
2cm/h
Parada del descenso Ausencia de descenso
durante 1 hora
Segundo estadio
Nulípara
Más de 2 h sin anestesia regional
o más de 3 h con anestesia regional
Multípara
Más de 1 h sin anestesia regional
o más de 2 h con anestesia regional