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con la anestesia inhalatoria que produce inconsciencia y pérdida de

los reflejos protectores laríngeos. Si bien la analgesia inhalatoria pro-

porciona un alivio limitado del dolor, no es adecuada para procurar

suficiente analgesia a la mayoría de las madres. Sin embargo, puede

servir como coadyuvante a las técnicas neuroaxiales o en el caso de

parturientas en las que la anestesia regional no es posible. Los analgé-

sicos inhalatorios pueden administrarse tanto de forma intermitente

(durante la contracción) como de forma continua. Se pueden autoad-

ministrar, pero la paciente debe estar supervisada por personal sani-

tario que garantice un nivel adecuado de consciencia y un uso

apropiado del equipo. A pesar de que los analgésicos inhalatorios se

siguen utilizando en algunas zonas de Europa y en otros países en vías

de desarrollo, rara vez se emplean en Estados Unidos para analgesia

en el parto y la evacuación de gases sigue siendo una preocupación.

El entonox, una mezcla de N

2

O/O

2

al 50:50, se ha utilizado

durante años como analgésico único y como coadyuvante sisté-

mico en las técnicas regionales durante el parto. Los efectos secun-

darios asociados a su uso son mareos, náuseas, disforia y falta de

colaboración de la paciente. El efecto analgésico máximo aparece

a los 45-60 segundos, por lo que es importante que la parturienta

utilice esta mezcla al comienzo de las contracciones y que la sus-

penda tras el pico máximo de la contracción. La falta de sistemas

de evacuación de gases en las salas de dilatación puede en teoría

poner en peligro al personal sanitario por la exposición a niveles

excesivos durante un período de tiempo prolongado. La adminis-

tración de óxido nitroso y oxígeno en una proporción de 50:50

parece no tener efecto en las funciones hepática, renal, cardíaca o

pulmonar. Un metaanálisis reciente realizado por Kronberg y

Thompso

n 106

concluye que el óxido nitroso inhalado alivia de

forma significativa el dolor del parto en muchas de las pacientes

pero no proporciona una analgesia completa en la mayoría. El

efecto analgésico del óxido nitroso también parece depender de la

dosis, lo que explicaría su eficacia analgésica durante el parto.

El desflurano (0,2%), el enflurano y el isoflurano (de 0,2 a

0,25%) también se han utilizado con éxito para proporcionar anal-

gesia en el parto, pero su eficacia es comparable a la del óxido

nitroso. Estudios más recientes sugieren que el sevoflurano es un

analgésico eficaz durante el trabajo de parto. Una concentración

inspirada de 0,8% parece ser aceptable y efectiva como analgesia

en el parto. El sevoflurano, comparado con el entonox, produce un

alivio del dolor mayor pero también una sedación más intensa, sin

efectos adversos, por lo que fue aceptable para las madre

s 107–109

. No

obstante, el uso de todos estos analgésicos volátiles está limitado

por la somnolencia que produce, su olor desagradable y su alto

coste. El mayor riesgo que se corre cuando se manejan analgésicos

volátiles es la sobredosis accidental, que provoca inconsciencia y la

pérdida de los reflejos protectores de la vía aérea.

Analgesia regional

En anestesia obstétrica se utilizan múltiples técnicas regionales para

obtener una analgesia óptima con los mínimos efectos depresores

para la madre y el feto (v. caps. 41 y 42). Estas técnicas son los

medios más efectivos con los que contamos para proporcionar anal-

gesia durante la dilatación y el parto. Las técnicas regionales son las

opciones más flexibles, efectivas y con menos efectos depresores si

se las compara con las técnicas parenterales o inhalatorias. La anal-

gesia regional no produce depresión inducida por fármacos ni en

la madre ni en el feto. Las técnicas regionales que más se utilizan

durante el parto son los bloqueos epidural, espinal y los combinados

espinal-epidural. Aunque menos frecuentes, también se realizan

bloqueos simpáticos lumbare

s 110

. En ocasiones, el obstetra puede

utilizar técnicas de infiltración paracervical, pudenda o local peri-

neal. Cada técnica tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y puede

utilizarse para bloquear la transmisión del dolor durante el parto.

Evaluación y preparación de la paciente

Es importante valorar a todas las pacientes antes de realizar un

bloqueo regional. Se debe obtener una historia médica y obstétrica

orientada, realizar una exploración médica y evaluar la vía aérea.

La población general utiliza cada vez más preparados de herbola-

ri

o 111 ,

y las pacientes obstétricas no son diferentes. Recientemente

se ha comunicado una incidencia del 7,1% entre pacientes emba-

razadas de más de 20 semanas que utilizan remedios de herbola-

ri

o 112 .

Las preparaciones que contienenajo, ginkgo, ginseng, jengibre

y algunas otras plantas vegetales pueden tener implicaciones

anestésicas.

Durante la valoración preoperatoria se debe anotar el plan

obstétrico y el bienestar fetal. Es preciso obtener el consentimiento

informado, y el anestesiólogo deberá explicar las técnicas anestési-

cas y sus posibles complicaciones. Un estudio retrospectivo sobre

el grado de satisfacción de las pacientes en cuanto a la analgesia en

el parto y su actitud durante la obtención del consentimiento

demostró que el estrés del parto no interfiere con la capacidad de

la mujer para entender la información asociada al proceso del

consentimiento previo a la realización del bloqueo epidural.

Además, las pacientes pensaban que la información más impor-

tante que recibieron fue la que les facilitó el anestesiólogo que

realizó la analgesia epidural, o la del curso de preparación al parto.

Las pacientes también quisieron conocer las posibles complicacio-

nes con su mayor morbilidad y mortalidad antes de dar su consen-

timient

o 113 .

Es necesario realizar un chequeo completo del equipo

de emergencia para comprobar la disponibilidad inmediata del

equipo y los fármacos de reanimación. Antes de comenzar con el

procedimiento, se ha de instaurar una infusión intravenosa y rea-

lizar la monitorización adecuada de la madre y del feto.

Analgesia epidural

La analgesia epidural lumbar es un método seguro y efectivo que

alivia el dolor durante el trabajo de parto. Es muy versátil y puede

extenderse para proporcionar anestesia en un parto instrumentado

o quirúrgico. Se administran (en general por infusión) bajas dosis

de anestésicos locales o combinaciones con opiáceos para conse-

guir un bloqueo sensitivo continuo al nivel de T10-L1 durante el

primer estadio del parto. Al final del primer estadio y durante

el segundo estadio pueden ser necesarios suplementos para obtener

un bloqueo sacro. Entre los beneficios de la analgesia epidural se

pueden incluir el alivio efectivo del dolor sin bloqueo motor evi-

dente, la reducción de las catecolaminas maternas y la posibilidad

de obtener rápidamente una anestesia quirúrgica. A pesar de las

numerosas contraindicaciones relativas, existen muy pocas contra-

indicaciones absolutas para la analgesia neuroaxial. Entre ellas se

pueden destacar la negativa de la paciente, una coagulopatía

materna patente, la infección franca del lugar de punción y la ines-

tabilidad hemodinámica materna. Se deben considerar otras situa-

ciones de alto riesgo, como estados de gasto cardíaco fijo (estenosis

aórtica crítica), haciendo una evaluación del riesgo-beneficio en

cada paciente de forma individualizada.

El uso de ultrasonidos como guía cuando se realizan bloqueos

regionales, e incluso para la realización de la epidural, es cada día

mayor (v. cap. 43). La imagen ultrasonográfica de la columna lumbar

puede ser útil en la identificación de estructuras para la colocación

del catéter epidural y para calcular la profundidad del espacio epi-

dural en la paciente gestante. Puede ser especialmente beneficioso

en el caso de parturientas obesas o en pacientes conocidas por haber

tenido dificultad previa en la colocación de un catéter epidura

l 114

.

Dosis de prueba epidural

La cuestión de si la dosis de prueba es necesaria cuando se admi-

nistra analgesia epidural en el parto es muy controvertida. Algunos

autores consideran que la dosis de prueba no es necesaria, ya que

se utilizan normalmente soluciones ultradiluidas y la aspiración

Anestesia en obstetricia

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Sección IV

Anestesia por subespecialidades en el adulto

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