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Anestesia por subespecialidades en el adulto

IV

ción a las radiaciones ionizantes. Al paciente se le puede vigilar

visualmente a través de una ventana de vidrio emplomado, lo que

se puede complementar con un circuito cerrado de televisión. Si el

estado del paciente merece una vigilancia más estrecha por parte

del anestesiólogo, deben utilizarse dosímetros, delantales de plomo

y protecciones tiroideas.

La intervención prevista puede precisar técnicas anestésicas

especiales. La ablación de las metástasis óseas puede realizarse

guiada por TC, y tras la intervención puede ser beneficiosa la

anestesia regional continua, como ya se ha señalado. La selección

de la técnica de anestesia regional y del momento de colocación

del catéter (si se selecciona una técnica que incluya esta acción)

depende de la enfermedad del paciente, así como del espacio y

equipo disponibles. Por ejemplo, la sala de TC no es el lugar

idóneo para colocar un catéter epidural. Si se dispone de una sala

de recuperación o de un área preanestésica, ésta podría ser un

lugar adecuado y seguro para colocar un catéter de anestesia

regional. Si tales áreas no están bien situadas o suficientemente

equipadas, podría ser necesario que estas intervenciones se lleven

a cabo en el quirófano antes o después de una intervención guiada

por TC.

Ciertas neoplasias pulmonares, habitualmente metástasis

que no son adecuadas para una resección quirúrgica, pueden tra-

tarse mediante eliminación con RF guiada con T

C 30,31

. Estas inter-

venciones se han realizado con sedación/analgesia y anestesia

general. La complicaciones publicadas de la eliminación con RF de

masas pulmonares son el derrame pleural, el neumotórax, la neu-

monía, la insuficiencia respiratoria aguda y la hemoptisismasiv

a 32,33

.

Puede ser deseable que estos procedimientos se realicen bajo anes-

tesia general. Algunos de los procedimientos, dependiendo del

riesgo percibido, se han realizado con ventilación monopulmonar

mediante tubos endotraqueales de doble luz. Con independencia

de cuál sea el método anestésico, el personal de anestesia que cuida

de estos pacientes debe estar atento a la aparición de complicacio-

nes, que no son infrecuentes.

Resonancia magnética

La RM puede mostrar diferencias sutiles entre áreas anatómicas,

estados fisiológicos y situaciones patológicas que no son posibles

con otras técnicas de imagen. Otras ventajas son:

1. Al contrario que las radiografías tradicionales y la TC, la RM

puede obtener imágenes en cualquier plano (transverso,

sagital, coronal u oblicuo).

2. La RM consigue un contraste excelente entre los tejidos.

3. Puede proporcionar una buena imagen intravascular sin

necesidad de contraste.

4. Es necesaria una escasa preparación del paciente.

5. La RM no provoca radiación ionizante, es no invasiva y no

produce por sí misma efectos biológicos adversos.

Principios de la RM

Se han publicado varias descripciones detalladas de los aspectos

técnicos de la R

M 34-37

. De forma resumida, los núcleos atómicos

con un número impar de protones o neutrones pueden actuar

como dipolos magnéticos. Todos los elementos paramagnéticos

(

1

H,

13

C,

19

F,

23

Na y

31

P) poseen esta propiedad. Los tejidos biológi-

cos son muy ricos en agua. Por tanto, el

1

H está presente en una

alta concentración y su detección es la base de la RM. El

1

H de un

solo protón puede entenderse como un pequeño imán con polos

norte y sur. Sin un campo magnético intenso, los protones de

hidrógeno se orientan de forma aleatoria y no muestran ningún

campo magnético neto. Si se colocan en un campo magnético

externo fuerte, los protones de hidrógeno se alinearán paralelos o

antiparalelos al campo magnético aplicado, y el propio tejido exhi-

birá un ligero magnetismo neto con el vector magnético alineado

con el campo de RM. Este magnetismo tisular se debe a los núcleos

que están alineados antiparalelos al campo magnético externo; se

encuentran en un estado de energía ligeramente superior que los

alineados paralelos al campo. La diferencia de energía aumenta con

la fuerza del campo magnético aplicado. En la RM, el tejido iman-

tado por el gran campo magnético estático se expone transitoria-

mente a un segundo campo magnético alineado perpendicular al

campo estático. El segundo campo magnético transitorio es gene-

rado por un pulso de energía de RF. El pulso de RF desvía el vector

magnético del

1

H alterando el alineamiento de los protones.

Cuando se termina el pulso transitorio de RF, los núcleos vuelven

a su alineamiento original dentro del campo magnético estático, lo

que provoca una débil señal transitoria de RF a medida que los

protones vuelven a su estado previo de energía. La señal de RF

emitida por los tejidos es detectada por una bobina de RF que se

coloca cerca del paciente. La intensidad de las señales recibidas se

dibuja en una escala de grises y mediante ordenadores avanzados

se construye una imagen. Las características de la atenuación de la

señal emitida, que se llama «relajación», proporcionan la mayor

parte de la información para generar la imagen. El tiempo de rela-

jación se mide de dos maneras: la relajación T1 es el tiempo que

se tarda en volver al vector magnético en reposo y T2 es el tiempo

que toma volver al espín axial en reposo. Cada tipo de tejido

muestra características distintas en cuanto a la relajación. De este

modo, pueden usarse múltiples pulsos secuenciales de RF dentro

del campo estático para subrayar tejidos particulares o anomalías

aprovechando la ventaja de las diferencias de relajación entre los

tejidos.

La fuerza del campo magnético utilizada en los aparatos de

RM se mide en teslas. Una tesla (T) es igual a 10.000 gauss, y la

fuerza del campo magnético terrestre en su superficie oscila entre

0,5 y 1 gauss. Las fuerzas de campo usadas en los estudios clínicos

de RM varían entre 0,05 y 2 T, pero cada vez se emplean más apa-

ratos de 3 T y se están usando dispositivos de investigación de 8 T

o más

38 .

La ventaja de los aparatos de RM con campos más débiles

es que puede utilizarse una construcción más abierta, y la de apa-

ratos con campos más fuertes es que consiguen una mejor calidad

de imagen. Los aparatos de RM de campos más fuertes suelen usar

imanes criogénicos con bobinas superconductoras que operan en

helio líquido (4 °K).

La densidad de protones de hidrógeno y la dinámica de la

relajación detectadas por la RM varían en diferentes tejidos de

acuerdo con las propiedades físicas y químicas tisulares. Debido a

que las diferencias en el contenido de agua y el ambiente protónico

en las sustancias gris y blanca son mayores que las diferencias en

la densidad de electrones medida con la TC, la RMpuede conseguir

una mejor resolución entre las sustancias gris y blanca, y lo mismo

puede decirse de las partes blandas. La RM permite evaluar el flujo

sanguíneo, el flujo de líquido cefalorraquídeo, la contracción y

relajación de los órganos y, debido a que el calcio no emite una

señal en la RM, las imágenes de tejidos rodeados de hueso. Sin

embargo, esta falta de señal del calcio impide que la RM detecte

calcificaciones patológicas en tumores de partes blandas y cambios

patológicos en el hueso cortica

l 39 .

La señal de RF obtenida durante la RM tiene una intensidad

muy baja y está sometida a interferencias por la radiación electró-

nica de alta frecuencia dispersa, como la de las señales de radio de

FM y la emisión electromagnética de los equipos electrónicos o