Table of Contents Table of Contents
Previous Page  2556 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 2556 / 2894 Next Page
Page Background

identificada de otro modo. Su gravedad se clasifica de acuerdo con

el compromisohemodinámicoy ladisfunciónorgánica asociado

s 19,20 .

La hipotensión es la expresión más grave de la disfunción circulato-

ria en la sepsis (es decir, shock séptico) y se debe a la redistribución

del volumen de líquido intravascular: la sepsis se caracteriza por una

disminución del tono vascular arteriolar que da lugar a un aumento

de la presión capilar y de la permeabilidad endotelial. Otros cambios

incluyen la dilatación venosa (con lo que disminuye el retorno

venoso al corazón) y la liberación de sustancias depresoras del mio-

cardi

o 21

. Cuando la sepsis se complica con hipotensión, se acentúan

las anomalías en la distribución del flujo en la circulación regional

y microrregional, lo que acelera la progresión de la lesión tisular. La

exposición bacteriana y a otras toxinas aisladas (p. ej., síndrome del

shock tóxico) puede originar una respuesta inflamatoria similar y

posee muchas características paralelas al SRIS y la sepsis.

La anafilaxia describe las reacciones alérgicas de hipersensi-

bilidad inmediata por IgE a sustancias proteicas. En comparación,

las respuestas anafilactoides son reacciones indistinguibles clínica-

mente no mediadas por IgE. Con frecuencia, ambos síndromes están

mediados por fármacos bloqueantes neuromusculares, antibióticos

y el látex en el período perioperatorio. Se caracterizan por una dis-

minución de las resistencias vasculares periféricas, un aumento de la

permeabilidad vascular y, en consecuencia, una disminución del

volumen circulante efectivo. Además, inicialmente el gasto cardíaco

es elevado pero puede disminuir en estadios más avanzados.

Una pérdida súbita de las eferencias simpáticas debido a un

traumatismo grave de la médula espinal o del cerebro puede redis-

tribuir los líquidos, lo que se asociará a una disminución súbita de

las resistencias vasculares periféricas, hipotensión y, en último

término, una disminución del gasto cardíaco (es decir, shock neu-

rogénico). Además, las endocrinopatías dan lugar a una patología

hídrica distributiva: con frecuencia, la insuficiencia suprarrenal

aguda (crisis addisoniana) es consecuencia de la interrupción

brusca del tratamiento corticoide sin una reducción progresiva de

la dosis. Sin embargo, el estrés (p. ej., cirugía) también puede inducir

una insuficiencia suprarrenal aguda en pacientes tratados con cor-

ticoides si la dosis no se ha ajustado para adaptarse al aumento de

las necesidades perioperatorias. Además, el hipotiroidismo prolon-

gado puede originar hipertensión arterial diastólica debido al

aumento de las resistencias vasculares sistémicas y una disminu-

ción de la volemia. No obstante, el coma mixedematoso se asocia

con bradicardia, disminución de la contractilidad miocárdica, bajo

gasto cardíaco, retención hídrica y edema generalizad

o 22 .

Por último, la cirrosis hepáticamerece una consideración espe-

cial cuando se resumen las entidades clínicas con una redistribución

del volumen de líquidos. La vasodilatación esplácnica y los cortocir-

cuitos portosistémicos son responsables de la circulación hiperdiná-

mica y de la distribución anómala de la volemia. El volumen de sangre

circulante efectivo disminuye y se activan los barorreceptores y los

receptores de volumen. Los pacientes con esta enfermedad corren un

mayor riesgo perioperatorio. La mayor vasodilatación e hipotensión

perioperatoria puede determinar la perfusión de los órganos vitales,

lo que, por último, dará lugar a insuficiencia multiorgánic

a 23 .

Hipervolemia

Durante el período intraoperatorio los líquidos se administran para

corregir los déficits preoperatorios e intraoperatorios y reponer las

pérdidas hemáticas continuadas. Además, ciertas técnicas anestési-

cas (los anestésicos en sí mismos y los bloqueos neuroaxiales) pueden

disminuir las resistencias vasculares periféricas y asociarse a disfun-

ción cardíaca. Paramantener un volumen circulante efectivo durante

la intervención, ha de administrarse un exceso de líquidos o trata-

miento simpaticomimético (fármacos vasoconstrictores o inotrópi-

cos). Sin embargo, puesto que parte de la influencia negativa de los

anestésicos en la fisiología cardiovascular es transitoria (efectos

adversos sólo durante su administración), dichos efectos dejan de

estar presentes en el período postoperatorio y el organismo tiene que

abordar el aumento del volumen circulante efectivo. Los pacientes

con una enfermedad preexistente (p. ej., insuficiencia cardíaca con-

gestiva, valvulopatía, nefropatía) y los pacientes de edades extremas

(lactantes y ancianos) corren un riesgo especial de desarrollar una

hipervolemia clínicamente sustancial, cuya presentación más proba-

ble será una insuficiencia cardíaca aguda con edema pulmonar.

Evaluación de la homeostasia

hídrica

La fluidoterapia incorrecta se asocia con una morbilidad y morta-

lidad considerable

s 24

. Cuando se planifica una estrategia racional de

fluidoterapia para pacientes en período postoperatorio han de con-

siderarse múltiples factores. Es preciso conocer toda la información

disponible relacionada con las enfermedades preexistentes, balance

hídrico, intervenciones quirúrgicas y tratamiento anestésico intrao-

peratorio del paciente. Para completar la perspectiva, es preciso

efectuar una exploración clínica detallada, una monitorización

hemodinámica y pruebas de laboratorio

( tabla 78-7

). En un con-

texto clínico, los diferentes compartimentos de líquido no pueden

mensurarse con facilidad, excepto el espacio de líquido intravascu-

lar. Por tanto, el volumen intravascular (normovolemia, hipovole-

mia e hipervolemia) se valora en general de acuerdo con el llenado

ventricular, función cardíaca y perfusión de órganos vitales. Puesto

que cada variable individual es inespecífica, se complementan entre

sí y con la valoración clínica. Para una valoración adecuada del

balance hídrico de un paciente, es preciso tener en cuenta todos los

datos disponibles como las piezas de un rompecabezas. Además,

para optimizar el balance hídrico y evitar una sobrecarga hídrica,

se requieren nuevas valoraciones frecuentes, en particular durante

la «fluidoterapia de prueba», que es la administración intravenosa

de una cantidad especificada de líquido durante un período breve

de tiempo.

2556

Cuidados postoperatorios

VI

Tabla 78-7

 Valoración de la homeostasia hídrica en el período perioperatorio

Historia clínica del paciente

Preoperatoria

 Antecedentes médicos, enfermedades preexistentes

 Volemia preoperatoria

Cirugía/intervención

 Tipo y duración de la cirugía/intervención

 Pérdida hemática

 Pérdidas del tercer espacio

Anestesia

 Tipo y duración de la anestesia

 Reposición de líquidos incluida transfusión

 Tipo de monitorización

 Curso intraoperatorio de las variables fisiológicas (tendencias)

Estado clínico actual del paciente

 Exploración física

 Variables fisiológicas de la monitorización avanzada, sistemática

 Parámetros de laboratorio, técnicas de imagen