Table of Contents Table of Contents
Previous Page  2557 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 2557 / 2894 Next Page
Page Background

Exploración física y monitorización

sistemática

Para mantener una perfusión tisular y oxigenación de los órganos

vitales adecuadas, hay una secuencia de mecanismos compensato-

rios del organismo tras la pérdida de líquido intravascular (es decir,

hipovolemia debido a deshidratación o hemorragia). En la fase

aguda, esto está mediado predominantemente por un aumento de

las eferencias simpáticas. Con pérdidas hídricas de más del 15% de

la volemia, el llenado de las venas yugulares, la precarga y el volumen

sistólico disminuyen. Para mantener un gasto cardíaco óptimo, la

frecuencia cardíaca aumenta más de 100 latidos/min. Al mismo

tiempo, la vasoconstricción periférica aumenta la poscarga. Por

tanto, la presión arterial se mantiene durante pérdidas de volumen

continuadas y sólo disminuye con un pérdida de más del 30-40%

de la volemia (v.

tabla 78-6 )

. La sequedad de las membranas mucosas

es cada vez mayor y disminuye la turgencia cutánea. Como signos

de disminución de la perfusión tisular y oxigenación de los órganos

vitales, se observan una disminución de la diuresis (

<

0,5ml/kg/h)

y una alteración del estado mental (confusión, somnolencia o coma

en las pérdidas hídricas graves). Por desgracia, algunos de estos

signos fisiopatológicos típicos de hipovolemia no son indicadores

fiables de una disminución de los líquidos intravasculares en el

período postoperatorio. Los fármacos anestésicos y las reacciones al

estrés (debidas al dolor, náuseas y vómitos postoperatorios, altera-

ciones de la temperatura corporal o insuficiencia respiratoria)

alteran la frecuencia del pulso, la presión arterial y la función cere-

bral. No obstante, en un paciente despierto, la sed, la sequedad de

membranas mucosas o la piel apergaminada (xerodermia), el

colapso de las venas yugulares y la disminución de la diuresis siguen

siendo signos importantes de hipovolemia en el postoperatorio.

En comparación con la valoración del balance hídrico en

adultos, en niños requiere conocimientos adicionales sobre la fisio-

logía específica de edad

(v. caps. 72-74).

El gasto cardíaco está

regulado principalmente a través de la frecuencia cardíaca y no del

volumen sistólico, debido a la rigidez miocárdica relativa. Además,

la elasticidad de los vasos del paciente pediátrico es mayor que la

del adulto. En circunstancias normales, la frecuencia cardíaca de

los niños es mayor y la presión arterial menor que en el adulto, lo

que limita la validez de estos parámetros para valorar la hipovole-

mia en el paciente pediátrico. La valoración del llenado capilar (es

decir, la microcirculación cutánea) es un importante examen para

determinar la volemia en niños. Para su valoración, se examina la

piel después de liberar la presión efectuada con el dedo índice. El

retraso en la recuperación del color de la piel (

>

3 segundos tras

liberar la presión) indica una prolongación del llenado capilar y,

por tanto, una disminución de la perfusión cutánea y de órganos

vitales. La formación de un pliegue en el dorso de la mano del niño

entre el dedo pulgar e índice del examinador, y su persistencia tras

liberar la presión, indica una disminución de la turgencia cutánea

y es otro signo de hipovolemia en el niño. No obstante, estas situa-

ciones rara vez se observan en el período postoperatorio.

La hipervolemia postoperatoria puede manifestarse como

hipertensión arterial, aumento de la diuresis y edema pulmonar (en

especial, en pacientes con compromiso cardiovascular). Los signos

de edema pulmonar incluyen crepitaciones, sibilancias y esputo

espumoso. El diagnóstico se confirma con una radiografía de tórax

que muestra el edema de los alveolos, el aumento del llenado vas-

cular, y la desviación del lóbulo superior. La disminución del inter-

cambio de gases pulmonares puede dar lugar a hipoxemia con

cianosis. Los edemas maleolares y la anasarca (edema localizado

en la espalda en un paciente encamado) son signos crónicos de

hipervolemia y darán lugar a una nueva valoración de la historia

clínica en el período postoperatorio.

Monitorización hemodinámica avanzada

Para la monitorización hemodinámica avanzada están disponibles

diferentes dispositivos. Pueden utilizarse clínicamente en una estra-

tegia escalonada, desde la determinación invasiva de la presión arte-

rial, hasta la canulación venosa central, al cateterismo de la arteria

pulmonar, a la monitorización hemodinámica avanzada menos

invasiva y la ecocardiografía transesofágica (v.

tabla 78-8

). Las indi-

caciones se basan principalmente en el estado físico del paciente,

comorbilidades cardiovasculares y pulmonares relacionadas e inter-

vención programada. Por ejemplo, en general, la monitorización

invasiva de la presión arterial y venosa central se aplica a un paciente

con grado I a III de la clasificación de la ASA, sometido a una

intervención quirúrgica en el que se anticipan grandes cambios y

pérdidas de líquidos. Para las mismas intervenciones en un paciente

cuya función cardíaca es considerablemente limitada, es deseable

una monitorización sofisticada adicional que incluya una valora-

ción del gasto cardíaco. Durante los 30 últimos años, la técnica de

referencia para determinar el gasto cardíaco ha sido la monitoriza-

ción mediante catéter de la arteria pulmonar. No obstante, su utili-

zación sistemática se cuestiona y es motivo de debate en función de

los estudios que demuestran resultados conflictivos en cuanto a su

influencia en el desenlace del pacient

e 25,26

. Hoy día, están disponibles

comercialmente técnicas avanzadas de monitorización hemodiná-

mica menos invasivas. Pueden reemplazar el catéter en la arteria

pulmonar en ciertas circunstancias clínicas y algunas permiten una

valoración del balance hídrico incluso más precisa técnicamente

mediante la determinación de variables adicionale

s 27

.

En esta sección, se abordan las técnicas de monitorización

hemodinámicas tradicionales y disponibles recientemente cuya

finalidad es valorar el balance hídrico del paciente. Para una revi-

sión técnica en profundidad, indicaciones y complicaciones rela-

cionadas, el lector puede consultar los capítulos 30 y 31.

Monitorización invasiva de la presión arterial

La determinación invasiva de la presión arterial es muy importante

en la valoración de un paciente con pérdidas continuadas del

volumen intravascular o función cardíaca limitada o ambas.

Permite la determinación continua y es más fiable en los estados

hipotónicos que la determinación intermitente, no invasiva de la

presión arterial. Además, en el paciente cuya ventilación se controla

mecánicamente, la observación de un aumento de las variaciones

respiratorias de la onda de presión arterial puede contribuir a

valorar el equilibrio hídrico. Durante la inspiración, el aumento de

la presión intratorácica reduce el retorno venoso, es decir, la pre-

carga y, por tanto, disminuye el volumen sistólico. Como conse-

cuencia, la presión arterial sistólica y diastólica disminuye y

aumenta con un breve intervalo tras la inspiración y la espiración,

respectivamente

( fig. 78-1

A). El efecto es más pronunciado para la

presión sistólica y, en general, se amplifica con la hipovolemia

progresiva. Además, la canulación arterial permite la cómoda

extracción de muestras de sangre para la gasometría arterial repe-

tida y parámetros adicionales de laboratorio.

Determinación del gasto cardíaco

La determinación continua del gasto cardíaco puede contribuir a

valorar la volemia y a guiar la reanimación con líquidos en pacien-

tes con disfunción cardíaca. Como se ha mencionado previa-

mente, el dispositivo de referencia para su valoración es un catéter

insertado en la arteria pulmonar. Por otra parte, pueden usarse

dispositivos menos invasivos considerando sus características y

limitaciones específicas. Las técnicas aplicadas con mayor fre-

cuencia son el análisis del contorno/onda del pulso y el eco-

Doppler transesofágic

o 27 .

Fluidoterapia intravascular postoperatoria

2557

78

Sección VI

Cuidados postoperatorios

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito