Table of Contents Table of Contents
Previous Page  2594 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 2594 / 2894 Next Page
Page Background

posee un aspecto normal, incluso aunque el paciente refiera pérdida

de visión. Más adelante, semanas o meses después, aparece un cuadro

de atrofia óptica. La lesión puede ser unilateral o bilateral, pero la

mayoría de los casos de NOI producidos tras una cirugía raquídea

han sido bilaterales. En la NOI, la RM orbitaria con frecuencia no es

diagnóstic

a 104

, aunque en algunos pacientes se han descrito cambios

como el aumento del nervio debido al edema o el refuerzo perineu-

ra

l 105

. Los potenciales visuales evocados son anómalos, pero el elec-

trorretinograma no se encuentra alterad

o 106

.

Recientemente se han publicado series de casos y varias revi-

siones de casos. Merece la pena analizar algunos de los casos indivi-

duales publicados donde se proporcionan al menos ciertos datos

específicos sobre los pacientes. Tras exponer esta información, ana-

lizaré las series de casos más recientes y resumiré los casos publica-

dos. Entre 1968 y 2002 se han publicado en la literatura 51 casos de

pacientes con diagnóstico de NOIA perioperatori

a 103

. El 59% de ellos

fue posterior a una cirugía a corazón abierto, el 12% se produjo tras

cirugía nasal, del cuello o de la cabeza y el 12% tras cirugía raquídea.

La media de edad fue de 53 años y el 72% de los casos fueron varones.

En numerosas ocasiones faltaban datos sobre los pacientes y existía

gran variabilidad en el tipo de datos publicado. Las cirugías en estos

pacientes fueron largas por lo general, con un tiempo quirúrgico

medio de 508 minutos. En los casos en los que se detallan los valores

de la presión arterial, la presión arterial media preoperatoria fue de

92 mmHg y la intraoperatoria más baja fue de 65 mmHg. La con-

centración preoperatoria media de hemoglobina fue de 13,7 g/dl, la

intraoperatoria más baja de 8,7 g/dl y la postoperatoria de 8,1 g/dl.

Los pacientes recibieron cantidades elevadas de líquidos durante la

cirugía: una media de 1,4 l en transfusiones de sangre, 8,2 l de cris-

taloides y 1 l de coloides. En el 20%de los casos las pérdidas de sangre

sobrepasaron los 2 l. El 61% padecía enfermedad coronaria, el 27%

hipertensión arterial y el 24% diabetes mellitus. Estos datos pueden

estar sesgados hacia una incidencia más elevada de estos trastornos

debido al predominio de pacientes sometidos a cirugía de IDC.

En el 67% de los casos los síntomas visuales no fueron evi-

dentes hasta pasadas 24 horas después de la cirugía, bien por el inicio

retardado de la enfermedad, bien por el reconocimiento tardío de

los síntomas y de los signos de la NOIA en el período perioperatorio

debido a la ventilación mecánica y a la sedación postoperatoria. Casi

todos los pacientes presentaban edema y/o palidez de la papila

óptica. Más del 60% mostraba un defecto pupilar aferente o arreac-

tividad pupilar. El déficit campimétrico fue altitudinal en el 14% de

los casos, un escotoma central en el 20% y en el otro 20% el síntoma

inicial fue la ceguera. La pérdida visual fue bilateral en el 55% de los

pacientes y unilateral en el 45%. En 15 enfermos se instauraron

medidas terapéuticas entre las que se incluyen la administración de

esteroides o de agentes vasopresores, la reposición intensiva de

volumen, o una combinación de las mismas. El tratamiento no nece-

sariamente resultó en la mejoría del cuadro. De los 51 pacientes, el

47% no mostró mejoría o empeoró, el 29% experimentó una mejoría

y en el 25% de los casos no se detalló la evolución.

Entre 1968 y 2002 se han descrito 38 casos de NOI

P 103

. Los

procedimientos quirúrgicos a los que fueron sometidos estos

pacientes difieren de los relacionados con la NOIA. El 8% de los

casos se produjo tras cirugía a corazón abierto, el 24% después de

cirugía nasal, cervical o de la cabeza y el 39% tras cirugía vertebral.

La media de edad fue de 50 años y el 63% de los pacientes eran

varones. Aunque los casos descritos de NOIA en la población infan-

til son escasos, se han publicado cuatro casos de NOIP periopera-

torias en niños de 13 años o menos. Al igual que con los pacientes

que sufrieron una NOIA, la cirugía fue larga, con un tiempo qui-

rúrgico medio de 448 minutos. En los casos en los que se detallan

los valores de la presión arterial, la presión arterial media preope-

ratoria fue de 90 mmHg y la presión arterial media intraoperatoria

más baja fue de 61 mmHg. La concentración preoperatoria media

de hemoglobina fue de 12 g/dl, la intraoperatoria más baja de 8 g/dl

y la postoperatoria de 10 g/dl. Estos valores son similares a los

encontrados en los pacientes que sufrieron una NOIA. El valor del

hematocrito intraoperatorio disminuyó del 44 hasta el 27%, y tras

la cirugía aumentó hasta el 29%. Durante la cirugía los pacientes

también recibieron cantidades considerables de líquidos, en con-

creto una media de 2,3 l en transfusiones de sangre, 8,8 l de crista-

loides, y 1,6 l de coloides. En el 37% de los casos las pérdidas de

sangre sobrepasaron los 2 l. Sólo un 8% padecía enfermedad coro-

naria, el 32% hipertensión arterial y el 21% diabetes mellitus; de

modo que, en comparación con el grupo que sufrió una NOIA, la

incidencia de enfermedad coronaria fue muy inferior. Por lo general

el inicio de los síntomas se produjo durante las primeras 24 horas

después de la cirugía. Un 47% de los casos cursó con ceguera, un

8% con un defecto altitudinal y un 26% con un escotoma central.

Veintisiete pacientes (71%) presentaban un defecto pupilar aferente

o pupilas arreactivas. En la exploración funduscópica inicial la

papila óptica era normal en el 92% de los casos. La pérdida de visión

fue bilateral en el 63% de los pacientes y unilateral en el 34%. Res-

pecto a la evolución, un 45% de los enfermos no presentó mejoría,

un 29% sí lo hizo y en el 18% no se detalló la evolución.

En resumen, de los casos publicados se deduce que las carac-

terísticas intraoperatorias de los pacientes que sufrieron NOIA o

NOIP fueron similares. La mayoría de los pacientes con NOIA

habían sido sometidos a cirugía a corazón abierto. El mayor grupo

de pacientes con NOIP habían sido sometidos a cirugía de fusión

raquídea. Como diferencias más importantes con el grupo que

sufrió NOIA, en el grupo con NOIP, la incidencia de enfermedad

coronaria fue menor, la edad inferior, fueron necesarias más trans-

fusiones de sangre durante la cirugía, el inicio de los síntomas o el

reconocimiento de la pérdida de visión fue más rápido y presenta-

ban ceguera completa desde el inicio con mayor frecuencia.

Series de casos retrospectivos

Recientemente Sadda y cols. han realizado un estudio retrospectivo en

dos centros académicos importantes con una serie de 72 pacientes que

sufrieron una NOI a lo largo de un período de 22 años. En 38 pacientes

la NOIP se produjo de modo espontáneo y en 28 se presentó durante

el período perioperatori

o 107

. En los 6 pacientes restantes el diagnóstico

fue de NOIP arterítica. De los 38 pacientes con NOIP espontánea no

arterítica, la edad media fue de 68 años; el 39% sufrían hipertensión

arterial, el 24% eran diabéticos, el 18% padecían enfermedad arterial

coronaria y el 32% habían sufrido un accidente cerebrovascular. La

afectación fue bilateral en el 21% de los casos y el 90% sufrieron algún

tipo de defecto en el campo visual. Tan sólo el 30% de los casos mejo-

raron y el 35% empeoraron. A diferencia de las NOIA, en las que

pueden existir diferencias estructurales en el nervio óptico, como una

relación excavación-papila pequeña, estos autores tan sólo pudieron

identificar alteraciones estructurales en el nervio óptico en el 4% de

los pacientes con NOIP. Los 14 pacientes sometidos a cirugía raquídea

eran más jóvenes y presentaban una incidencia menor de enfermedad

coronaria y diabetes, pero no de hipertensión arterial, en comparación

con los otros dos grupos. Por desgracia no existen datos intraoperato-

rios, pero los pacientes posquirúrgicos presentaban afectación bilateral

con mayor frecuencia (54%) y un peor pronóstico visual tanto en la

primera exploración como en las revisiones posteriores, en compara-

ción con los casos no quirúrgicos de NOIP.

Buono y Forooza

n 108

revisaron 83 casos de NOIP publicados

en la literatura médica. En 36 casos se detallaban las características

clínicas; en los otros 47 casos se exponían datos en conjunto. Alre-

dedor del 54% se produjeron tras una cirugía raquídea, el 13% tras

disección radica de cuello y el 33% tras otras cirugías. La edadmedia

fue de 52 años. La edad de los pacientes sometidos a cirugía raquídea

2594

Cuidados postoperatorios

VI