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(edad media, 44 años) era menor que la de los otros grupos. Alre-

dedor de dos tercios de los pacientes eran varones. En tres cuartas

partes de los casos la pérdida de visión fue aparente dentro de las

primeras 24 horas tras la cirugía. La agudeza visual fue de «contar

dedos» o peor en el 76% de los casos y en el 54% de los pacientes

la agudeza visual inicial fue de no percepción de luz. Más del 60%

de los casos fueron bilaterales. La agudeza visual mejoró en el 38%

de los pacientes, pero de los 14 que no percibían la luz inicialmente,

12 (85%) no presentaron mejoría. Entre los pacientes con NOIP, el

65% presentaban uno o más de los siguientes factores: hipertensión

arterial, diabetes, tabaquismo, hipercolesterolemia, enfermedad

arterial coronaria, insuficiencia cardíaca congestiva, arritmia, enfer-

medad cerebrovascular u obesidad. La concentración media de

hemoglobina más baja fue de 9,5 g/dl (5,8-14,2 g/dl). La presión

arterial sistólica media más baja fue de 77 (48-120 mmHg). La

pérdida media de sangre intraoperatoria fue de 3,7 l (0,8-16 l). La

duración media de la cirugía fue de 8,7 horas (3,5-23 horas).

Cirugía raquídea

Cheng y cols. entrevistaron a neurocirujanos de Estados Unidos que

realizaban cirugía raquíde

a 65 .

Recopilaron un total de 24 casos de

pérdida de visión a partir de las respuestas de 22 cirujanos. La edad

media fue de 47±15 años. La cirugía raquídea lumbar fue la inter-

vención realizada más frecuentemente y la duración media de la

cirugía fue de 4,8±3,5 horas. El hematocrito medio cambió de

42±5% a 35±7%. La pérdida media de sangre se estimó en

793±1.142 ml. En 5 pacientes se calculó una pérdida de sangre

superior a los 1.800 ml; 3 pacientes recibieron transfusiones sanguí-

neas. De los 24 pacientes, 21 se encontraron normotensos durante

la intervención y en 2 se indujo hipotensión; 4 padecían diabetes

mellitus, 1 sufría una enfermedad vascular periférica y 1 era diabé-

tico y además presentaba una enfermedad vascular periférica.

Ho y cols

. 64

revisaron los casos publicados de NOIA y NOIP

en la literatura médica en pacientes intervenidos de cirugía raquídea.

Encontraron 5 casos de NOIA y 17 de NOIP; las edades medias de

los pacientes fueron de 53 y 43 años, respectivamente. La mayoría de

los casos se produjeron tras cirugía de fusión de la columna lumbar.

El tiempo quirúrgico medio en los casos que sufrieron NOIA fue de

522 minutos y en el caso de NOIP fue de 456 minutos. En el caso de

la NOIA, el rango más bajo de presión arterial media fue de 62 a 78

mmHg; en los casos de NOIP fue de 52 a 85 mmHg. El hematocrito

medio postoperatorio más bajo fue del 27% en los casos de NOIP.

La pérdida media de sangre fue de 1,7 l y 5 l para los casos de NOIA

y NOIP, respectivamente. El volumen medio administrado de cris-

taloides/coloides fue de 6,0/0,8 l y de 8,0/2,2 l para la NOIA y la

NOIP, respectivamente. El 60% de los pacientes que sufrieron una

NOIA y el 27% de los que sufrieron una NOIP eran diabéticos. La

enfermedad arterial coronaria se encontraba presente en el 20% de

los pacientes con NOIA y en ninguno de los pacientes con NOIP. La

prevalencia de la hipertensión arterial fue similar (40 o 53%). Los

síntomas se observaron en las 24 horas siguientes a la cirugía en el

40% de los casos de NOIA. El 59% de los casos de NOIP presentaron

los síntomas inmediatamente al despertarse y el 88% en las primeras

24 horas. La agudeza visual mejoró parcialmente en el 60% de los

casos de NOIA y en el 65% de los casos de NOIP.

Los datos de los pacientes sometidos a cirugía raquídea que

constan en el registro de casos de pérdida de visión postoperatoria

(PVP) de la AS

A 10

muestran diferencias llamativas entre los pacientes

que sufrieron una NOI (

n

= 83) y los que sufrieron una OACR

(

n

= 10). La pérdida media de sangre en el grupo de la NOI fue de 2

l frente a los 0,75 l de pérdida en el grupo de la OACR. El hematocrito

menor fue del 26% en el grupo de la NOI frente al 31% en el grupo

de la OACR. En los casos de NOI la disminución de la presión arterial

varió mucho respecto a los valores basales preoperatorios; en el 33%

de los casos la presión arterial sistólica más baja fue superior a

90 mmHg; en el 20% el valor más bajo fue inferior o igual a 80mmHg.

La presión arterial sistólica o la presión arterial media fueron un

20-39% menores que los valores basales en alrededor del 57% de los

pacientes y el 25% de los pacientes presentaban valores un 40-49%

por debajo de los valores basales preoperatorios. La hipotensión indu-

cida fue utilizada en cerca de un cuarto de los pacientes. La duración

de la cirugía en casi todos los casos fue superior a 6 horas. En la

mayoría de los pacientes la pérdida de sangre estimada fue superior

a 1 l, la pérdida media estimada fue de 2 l y el hematocrito medio más

bajo fue del 26%. En estos pacientes fue habitual tener que reponer

grandes cantidades de volumen de líquido, y la cantidad media de

cristaloides administrados fue de 10 l. La mayoría de los pacientes

fueron sometidos a intervenciones de fusión torácica, lumbar o lum-

bosacra, que a menudo consistieron en reintervenciones que afecta-

ban mayoritariamente a múltiples niveles. El material utilizado para

la colocación quirúrgica de estos pacientes fue el armazón de Wilson

(30%), la mesa raquídea de Jackson (27%) y almohadillas torácicas

blandas (20%). Para colocar la cabeza se utilizaron almohadillas de

espuma en el 57% de los casos, en el 19% de los pacientes se colocó

la cabeza en un cabezal de Mayfield. La mayoría de los casos fueron

NOIP. El 64% de los pacientes pertenecían a las clases 1 o 2 de la ASA.

La edadmedia fue de 50±14 años. Alrededor del 41%de los pacientes

padecían hipertensión arterial, el 16% eran diabéticos y el 10% sufrían

enfermedad arterial coronaria. El registro de PVP carece de grupo

control de pacientes intervenidos de cirugía raquídea no afectados

por lo que no se pueden establecer comparaciones que permitan un

estudio caso-control de los factores de riesgo.

Myers y cols. realizaron un estudio retrospectivo de casos-

controles sobre 28 pacientes que sufrieron pérdida de visión tras

cirugía raquídea y no observaron diferencias en la presión arterial

sistólica más baja o en el hematocrito entre los pacientes afectados

y los no afectados, lo que sugiere que la hipotensión y la anemia

no explican por completo la aparición de la NOI. Alrededor del

40% de estos pacientes carecían de factores de riesgo vascular en

el preoperatorio; en ambos grupos se observó un porcentaje similar

de hipertensos arteriales o fumadore

s 9

.

Cirugía cardíaca

Se han publicado dos estudios retrospectivos de casos-controles sobre

casos de ceguera en pacientes sometidos a cirugía cardíaca

(v. cap. 50)

.

Shapira y cols. estudiaron 602 pacientes de un único centro médic

o 6 .

Los pacientes fueron sometidos a una DCP bajo hipotermia sistémica

moderada (25°C) con flujo pulsátil y un oxigenador de membrana. Se

administró fenilefrina cuando la presión de perfusión no se pudo

mantener por encima de 50 mmHg a pesar de un índice de flujo de

2 l/m

2

/min, y se empleó el método alfa-stat para el control del pH. Se

observaron 8 casos de pacientes (1,2%) que sufrieron una NOIA. No

hubo diferencias en los factores de riesgo preoperatorios de enferme-

dad vascular entre los pacientes con o sin pérdida de visión. La dura-

ción de la DCP fue superior en los pacientes que sufrieron una NOIA

(252 frente a 164 minutos) y el hematocrito mínimo fue inferior (18%

frente al 21%) en comparación con los pacientes no afectados. No se

observaron diferencias en los índices de flujo, las presiones de perfu-

sión y los niveles de Pco

2

intraoperatorios. Los pacientes con NOIA

presentaron una mayor ganancia de peso postoperatorio (aumento del

18% frente al 11%) y precisaron más adrenalina y más amrinona en

el postoperatorio para mantener el estado hemodinámico que los

pacientes en los que no se produjeron complicaciones visuales. Los

síntomas visuales aparecieron entre el 1.° y el 3.° día postoperatorio,

poco tiempo después de retirar la ventilación mecánica.

Nuttall y cols. realizaron un estudio retrospectivo de casos-

controles más extenso sobre 28.000 pacientes sometidos a cirugía

cardíaca en la clínica Mayo desde 1976 hasta 199

4 7 .

Encontraron

17 casos de NOI (0,06%). Mediante análisis univariado, concluyeron

que los factores de riesgo importantes para sufrir una NOI fueron una

Pérdida de visión postoperatoria

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Sección VI

Cuidados postoperatorios