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Receptores acoplados a proteína nucleótido guanina (G)

Uno de los métodos más frecuentes por el que los receptores de

membrana convierten la ocupación por agonista en una «acción»

intracelular es mediante proteínas G intermediarias. Los recep-

tores acoplados a proteína G son el tipo de receptor más abun-

dante conocido. La

figura 9-29

muestra de modo esquemático la

estructura global de un receptor acoplado a proteína G. Esta

representación bidimensional revela un grupo aminoterminal

extracelular con sitios de glucosilación, un grupo carboxilo ter-

minal intracelular, un enlace a ácido graso (habitualmente

mediante palmitoilación o miristoilación de un residuo de cis-

teína carboxiterminal), tres bucles extracelulares y cuatro bucles

intracelulares. Los sitios principales de interacción de la proteína

G con el receptor se localizan en el tercero y cuarto (y en menor

grado en el segundo) bucle intracelular, mientras que los princi-

pales sitios de fosforilación (correlacionados a menudo con des-

ensibilización [o atenuación de las respuestas del receptor])

están habitualmente en el tercer bucle intracelular y en el grupo

carboxiterminal.

Aunque en la

figura 9-29

se muestra un esquema bidimen-

sional, es importante recordar que los receptores acoplados a

proteína G son estructuras tridimensionales con segmentos

transmembrana confluentes alrededor de un sitio central de

unión

( fig. 9-30 ) 14 .

Aunque los aminoácidos transmembrana

deben ser en general hidrófobos (para verse favorecidos energé-

ticamente en la membrana lipídica) las cadenas laterales en ami-

noácidos individuales pueden estar cargadas para actuar como

contraiones para anclar al receptor la hormona (hidrosoluble) o

el fármaco cargados.

Canales iónicos

Algunos fármacos anestésicos van dirigidos a canales iónicos regu-

lados por voltaje. Estos receptores intervienen en la señalización

nerviosa regulando la permeabilidad iónica en membranas con

excitabilidad eléctrica, en respuesta a cambios en el potencial de

membrana. Los canales iónicos regulados por voltaje, como el canal

de sodio, tienen regiones cargadas que cruzan la membrana celular.

La formación de pares de iones entre muchas cargas positivas y

negativas ayuda a estabilizar el poro conductor de iones. La regu-

lación por voltaje del canal de sodio es posible gracias a la presencia

de un sensor de voltaje, un grupo de cargas que se mueven bajo la

influencia del campo eléctrico de la membrana celular, de ahí el

nombre de canales iónicos regulados por voltaje. Durante la des-

polarización, los iones sodio con carga positiva se desplazan al

interior celular. El cambio en el potencial de membrana produce

un cambio de conformación en el poro central con reordenación

de pares iónicos que aumentan la permeabilidad al sodio. Los anes-

tésicos locales actúan bloqueando los canales de sodio regulados

por voltaje, como se explica con detalle en el capítulo 20.

La combinación de una proteína receptor clásico con un

canal iónico forma un canal iónico regulado por ligando. Los ca­

nales iónicos regulados por ligando permiten a ciertos fármacos

alterar directamente los potenciales de membrana. Numerosos

anestésicos actúan sobre canales iónicos regulados por ligando,

como el receptor nicotínico de la acetilcolina y el receptor GABA

A

.

La

figura 9-31

muestra la estructura del receptor GABA

A 15,16

. Los

canales iónicos regulados por ligando tienen regiones transmem-

brana hidrófobas y cargadas. Las regiones hidrófobas estabilizan la

estructura de la membrana, mientras que las regiones cargadas

centralmente sirven como poros para el flujo iónico. La unión de

fármacos a canales iónicos regulados por ligando habitualmente

aumenta o disminuye un flujo iónico inducido por neurotransmi-

sor ya existente. Por ejemplo, el neurotransmisor GABA se une a

266

Farmacología y anestesia

II

Figura 9-29

 Dibujo esquemático de un receptor acoplado a proteína G. Se

muestra una versión bidimensional de la estructura del receptor con siete

dominios transmembrana, un grupo amino (NH

2

) terminal extracelular (con

sitios de glucosilación asociados [Y]), un grupo carboxilo (COOH) terminal,

residuo cisteína palmitoilado

(línea sinuosa

que se extiende al interior de la

membrana), tres bucles extracelulares y cuatro bucles intracelulares. Están

sombreados

los sitios principales de interacciones de proteína G con el

receptor. Los sitios potenciales de fosforilación en el tercer bucle intracelular

y el grupo carboxilo terminal están en

recuadros

.

Figura 9-30

 Dibujo esquemático de la estructura tridimensional del receptor

b

2

-adrenérgico (un receptor acoplado a proteína G prototípico), visto desde el

exterior hacia el interior de la célula. Los dominios transmembrana (

cilindros

numerados con

números romanos

) se unen para formar un sitio de unión. Se

muestra la orientación correcta del agonista noradrenalina. Nótese que la

afinidad del agonista está determinada por aminoácidos específicos

localizados en los dominios transmembrana III, IV y VII. Estos sitios críticos en

los dominios transmembrana se han determinado de modo experimental con

métodos de receptor quimérico y mutagénesis combinados con técnicas

sofisticadas de modelado por ordenador. La confirmación definitiva de estas

estructuras requiere pruebas cristalográficas. Varios laboratorios están

intentando lograrlo. (

Reproducida de Stapelfeldt WH: The autonomic nervous

system:

En

Schwinn DA [ed.]:

Scientific Ptinciples of Anesthesia,

vol. 2.

Filadelfia, Current Medicine, 1998.

)