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cuando hay una acidosis metabólica preexistente o se desarrolla

una acidosis metabólica grave documentada durante la parad

a 235 .

Si se revisan las alteraciones del equilibrio acidobásico durante la

parada cardíac

a 236,237 ,

parece que el bicarbonato sódico podría cola-

borar en la restauración de la circulación espontánea después de

una parada cardíaca con FV prolongada (15 minutos) según los

datos experimentales. En la clínica, cuando se utiliza este fármaco,

se puede administrar una dosis inicial de 1mEq/kg. Siempre que

sea posible, el tratamiento con bicarbonato debe guiarse por las

concentraciones de bicarbonato o por el déficit de bases medido

en la gasometría.

Actividad eléctrica sin pulso

La AESP se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos del ritmo

cardíaco que se caracterizan por la ausencia de pulso en presencia

de algún tipo de actividad eléctrica distinta de la TV o la FV. Por

tanto, incluidos en esta denominación están la disociación electro-

mecánica tradicional, en la que existe una actividad eléctrica sin

pulso aunque organizada, los ritmos idioventriculares, los ritmos

de escape ventriculares, los ritmos idioventriculares posdesfibrila-

ción y la bradiasistolia.

La identificación de una causa corregible es una prioridad

importante en cualquier forma de AESP. Por ejemplo, en un paciente

con traumatismos, las posibles causas son, entre otras, hipovolemia,

taponamiento cardíaco y neumotórax a tensión con hipoxemia. En

el intra o postoperatorio se debe pensar en una tromboembolia

pulmonar masiva, mientras que los ritmos idioventriculares pueden

acompañar a alteraciones importantes del metabolismo como

hiperpotasemia, acidosis, hipotermia o sobredosis de fármacos

como digital, betabloqueantes, antagonistas del calcio y antidepre-

sivos tricíclicos. En cualquiera de estas formas de AESP, lo más

importante es que, aunque se pueden necesitar medidas temporales

iniciales como la inyección de epinefrina o la estimulación para

«mantener al paciente», la evaluación diagnóstica inmediata y la

orientación correcta del tratamiento según cada trastorno especí-

fico permiten el rescate de los casos con AESP. En la

figura 87-15

se

muestra el algoritmo de tratamiento de la AESP con las causas

potencialmente reversibles que contribuyen a esta afección.

Asistolia

La ausencia completa y mantenida de la actividad eléctrica es normal-

mente un fenómeno irreversible y, por tanto, terminal, causado por

trastornos como hipoxia persistente no corregida, hiperpotasemia

importante, sobredosis masiva de fármacos, infarto de miocardio o

hipotermia. La asistolia es irreversible en la mayoría de estas situacio-

nes, pero en algunos pacientes está justificado aplicar al menos una

tanda breve de intervenciones. En algunos casos específicos, como

hiperpotasemia, acidosis metabólica conocida o sobredosis de antide-

presivostricíclicos,sedebeadministrarbicarbonatosódicoalcomienzo

del procedimiento. Ni la desfibrilación ni la estimulación están indi-

cadas para el tratamiento de la parada cardíaca con asistolia.

Hipotermia inducida posparada cardíaca

La hipotermia terapéutica es una intervención significativa de

nueva aparición incluida en las recomendaciones de las Directrices

de 2005 para pacientes que han sufrido una parada cardíaca

extrahospitalaria con FV, han sido reanimados y se encuentran

hemodinámicamente estables pero no responden al ingresar en el

hospita

l 9,238,239 .

La hipotermia (entre 32 y 34 °C) inducida y mante-

nida por técnicas de enfriamiento externo (sábanas de enfria-

miento o aplicación de bolsas de hielo) durante 12-24 horas después

de la reanimación tiene un efecto beneficioso para la evolución

neurológica con complicaciones mínimas cuando se compara con

pacientes similares que no fueron enfriado

s 240 .

La hipotermia no se

ha estudiado en pacientes con paradas cardíacas sin FV o intrahos-

pitalarias. No obstante, la hipotermia terapéutica después de la

reanimación por una parada cardíaca se clasifica como una reco-

mendación de clase IIb, lo que daría a los médicos la oportunidad

de usar esta intervención en el tratamiento de la parada cardíaca

sin FV o intrahospitalaria después de la reanimación.

Evolución después de la reanimación intrahospitalaria

Las tasas de supervivencia tras una parada cardíaca intrahospita-

laria y reanimación varían entre el 8 y el 21%, siendo del 14% la

tasa media de supervivencia que demuestran la mayoría de las

publicacione

s 241-251 .

En estas publicaciones se incluyen paradas car-

díacas tanto en la UCI como en salas generales. En una revisión

retrospectiva de 668 paradas cardíacas en un período de 3 años, la

supervivencia fue del 3,3% en los pacientes de la UCI y del 14,0%

en los de otros orígene

s 249 .

La supervivencia fue del 38% en un

pequeño estudio retrospectivo de 24 pacientes consecutivos con

parada cardíaca intraoperatoria entre 1986 y 199

4 252 .

Se sospechó

que la causa era un episodio cardíaco primario en el 50% de los

casos. En un comentario acompañante se señalaba que gran parte

del crédito de estos resultados favorables se podía atribuir a los

avances en el control intraoperatorio por parte de los anestesiólo-

gos, si bien es cierto que, en cualquier caso, los anestesiólogos con

formación en reanimación tienen un papel decisivo en el trata-

miento de los pacientes con parada cardíaca intraoperatoria.

La evolución más favorable, como en la parada cardíaca

extrahospitalaria, se observa en la FV o la T

V 241,243,244,246-248

. En un

estudio en el que se compararon técnicas de RCP en 143 pacientes

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Cuidados críticos

VII

Figura 87-14

 Taquicardia ventricular hiperpotasémica con patrón morfológico de onda sinusal.