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Farmacología

Efectos sobre el sistema nervioso central

La acción como hipnótico del propofol se ejerce principalmente al

favorecer la corriente de cloro inducida por el ácido

g

-aminobutírico

(GABA), mediante la unión a la subunidad

b

del receptor GABA

A

.

Se ha visto que algunos lugares de las subunidades

b

1

(M 286),

b

2

(M 286) y

b

3

(N 265) de los dominios transmembrana son funda-

mentales para la acción hipnótica del propofo

l 41,42

. Los subtipos

a

y

g

2

también parecen participar en la modulación del efecto del pro-

pofol en el receptor GAB

A 43 .

Mediante esta acción sobre el receptor

GABA

A

en el hipocampo, el propofol inhibe la liberación de acetil-

colina en el hipocampo y en la corteza prefronta

l 44 .

El sistema de los

receptores adrenérgicos

a

2

también desempeña una función indi-

recta en los efectos sedantes del propofo

l 45 .

Éste causa una inhibición

generalizada del receptor del glutamato del subtipo

N

-metil-d-as-

partato (NMDA) mediante la modulación de un canal de entrada de

sodi

o 4

, mecanismo que también podría contribuir al efecto que este

fármaco ejerce en el SNC. Algunos estudios han demostrado que el

propofol tiene un efecto depresor de las neuronas de la médula

espina

l 47 .

En neuronas del asta dorsal de la médula espinal que están

disociadas de forma aguda, el propofol ejerce su efecto tanto en

receptores GABA

A

como de glicin

a 48 .

La acción hipnótica del pro-

pofol es reversible por presión, es decir, similar a la correlación que

muestran otros anestésicos generales entre la potencia del anestésico

y el coeficiente de distribución octanol/agu

a 49 .

A diferencia de los

barbitúricos, el propofol no actúa como antianalgésico.

El propofol tiene dos efectos secundarios interesantes: el

efecto antiemético y la sensación de bienestar que se aprecia

después de su administración. El propofol aumenta la concentra-

ción de dopamina en el núcleo accumbens (un fenómeno que

aparece en la drogadicción y en el comportamiento hedonista)

50 .

La acción antiemética se debe a la disminución en los niveles de

serotonina que tiene lugar en el área postrema, probablemente a

través de su acción sobre los receptores GAB

A 51 .

El inicio de la hipnosis después de una dosis de 2,5mg/kg es

rápido (el tiempo de la circulación entre el brazo y el cerebro), el

efecto máximo se aprecia a los 90-100 segundos. La dosis media

efectiva (DE

50

) para la pérdida de consciencia después de un bolo es

de 1-1,5mg/kg. La duración del efecto hipnótico es dosis-depen-

diente, después de 2-2,5mg/kg, es de 5-10 minuto

s 52 .

La edad afecta

de forma llamativa a la dosis de inducción; ésta tiene que ser mayor

en niños menores de 2 años (DE

50

de 2,88mg/kg), y debe reducirse

conforme aumenta la eda

d 53

. Cuanto mayor es el paciente, se necesita

menos concentración de propofol para producir la pérdida de cons-

cienci

a 54 .

Administrado a dosis por debajo de las hipnóticas, el pro-

pofol produce sedación y amnesi

a 55-57 .

En voluntarios no estimulados,

fueron necesarias infusiones de al menos 2mg/kg/h para provocar

amnesi

a 58

. Se han descrito estados de consciencia durante la cirugía

a velocidades de infusión más rápida

s 59 .

Si el propofol se utiliza como

único anestésico durante los procedimientos quirúrgicos, pueden ser

necesarias velocidades de infusión muy altas para evitar la recupe-

ración de la conscienci

a 54 .

El propofol tiende a inducir una sensación

de bienestar genera

l 60

. Después de su administración también se han

descrito alucinacione

s 61 ,

fantasías sexuales y opistótono

s 62 .

Después de la administración de un bolo de 2,5mg/kg seguido

de una infusión se produce en el EEG un aumento inicial del ritmo

alfa, seguido de un cambio a las frecuencias gamma y theta. Veloci-

dades de infusión más rápidas producen un trazado de salvas-supre-

sió

n 63 .

Estudios de potencia del EEG prueban que la amplitud

aumenta después de la inducción; pero no se modifica después a

concentraciones sanguíneas de 3-8

m

g/m

l 64 .

A concentraciones de

propofol mayores de 8

m

g/ml, la amplitud disminuye de forma lla-

mativa con la aparición de períodos de trazado de salvas-supresió

n 64 .

El propofol produce una reducción del índice biespectral (BIS) que

depende de la concentración; el 50-95% de los pacientes son inca-

paces de responder a las órdenes verbales con valores de índice BIS

de 63 y 51, respectivamente. La concentración de propofol a la que

el 50% de los voluntarios fueron incapaces de responder a las órdenes

verbales era de 2,35

m

g/ml. El 95% de los pacientes mostraba ausen-

cia del recuerdo para valores del BIS de 7

7 65 .

El propofol provoca

una disminución en la amplitud de los componentes precoces de los

potenciales evocados somatosensoriale

s 66

, así como un aumento no

significativo en la latencia de los componentes P

40

y N

5

0 66

.

Al igual que otros anestésicos intravenosos, el propofol no

altera los potenciales evocados auditivos del tronco del encéfal

o 67 .

Sin embargo, existe una prolongación de la latencia que depende de

la dosis, y una reducción en la amplitud de la latencia media cortical

de los potenciales auditivos, que depende de la concentració

n 67 .

Las

concentraciones efectivas del propofol muestran una correlación que

es similar a las disminuciones en los valores de entropía biespectral

derivadas del EEG, así como en las del BIS, y una capacidad similar

para ajustar el efecto anestésico del propofo

l 68 .

Existe cierta polémica

en torno al efecto que tiene el propofol en la actividad epileptogénica

del EEG. Se han comunicado casos de convulsiones tras la adminis-

tración de propofol, en especial durante la inducción o durante el

despertar de la anestesia, más raramente durante la fase de mante-

nimiento de la anestesia y, en raras ocasiones, en el postoperatorio.

Varios estudios han mostrado, en diferentes modelos, un efecto anti-

convulsivante directo del propofol, que es dosis-dependient

e 69,70 .

En

algunos estudios, el propofol se ha utilizado para tratar las convul-

siones de la epilepsi

a 71

. Asimismo produce una menor duración de

la actividad convulsiva motora y en el EEG después de tratamiento

electroconvulsivo,en comparación con el metohexita

l 72 .

Sin embargo,

el propofol se ha relacionado con epilepsia de gran mal y se ha

empleado para hacer rastreo cortical de focos epileptogénico

s 73,74

.

Algunos trabajos han descrito casos de aparición de convulsiones

tras la administración de propofol; éstas se producían seis días

después de la anestesia. La mayoría de los enfermos tenían antece-

dentes personales de convulsiones. La incidencia de este efecto

secundario es muy baja (1 de cada 50.000 administraciones).

La tolerancia a los efectos del propofol sigue siendo una

cuestión controvertida. En casos de niños a los que se les adminis-

traba repetidamente dosis de propofol para tratamientos con radio-

terapia se halló que no existía tolerancia en las diferentes sesiones

de tratamient

o 75

, mientras que en casos de tratamientos electrocon-

vulsivos repetidos se encontró que eran necesarias dosis progresi-

vamente mayore

s 76

. Más importancia tienen los casos comunicados

de adicción al propofo

l 77 .

Este fármaco también se ha utilizado para

el tratamiento de cefaleas crónicas refractarias, con dosis de 20 a

30mg cada 3 a 4 minutos (máximo de 400mg

) 78 .

El propofol disminuye la presión intracraneal (PIC) en

pacientes con PIC normal y elevad

a 79 .

Sin embargo, la reducción

de la misma (30%) está relacionada con un importante descenso

en la presión de perfusión cerebral. El uso del propofol en pacientes

con lesiones craneoencefálicas debe restringirse a dosis que pro-

porcionan una sedación leve o moderada (es decir, concentracio-

nes de 2

m

g/ml, infusión de 25-75

m

g/kg/min) (v. caps. 37 y 53)

80 .

En determinados procedimientos quirúrgicos, puede ser una

ventaja los menores efectos vasodilatadores que tiene propofol

sobre la vascularización cerebral en comparación con los de los

anestésicos inhalatorios. El propofol disminuye de forma inme-

diata la presión intraocular en un 30-40%. Si se compara con el

tiopental, el propofol produce una reducción de la presión intrao-

cular más duradera, y después de una pequeña segunda dosis, es

más eficaz para prevenir el incremento de la presión intraocular

secundario a la succinilcolina y a la intubación endotraqueal

(v. cap. 19

) 81 .

Durante la infusión de propofol se conservan la reac-

tividad cerebral al dióxido de carbono y la autorregulació

n 82

.

Existe cierta polémica sobre el efecto neuroprotector del pro-

pofol. En un modelo de isquemia incompleta en ratas, cuando se

Anestésicos intravenosos

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16

Sección II

Farmacología y anestesia

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