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dosis de inducción necesaria son la edad, la masa corporal magra y

el volumen sanguíneo centra

l 149 .

La dosis de inducción es menor si se

utiliza premedicación con un opioide, con una benzodiazepina, o con

ambo

s 150-151

. Para inducir la anestesia a pacientes mayores de 60 años

se recomienda una dosis de 1mg/kg (si se utiliza premedicación) a

1,75mg/kg (si no se utiliza premedicación) (v. cap. 61

) 152 .

Como se ha

comentado antes, los pacientes de edad avanzada y los que están más

enfermos (clase ASA III y IV) desarrollan una hipotesión más pro-

funda,especialmente si se combina el propofol con un opiáce

o 127 .

Para

prevenir la hipotensión en pacientes comprometidos o que van a ser

sometidos a una cirugía cardíaca, hay que hacer una sobrecarga de

líquidos, según tolere el paciente, y se debe administrar el propofol

aumentando la dosis de forma lenta (10-30mg o como infusión),

hasta que el paciente pierda la consciencia. Para limitar la dosis y

conseguir un inicio de acción rápido, se recomienda una infusión de

80mg/kg/h. Si el propofol se diluye a 0,5mg/ml, se disminuye el

efecto en las constantes hemodinámicas que causa la inducció

n 153

.

Para la inducción en niños, la DE

95

es mayor (2-3mg/kg), debido

sobre todo a las diferencias farmacocinéticas (v. cap. 72

) 154

.

Cuando el propofol se usa para la inducción de la anestesia en

procedimientos cortos, se logra una recuperación de la anestesia y de

las funciones psicomotoras mucho más rápida que si se utiliza tio-

pental o metohexital, con independencia del fármaco que se admi-

nistre para el mantenimiento de la anestesia. También es mucho

menor la incidencia de náuseas y vómitos si se utiliza propofol para

la inducción que si se emplean otros fármacos intravenosos, proba-

blemente debido a las propiedades antieméticas del propofo

l 155 .

Como resultado de sus características farmacocinéticas, el pro-

pofol consigue una recuperación rápida,y esmejor que los barbitúricos

para el mantenimiento de la anestesia, y al parecer es similar al enflu-

rano, al isoflurano y al sevofluran

o 156

. La recuperación de la anestesia

con desflurano es algo más rápida que la recuperación con propofo

l 157

.

El mantenimiento de la anestesia con propofol se puede hacer admi-

nistrando bolos intermitentes o en forma de infusión continua.

Después de una dosis de inducción eficaz, se requiere un bolo de

10-40mg cada pocos minutos para mantener la anestesia. Dado que

es necesario administrar la dosis a intervalos muy cortos de tiempo, es

más adecuado administrar el fármaco como una infusión continua.

Se han utilizado varios esquemas de infusión de propofol para

obtener una concentración plasmática adecuad

a 158

. Después de la

dosis de inducción, suele ser necesario hacer una infusión de 100-

200

m

g/kg/min. La velocidad de infusión se ajusta a las necesidades

individuales y al tipo de estímulo quirúrgico. Cuando se combina el

propofol con opiáceos, midazolam, clonidina o ketamina, la velocidad

de infusión y la concentración necesarias son menores. Los opioides

modifican la concentración de propofol necesaria para lograr una

anestesia adecuada, por lo que la dosis relativa del opioide y del pro-

pofol determinarán el tiempo en el que finaliza el efecto del fármaco

y se producirá el despertar y la recuperación del paciente. La combi-

nación para conseguir la recuperación más rápida es propofol de

1-1,5mg/kg, seguido de 140

m

g/kg/min durante 10 minutos y después

100

m

g/kg/min, combinado con alfentanilo, 30

m

g/kg, seguido de una

infusión de 0,25

m

g/kg/min, o con fentanilo 3

m

g/kg, seguido de

0,02

m

g/kg/min. También se ha utilizado el propofol mezclado con

alfentanilo, a razón de 1mg de alfentanilo (2ml) con 400mg de pro-

pofol (40ml). Cuando esta mezcla se administra a la velocidad de

infusión que se suele utilizar para el propofol (166

m

g/ kg/min durante

10 minutos, 133

m

g/kg/min durante 10 minutos, y después 100

m

g/kg/

min), se obtienen resultados similares a los que se consiguen cuando

se administran ambos fármacos como dos infusiones separada

s 159

.

Las personas mayores tienen unas necesidades de infusión de

propofol menores (v. cap. 61), mientras que en el caso de los niños y

los lactantes las necesidades son mayores (v. cap. 72

) 30 .

Los niveles

sanguíneos de propofol necesarios para producir la pérdida de cons-

ciencia son de 2,5-4,5

m

g/ml, mientras que los niveles requeridos para

realizar la cirugía (si se combinan con óxido nitroso) son de 2,5-8

m

g/

m

l 15,22,52,93,160,161

. Cuando se combina con un opioide para realizar una

técnica de anestesia intravenosa total, las concentraciones necesarias

son similares. El conocimiento de tales concentraciones y de la farma-

cocinética del propofol ha permitido diseñar sistemas de infusión

farmacocinéticos, a fin de administrar el propofol como una infu­

sión continua para el mantenimiento de la anestesia. Un metaanálisis

de los datos de recuperación tras el uso de propofol o de los nuevos

anestésicos volátiles para el mantenimiento de la anestesia mostró

únicamente diferencias menores en los tiempos necesarios para alcan-

zar los objetivos de recuperación; sin embargo,la incidencia de náuseas

y vómitos fue significativamente menor en los pacientes en los que se

administró propofol para el mantenimiento de la anestesi

a 162

.

Numerosos estudios han investigado la utilidad del propofol

como régimen de infusión de mantenimiento de la anestesia durante

una cirugía cardíaca. El uso de dosis reducidas y ajustadas de propofol

para la inducción, y de velocidades de infusión ajustadas de 50-200

m

g/

kg/min,combinado con un opioide,para el mantenimiento,proporcio-

naba un control intraoperatorio de las constantes hemodinámicas

y una incidencia de episodios isquémicos similares a los alcanzados con

una técnica basada en enflurano/opioide o sólo con un opioid

e 163,164 .

Sedación

El propofol se ha utilizado para la sedación en procedimientos quirúr-

gico

s 55,56,165

y en pacientes sometidos a ventilación mecánica en unida-

des de cuidados intensivos (UCI) (v. cap. 82

) 166

. En infusión continua,

el propofol consigue un nivel de sedación fácilmente ajustable y una

recuperación rápida una vez finalizada la infusión, con independencia

de la duración de la infusió

n 56,168

. En un estudio sobre pacientes

sedados en la UCI durante 4 días con propofol, la recuperación de la

consciencia fue rápida (±10min). Tanto la velocidad de recuperación

como la disminución de la concentración plasmática eran similares si

la infusión se interrumpía a las 24 y a las 96 horas.Además, la concen-

tración plasmática necesaria para lograr la sedación y para despertar

eran idénticas a las 24 y a las 96 horas. Estos datos implican que no se

produce tolerancia al propofo

l 168 .

Como se ha apuntado con anterio-

ridad, hay informes más recientes de casos de tolerancia al propofol.

La velocidad de infusión necesaria para la sedación como

complemento a la anestesia regional en pacientes sanos es menos

de la mitad de la que se requiere para inducir anestesia general

(es decir, 30-60

m

g/kg/min

) 55 .

En el caso de pacientes ancianos

(mayores de 65 años) y en los gravemente enfermos, la velocidad

de infusión necesaria es mucho meno

r 55,166,17 .

Por tanto, hay que

ajustar la infusión de forma individual, con objeto de obtener el

efecto deseado. Un trabajo de 199

2 169

relacionaba el propofol con

numerosas muertes en niños que habían necesitado sedación para

la ventilación mecánica debido a infecciones de las vías respirato-

rias altas. Este raro síndrome (síndrome de infusión de propofol)

también se puede producir en adultos (v. más adelante). Una

posible ventaja del propofol para la sedación de pacientes de la UCI

es que parece poseer propiedades antioxidante

s 170 .

Aunque el perfil farmacocinético y, en gran medida, la farma-

cología del propofol lo convierten en una excelente elección para la

sedación a largo plazo (días), se deben sopesar estos factores frente a

los efectos hemodinámicos, la habitual necesidad del uso concomi-

tante de analgésicos, la tolerancia y la posibilidad de aparición de

hipertrigliceridemia (y potencialmente pancreatitis) o de síndrome

de infusión de propofol. Por tanto, cuando se indica la utilización de

propofol para una sedación a largo plazo, se debe considerar utilizar

la dosis más baja que sea posible y la posibilidad de plantear unas

«vacaciones de la sedación». Además, la Food and Drud Administra-

tion (FDA) de Estados Unidos aconseja de manera específica no

utilizar el propofol para sedaciones prolongadas en pacientes pediá-

tricos. Las guías para sedación del American College of Critical

Medicine también recomiendan «que los pacientes a los que se les

Anestésicos intravenosos

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Sección II

Farmacología y anestesia

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