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Administración del fármaco a través de las mucosas

La administración de un fármaco a través de la orofaringe y de la

nasofaringe, lo mismo que la administración a través de la piel,

elimina el metabolismo de primer paso hepático (el fármaco pasa

directamente a la circulación sistémica), lo que mejora la comodi-

dad y el cumplimiento del enfermo.

La buprenorfina, un potente análogo sintético de la morfina,

con una mezcla de propiedades agonista y antagonista opioide y

una semivida larga, se absorbe con facilidad por los tejidos de la

mucosa sublingual. La porción del fármaco que es deglutida se

metaboliza casi por completo en el hígado, y sólo una pequeña

fracción alcanza la circulación sistémica cuando el fármaco se

traga. La biodisponibilidad sistémica tras la administración sublin-

gual de buprenorfina es aproximadamente el 50% de la que se

obtiene con la administración intravenosa. En numerosos estudios

se ha comparado la buprenorfina sublingual (0,4mg) con la admi-

nistración intramuscular de morfina o meperidina, y se sabe que

logra una anestesia similar y satisfactori

a 383 .

La experiencia inicial con morfina bucal como analgesia post­

operatoria fue prometedora. Sin embargo, en mujeres sometidas a

procedimientos quirúrgicos en el abdomen inferior, la morfina no

reducía de forma significativa el consumo postoperatorio de mepe-

ridina en comparación con el placebo. Además, todas las pacientes

que recibieron morfina bucal se quejaban de un sabor desagrada-

ble que reducía su aceptació

n 384

.La baja liposolubilidad de lamorfina

la convierte en una mala candidata para la absorción a través de las

mucosas. Los opioides más liposolubles, como la buprenorfina, el

fentanilo y la metadona, se absorben de forma más eficaz por vía

sublingual que los opioides menos liposolubles, como la morfina.

El citrato de fentanilo administrado a través de la mucosa oral

(OTFC) es una presentación sólida de dicho fármaco que lo incor-

pora en una pastilla edulcorada con un palito. Una parte del fenta-

nilo se absorbe por la mucosa oral y el resto es deglutido y se absorbe

a través del tracto gastrointestinal. El fentanilo ingerido tiene una

biodisponibilidad muy baja, debido al metabolismo hepático de

primer paso. La dosis recomendada es de 5-20

m

g/k

g 385,386 .

El citrato

de fentanilo a través de la mucosa oral se debe administrar unos

30 minutos antes realizar de la cirugía (o del procedimiento dolo-

roso) para obtener un efecto óptimo. La concentración plasmática

máxima tras la administración de citrato de fentanilo por la mucosa

oral es de 2,0±0,5ng/ml 15 y 30 minutos después de su administra-

ción, y más tarde disminuye menos de 1ng/ml al cabo de una

hor

a 387

. Al contrario que el fentanilo transdérmico, el citrato de

fentanilo administrado a través de la mucosa oral no genera depó-

sitos en la mucosa después de ser retirado. La biodisponibilidad

sistémica es del 50%, y se debe a la absorción por la mucosa oral y

gastrointestinal. La biodisponibilidad es similar a la de la buprenor-

fina (55%), y mucho mayor que la de la morfina bucal y otros

opioides poco liposolubles. Egan y cols. han demostrado que las

propiedades farmacocinéticas del citrato de fentanilo no se modifi-

can con dosis repetidas y que la disminución de la concentración

plasmática es tan rápida como cuando se administra por vía intra-

venosa

( fig. 17-29 ) 388

. Se ha observado que el citrato de fentanilo

administrado a través de la mucosa oral antes de la intervención

consigue una analgesia adecuada en el postoperatorio en pacientes

pediátricos sometidos a amigdalectomí

a 389 .

Por desgracia, el citrato

de fentanilo provoca vómitos y depresión respiratoria. Asimismo se

ha estudiado como analgésico postoperatorio y para controlar el

dolor oncológico irruptiv

o 390

. Podría constituir un fármaco ideal

para el control del dolor irruptivo en enfermos con cáncer, pues se

absorbe rápidamente y los pacientes pueden administrárselo a sí

mismos de forma sencilla.

También se ha investigado la administración de los opioides

a través de la mucosa nasal. Se han realizado estudios farmacoci-

néticos en voluntarios para el fentanilo, el alfentanilo, el sufentanilo,

el butorfanol, la oxicodona y la buprenorfin

a 391 .

Los tiempos me-

dios para conseguir las concentraciones séricas máximas oscilaban

entre 5 y 50 minutos, mientras que la biodisponibilidad variaba del

46% al 71%. Se han realizado estudios con fentanilo, meperidina y

butorfanol en dolor postoperatorio. Los tiempos medios de inicio

varían entre 12 y 22 minutos, y el tiempo hasta el efecto máximo

oscilaba entre 24 y 60 minutos. En el dolor postoperatorio después

de una cesárea, el butorfanol transnasal consigue una analgesia me­

jor y más prolongada que dosis similares administradas por vía in­

travenos

a 392 .

La analgesia controlada por el paciente con fentanilo

intranasal ha demostrado ser eficaz en el tratamiento del dolor

postoperatori

o 393 .

Entre los efectos secundarios del sufentanilo in-

tranasal en niños se encuentran la disminución de la distensibili-

dad ventilatoria (rigidez de la pared torácica), la hipoxemia y la

interferencia en la ventilación con presión positiva a través de

la mascarilla, así como náuseas y vómito

s 394,395 .

Será necesario in-

vestigar más sobre la administración de fármacos por vía nasal para

el tratamiento del dolor. Los resultados clínicos mejorarán a medi-

da que se produzcan mejorías en los dispositivos de pulverización

nasal y en las formulaciones de opioides.

La inhalación de fentanilo (300

m

g) alcanza unas concentra-

ciones plasmáticas bajas (0,1ng/ml) después de 15 minutos y una

analgesia que puede ser mucho mayor de lo esperad

o 396 .

El fenta-

nilo encapsulado liposomal inhalado también ha demostrado ser

una vía de administración no invasiva, que logra un aumento

rápido y un mantenimiento prolongado de la concentración plas-

mática de fentanil

o 397 .

La inhalación de citrato de fentanilo nebu-

lizado mejora de forma significativa la percepción que el paciente

tiene de su respiración, la frecuencia respiratoria y la saturación de

oxígeno en pacientes oncológicos terminale

s 398 .

Este tratamiento,

barato y fácilmente disponible, puede ofrecer un importante alivio

de la disnea agónica de enfermos terminales. La aparición de sis-

temas especializados y eficientes de administración pulmonar de

fármacos ha facilitado la evaluación de la administración de opioi-

des inhalados, como la morfina y el fentanilo, para el tratamiento

del dolor intenso asociado a cirugía o a enfermedad neoplásic

a 399 .

La mucosa rectal es otra vía de administración de fármacos a

través de la mucosa. La biodisponibilidad de 30mg de morfina de

liberación retardada, formulada como un supositorio, es significativa-

mente mayor que la de las tabletas orales de liberación controlada de

morfina, lo que en parte puede explicarse debido a que con la admi-

572

Farmacología y anestesia

II

Figura 17-29

 Resultados típicos de los cambios en relación con el tiempo de

las concentraciones plasmáticas de fentanilo tras la aplicación de citrato de

fentanilo transmucoso oral (OTCF) y tras la administración intravenosa. Se

administraron tres dosis de 800

m

g de OTFC a intervalos de 6 horas; la

infusión de fentanilo se realizó a un ritmo constante de 50

m

g/min hasta un

total de 15

m

g/kg.

(De Egan TD, Sharma A, Ashburn MA y cols.: Multiple dose

pharmacokinetics of oral transmucosal fentanyl citrate in healthy volunteers

.

Anesthesiology

92:665-673, 2000.)