Table of Contents Table of Contents
Previous Page  650 / 2894 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 650 / 2894 Next Page
Page Background

Los bloqueantes neuromusculares contienen dos iones

amonio cuaternario, que son los epitopos que suele reconocer la

inmunoglobulina E humana específic

a 238 .

Se han descrito casos de

reactividad cruzada entre los bloqueantes neuromusculares y ali-

mentos, cosméticos, desinfectantes y productos industriale

s 238 .

Se

encuentra reactividad cruzada en el 70% de los pacientes con ante-

cedentes de anafilaxia a un bloqueante neuromuscula

r 237 .

Los compuestos esteroideos (p. ej., rocuronio, vecuronio y

pancuronio) no se asocian a una liberación importante de hista-

min

a 217 .

Por ejemplo, una dosis cuatro veces superior a la DE

95

de

rocuronio (1,2mg/kg) no produce una liberación significativa de

histamin

a 239 .

A pesar de todo, el rocuronio y la succinilcolina se

asocian a una incidencia del 43,1 y del 22,6% de anafilaxia en

Franci

a 237 .

Rose y Fishe

r 240

clasificaron al rocuronio y al atracurio

como fármacos con un nivel intermedio de riesgo para provocar

reacciones alérgicas. Observaron también que el incremento de los

casos de anafilaxia notificados con el rocuronio se corresponde

con el mercado de uso del fármaco. Watkin

s 241

afirmó: «La inci-

dencia mucho más elevada de reacciones con rocuronio que ha

sido descrita en Francia es actualmente inexplicable y posible-

mente seguirá sin explicación si los investigadores se limitan a

buscar una respuesta mediada por anticuerpos como explicación

de las reacciones anafilactoides». Actualmente no existen buenas

referencias con las que comparar las pruebas (pruebas de punción

cutánea, pruebas intradérmicas o estudios de inmunoglobulina E),

y las nuevas recomendaciones se encuentran en fase de pro-

puest

a 242 .

Por ejemplo, Laxenaire y Merte

s 243

emplearon una dilu-

ción de rocuronio 1:10 para las pruebas cutáneas intradérmicas,

mientras que Rose y Fishe

r 240

utilizaron la dilución 1:1.000. Levy

y cols

. 244

demostraron que la dilución 1:10 de rocuronio puede

producir resultados falsos positivos en las pruebas intradérmicas

y sugirieron diluir este fármaco al menos 100 veces para prevenir

estos resultados. Estos autores también describieron que concen-

traciones altas (

1

0 –4

 M) de rocuronio y cisatracurio son capaces

de producir una respuesta con formación y desaparición de

habones durante la prueba intradérmica, que se asocia a una

degranulación leve a moderada de mastocitos exclusivamente en

el grupo que recibe cisatracuri

o 244 .

Todos los bloqueantes neuromusculares pueden producir

una inhibición no competitiva de la histamina-

N-

metiltransferasa,

pero la concentración que es necesaria para esta inhibición supera

con mucho la que se utiliza en la práctica clínica, salvo en el caso

del vecuronio, cuyo efecto se manifiesta con 0,1-0,2mg/k

g 245 .

Esto

podría explicar la aparición de broncoespasmo grave en algunos

casos de pacientes que reciben vecuronio

246 .

Interacciones medicamentosas

y otros factores que condicionan

la respuesta ante los bloqueantes

neuromusculares

Una interacción medicamentosa es un fenómeno in vivo que se

produce cuando la administración de un fármaco modifica los

efectos o la cinética de otro. Las incompatibilidades físicas o quí-

micas in vitro

no

se consideran interacciones medicamentosa

s 247 .

Se ha demostrado que muchos fármacos interaccionan con

los bloqueantes neuromusculares o sus antagonistas, y queda fuera

del objetivo de este capítulo revisarlos todo

s 247,248 .

En las secciones

siguientes se comentan algunas de las interacciones medicamento-

sas más importantes con los bloqueantes neuromusculares y sus

antagonistas.

Interacciones entre los bloqueantes

neuromusculares no despolarizantes

La mezcla de dos bloqueantes neuromusculares no despolarizantes

puede ser aditiva o sinérgica. No se han descrito reacciones de

antagonismo en esta clase de fármacos. Se han demostrado inte-

racciones aditivas tras la administración de fármacos relacionados

a nivel químico, como el atracurio y el mivacuri

o 249 ,

o tras la coad-

ministración de diversos pares de bloqueantes neuromusculares

esteroideo

s 103 .

Por otro lado, las combinaciones de bloqueantes

neuromusculares que no se parecen a nivel estructural (p. ej., un

bloqueante esteroideo con una bencilisoquinolina), como el pan-

curonio y la dT

c 250 ,

el pancuronio y la metocurin

a 250 ,

el rocuronio

y el mivacurio

149

o el rocuronio y el cisatracuri

o 112 ,

producen una

respuesta sinérgica.

Lebowitz y cols

. 250

fueron los primeros en introducir la

administración de dos bloqueantes neuromusculares combinados

en un intento por reducir los efectos secundarios cardiovasculares

de los bloqueantes neuromusculares, porque al administrarlos

combinados se podían proporcionar dosis más bajas de ambos. Se

observa una ventaja adicional (un inicio de acción rápido y una

duración corta) con las combinaciones de mivacurio y rocuro-

ni

o 149 .

Aunque se desconocen los mecanismos exactos que son

responsables de la interacción sinérgica, entre las hipótesis que se

han planteado destaca la existencia de múltiples sitios de unión a

nivel de la unión neuromuscular (receptores presinápticos y post-

sinápticos

) 251

y la no equivalencia de las afinidades de unión por

las dos subunidades

a

(

a

H

y

a

L

). Además, la inhibición de la buti-

rilcolinesterasa por el pancuronio provoca una menor eliminación

plasmática del mivacurio, con una marcada potenciación del

bloqueo neuromuscula

r 252 .

Hay que recordar que la respuesta farmacodinámica frente

al uso de dos bloqueantes no despolarizantes distintos durante la

anestesia depende no sólo de los fármacos específicos empleados,

sino también de la secuencia de su administració

n 253,254 .

Se necesi-

tan aproximadamente tres semividas para conseguir un recambio

clínico (de forma que se elimine el 95% del primer fármaco) y para

que la duración del bloqueo empiece a tener las características del

segundo fármaco. Tras la administración de pancuronio, la recu-

peración de las dos primeras dosis de mantenimiento de vecuronio

se prolonga, aunque este efecto se hace despreciable a partir de la

tercera dosi

s 253 .

De un modo parecido, Naguib y cols

. 249

observaron

que la duración media de la primera dosis de mantenimiento de

mivacurio hasta la recuperación del 10% de la primera contracción

fue significativamente más larga después de administrar atracurio

(25 minutos) que cuando se administró mivacurio (14,2 minutos).

Sin embargo, la duración de la segunda dosis de mantenimiento de

mivacurio tras el atracurio (18,3 minutos) fue similar a la del mi­

vacurio tras el mivacurio (14,6 minutos).

Esta aparente prolongación de la acción de la primera dosis

de mantenimiento de mivacurio administrada tras el atracuri

o 249

y

la prolongación descrita con el vecuronio tras el pancuroni

o 253,254

no están relacionadas con un proceso de sinergismo. Las combina-

ciones de atracurio y mivacuri

o 249

y vecuronio y pancuroni

o 103

son

sencillamente aditivas. Sin embargo, esta prolongación de la dura-

ción de la acción se puede explicar por las concentraciones relativas

de estos fármacos a nivel del receptor. Dado que la mayoría de los

receptores siguen ocupados por el fármaco administrado inicial-

mente, el perfil clínico dependerá de la cinética o la dinámica (o

ambas) del fármaco administrado en primer lugar más que del

segundo (mantenimiento). Sin embargo, cuando se incrementa la

dosis del segundo fármaco, un porcentaje cada vez mayor de recep-

tores queda ocupado por este compuesto y su perfil clínico se hace

evidente.

650

Farmacología y anestesia

II