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Anestésicos locales

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Sección II

Farmacología y anestesia

© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito

Gracias a la posibilidad de colocar la aguja de modo muy

preciso utilizando bloqueos guiados por ultrasonidos, se ha vuelto

evidente que el volumen efectivo medio para lograr un bloqueo

eficaz puede obtenerse con volúmenes menores de los recomenda-

dos en algunas series clínicas previas basadas en métodos tradicio-

nales de localización de la aguja. Por ejemplo, en un reciente ensayo

aleatorizado para estudiar la dosis adecuada para el bloqueo del

nervio femoral, los volúmenes medios para lograr un bloqueo

motor y sensitivo profundo con una eficacia del 50% o del 95%

a los 30 minutos bajo guía ecográfica fueron un 57% y un 54% de

los volúmenes correspondientes con el uso de la estimulación ner-

vios

a 38 .

Los lectores interesados habrán notado la gran amplitud de

los intervalos de confianza encontrados en este estudio y les animo

a leer un trabajo reciente sobre algunos aspectos del diseño esta-

dístico de los estudios de dosis-respuesta que afectan a todos los

tipos de anestésico

s 39 .

Al existir consideraciones por temas de toxi-

cidad, el objetivo de la mayoría de las situaciones clínicas debería

ser elegir las dosis que proporcionen grandes índices de eficacia; es

decir, una dosis efectiva en el 95% de los pacientes (DE

95

) es por lo

general una guía más importante para elegir la dosis que la DE

50

.

No debemos fracasar en el 50% de las ocasiones

40 .

Uso de vasoconstrictores

Las soluciones anestésicas suelen asociar un compuesto vasoconstric-

tor, generalmente la adrenalina (5

m

g/ml o al 1:200.000), para dismi-

nuir la tasa de absorción vascular, permitiendo así que más moléculas

del anestésico alcancen la membrana nerviosa, lo que mejora la pro-

fundidad y duración de la anestesia, y para reducir el riesgo de una

inyección intravascular involuntari

a 41

. Las pruebas de dosificación

con adrenalina pueden producir falsos negativos y positivos.Algunas

de estas fuentes de error han sido descritas en grupos de pacientes

específicos, como en adultos y niños sometidos a anestesia general,

embarazadas durante el parto y pacientes en tratamiento con

b

-blo-

queantes. A pesar de estas limitaciones, las pruebas de dosificación

poseen utilidad en un elevado número de situaciones clínica

s 42 .

La adrenalina al 1:200.000 proporciona un grado de vaso-

constricción óptimo cuando se añade a la lidocaína para su aplica-

ción epidural o intercosta

l 43 .

La noradrenalina y la fenilefrina también

han sido empleadas con fines vasoconstrictores, pero no presentan

ninguna ventaja adicional sobre la adrenalina.

La prolongación del efecto anestésico atribuible a la adrena-

lina depende del anestésico local con el que se combine y del sitio

de inyección. La adrenalina prolonga de manera significativa el

efecto de la anestesia por infiltración y del bloqueo nervioso peri-

férico logrado por fármacos de acción corta (p. ej., la lidocaína). La

adrenalina prolonga de modo leve la duración del bloqueo de la

anestesia epidural o de los bloqueos periféricos con bupivacaína

44 .

Los receptores

a

2

-adrenérgicos de la médula espinal activan meca-

nismos analgésicos endógenos, y la mayor profundidad de la acción

analgésica producida por la adrenalina y la clonidin

a 45 ,

un agente

a

2

-agonista, tras su administración epidural o intratecal, puede

deberse tanto a sus mecanismos farmacodinámicos como a su

acción farmacocinética (vasoconstrictora).

Lugar de inyección

La administración intratecal o subcutánea del anestésico local es la

que logra el comienzo más rápido y de menor duración de la acción

anestésica. La latencia y la duración más prolongadas se observan

en los bloqueos del plexo braquial. Por ejemplo, el efecto de la

administración intratecal de bupivacaína se alcanza a los 5 minutos

y persiste durante 3-4 horas. Sin embargo, cuando el mismo fármaco

se emplea para el bloqueo del plexo braquial, su acción tarda 20-

30 minutos en manifestarse y el efecto anestésico (o al menos la

analgesia) dura aproximadamente 10 hora

s 28 .

Estas diferencias en la

latencia y la duración del efecto anestésico y analgésico se deben en

parte a las características anatómicas del sitio de inyección, que al

influir en la tasa de difusión y absorción vascular, afectan la cantidad

de fármaco que debe emplearse en los diferentes tipos de anestesia

regional. En el espacio subaracnoideo, por ejemplo, la ausencia de

una vaina nerviosa alrededor de la médula espinal y el depósito

de la solución anestésica en la inmediata vecindad de la médula

espinal son los responsables de la rapidez en el inicio del efecto

anestésico, mientras que la cantidad relativamente pequeña de

fármaco empleado en la anestesia raquídea explicaría la corta dura-

ción del bloqueo de la conducción nerviosa.

Por otro lado, el comienzo del efecto anestésico en un

bloqueo del plexo braquial es lento porque el fármaco suele depo-

sitarse a cierta distancia del nervio y debe difundir a través de

varias barreras tisulares antes de alcanzar la membrana nerviosa.

La duración prolongada del bloqueo del plexo braquial puede rela-

cionarse con varios factores, entre los que se incluyen la tasa com-

parativamente más lenta de absorción vascular por parte de la

vaina del plexo braquial, la mayor dosis de fármaco requerida para

este tipo de anestesia regional y la mayor longitud relativa de los

segmentos de los nervios expuestos al anestésico local.

Carbonación y ajuste del pH de los anestésicos locales

La adición de bicarbonato sódico a una solución de anestésico local

que va a aplicarse en un nervio aislado acelera el inicio de su acción

y disminuye la concentración mínima (C

m

) necesaria para bloquear

la conducción nerviosa

46 .

Aunque el efecto del anhídrido carbónico

sobre la actividad del anestésico local es fácilmente demostrable en

un nervio aislado, existe controversia acerca de la utilidad clínica de

las soluciones de anestésicos locales carbonatada

s 47

.

También se ha descrito que el inicio del bloqueo de la con-

ducción nerviosa es más rápido tras la adición de bicarbonato sódico

a la solución de anestésico loca

l 47 .

El aumento del pH de la solución

anestésica local aumenta la cantidad de fármaco en la forma básica

no cargada, lo que debería elevar la tasa de difusión a través de la

vaina y de la membrana nerviosa y dar lugar a un inicio más rápido

de la acción anestésica. En algunos estudio

s 47

se ha observado cómo

la alcalinización de las soluciones de bupivacaína o lidocaína acelera

el inicio del bloqueo epidural o del plexo braquial,mientras que otros

autores no han observado dicho efecto

s 48

.

Combinaciones de anestésicos locales

La combinación de varios anestésicos locales para la anestesia

regional se emplea en ocasiones con la intención de compensar la

corta duración de la acción de algunos agentes cuyo inicio de

acción es rápida, como la cloroprocaína y la lidocaína, y la gran

latencia de los agentes que presentan una acción más duradera,

como la tetracaína y la bupivacaína. La combinación de cloropro-

caína y bupivacaína ofrece en teoría ventajas clínicas importantes

debido al rápido inicio y la baja toxicidad sistémica de la cloropro-

caína y a la larga duración de la acción de la bupivacaína; sin

embargo, los resultados clínicos de los estudios de combinaciones

han sido heterogéneos

49 .

Además, la utilización de catéteres en

muchas formas de anestesia regional permite comenzar con un

anestésico local con un inicio de acción rápido, como la lidocaína,

la mepivacaína o la cloroprocaína y continuar después con una

infusión de un anestésico local de acción más corta o más prolon-

gada. Por el contrario, debe evitarse el empleo de dosis máximas

de dos anestésicos locales en combinación, que se basa en la creen-

cia errónea de que sus toxicidades son independiente

s 50

. En ausen­

cia de más datos objetivos, se debe suponer que las toxicidades

poseen un carácter aditivo.

Embarazo

En la mujer embarazada, la extensión y profundidad de la

anestesia raquídea y epidural es mayor que en la no embarazada