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tes) que el grupo que incrementó de peso y mostró una reducción

de la albúmina sérica (8 de 16 pacientes tuvieron 15 complicacio-

nes)

( fig. 25-3 )

. Estos datos se corresponden con los obtenidos en

los estudios de la Veterans Administration (VA), en los que se des-

cribió que la concentración de albúmina sérica era uno de los

predictores más potentes de la evolución perioperatoria

45 .

Las principales complicaciones de la hiperalimentación son

la sepsis y las alteraciones metabólicas. Las vías centrales emplea-

das para la NPT deben colocarse con una técnica totalmente

aséptica y no se deberían emplear de forma habitual para la

administración intravenosa de fármacos. Las principales complicaciones metabólicas de la NPT se relacionan con las deficiencias y

el desarrollo de cuadros hiperosmolares. Las complicaciones del

glucosado hipertónico se pueden desarrollar en pacientes con

insuficiente insulina (diabetes mellitus) para poder metabolizar el

azúcar o cuando se desarrolla una resistencia a la insulina (por

quemaduras, uremia o sepsis).

La reducción gradual de la velocidad de infusión de la NPT

previene la hipoglucemia que puede aparecer cuando se interrumpe

de forma súbita. Por tanto, la velocidad de infusión de la NPT se

debería reducir la noche previa a la anestesia y cirugía o mantenerla

a la velocidad actual durante toda la intervención. El principal

motivo para retrasar o interrumpir la NPT antes de la anestesia es

evitar una hiperosmolaridad intraoperatoria secundaria a una infu-

sión rápida accidental de la solución o la hipoglucemia si la infusión

se suspende por elevadas concentraciones endógenas de insulina o

bajas concentraciones de glucosa existentes en las soluciones de

cristaloides habituale

s 45

. La hipofosfatemia es una complicación

especialmente grave que se debe a la administración de soluciones

sin fosfatos o pobres en los mismos para la hiperalimentación. Las

bajas concentraciones de fosfato sérico determinan un desplaza-

miento de la curva de disociación del oxígeno hacia la izquierda. La

consiguiente baja concentración de 2-3-difosfatoglicerato y adeno-

sina trifosfatasa implica que debería aumentar el gasto cardíaco para

mantener igual el aporte de oxígeno. Una hipofosfatemia de menos

de 1mg/dl de sangre puede producir una anemia hemolítica, insu-

ficiencia cardíaca, taquipnea, síntomas neurológicos, convulsiones y

muerte. Además, la NPT a largo plazo se asocia a deficiencias de los

elementos traza, como cobre (anemia refractaria), cinc (alteraciones

de la cicatrización) y magnesio.

Por estos motivos, un autor (M.F.R.) ha adoptado las siguien-

tes prácticas. La infusión de NPT o nutrición enteral se reduce la

noche antes de la cirugía y se añade una solución de glucosado al

5-10% en el preoperatorio. Si la glucemia y las concentraciones de

fosfato y potasio séricas (medidas en el preoperatorio) son anor-

males, se deben normalizar. Se mantiene una asepsia estricta. De

forma alternativa, se debería mantener la infusión de la NPT

usando un sistema de bomba o la nutrición enteral manteniendo

de forma estricta la velocidad normal y la asepsia y se administran

todos los líquidos a través de una vía intravenosa distinta para

realizar una inducción de la anestesia mediante secuencia rápida

(en los pacientes que reciben nutrición enteral).

Disfunción corticosuprarrenal

La corteza suprarrenal produce tres clases fundamentales de hormo-

nas: andrógenos, glucocorticoides y mineralocorticoides. En cada

clase el exceso o deficiencia de hormona produce un síndrome

clínico característico. El uso generalizado de esteroides puede condi-

cionar que la corteza suprarrenal no sea capaz de responder con

normalidad a las exigencias que se generan por el traumatismo qui-

rúrgico y la cicatrización posterior. El aumento de la realización de

tomografías computarizadas (TC) abdominales no indicadas ha

implicado que muchas masas suprarrenales se hayan descubierto de

forma incidental, por desgracia. Estos «incidentalomas» suprarrena-

les,que se llaman así porque inicialmente se consideraban un hallazgo

casual descubierto mediante una tomografía no indicada, han resul-

tado ser más graves. Hasta el 30% tienen actividad hormonal; en una

reciente revisión de 2.000 masas de este tipo, un 82% no tenían

actividad hormonal, un 5,3% correspondieron a adenomas secreto-

res de cortisona, un 5,1% fueron feocromocitomas, un 4,7% carcino-

mas suprarrenales, un 2,5% metástasis de tumores no sospechadas y

un 1% adenomas secretores de aldosterona. Por tanto, los incidenta-

lomas deben ser estudiados seriamente. Existen varios puntos impor-

tantes en el tratamiento relacionados con la corteza suprarrenal.

No se dispone de comparaciones controladas sobre el trata-

miento perioperatorio de los pacientes con trastornos de la función

suprarrenal, aunque cada vez se emplean con más frecuencia este-

roides y existen algunos ensayos sobre usos específicos.Sin embargo,

una revisión de los posibles cambios fisiopatológicos de la corteza

suprarrenal y las técnicas para su tratamiento debería permitirnos

mejorar la asistencia perioperatoria de los enfermos con trastornos

suprarrenales.

Propiedades fisiológicas de las hormonas

corticosuprarrenales

Andrógenos

La androstenodiona y la dehidroepiandrosterona, andrógenos

débiles producidos en la corteza suprarenal, son la principal fuente

de andrógenos en las mujeres (y han adquirido importancia porque

los jugadores de béisbol los consumen o se hacen adictos a estas

sustancias para tratar de conseguir mejores resultados). La secre-

ción excesiva de andrógenos produce masculinización, seudopu-

bertad o seudohermafroditismo femenino. En algunos tumores los

andrógenos se convierten en una sustancia estrogénica, en cuyo

caso se produce feminización. Estos pacientes no necesitan una

valoración anestésica especial. Algunos defectos enzimáticos con-

génitos que causan alteraciones de los andrógenos provocan

también alteraciones de los gluco y los mineralocorticoides, que

deberían ser valoradas antes de la cirugía. La mayor parte de los

844

Control de la anestesia

III

Figura 25-3

 La respuesta frente a la hiperalimentación A (repleción), medida

por la variación de las concentraciones de albúmina sérica, predijo el

resultado de la cirugía. Los pacientes que respondieron (B) al soporte

nutricional con aumento de las concentraciones de albúmina evolucionaron

de una forma significativamente mejor que los pacientes en los que la

albúmina no aumentó (C). Véase una explicación más completa en el texto.

(Adaptado de Starker PM, Group FE, Askanazi J, y cols.: Serum albumin levels

as an index of nutritional support.

Surgery

91:194, 1982.)