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piel delgada, formación rápida de hematomas y estrías. Es frecuente

la atrofia muscular, que suele respetar el corazón y el diafragma.

Una prueba para diagnosticar este síndrome es pedir al paciente

que se levante de la silla sin apoyarse en las manos. La incapacidad

de hacerlo indica debilidad muscular proximal compatible con el

síndrome de Cushing. Los pacientes suelen sufrir osteopenia como

consecuencia de una menor formación de matriz ósea con altera-

ciones en la absorción del calcio. Es frecuente observar retención

de líquidos e hipertensión (por el incremento del sustrato renina y

la reactividad vascular producida por los glucocorticoides). Estos

pacientes pueden presentar hiperglucemia e incluso diabetes melli-

tus por la inhibición del uso periférico de la glucosa y también por

una acción antiinsulina y por la estimulación simultánea de la

gluconeogenia

( tabla 25-5 )

.

La causa más frecuente del síndrome de Cushing es la admi-

nistración de glucocorticoides por procesos, como artrosis, asma y

alergia

s 49 .

En estos procesos las glándulas suprarrenales se atrofian

y no pueden responder ante situaciones de estrés (p. ej., el período

preoperatorio o previo a un procedimiento) secretando más este-

roides. Por tanto, en el perioperatorio pueden ser necesarios más

glucocorticoides (v. sección posterior «Pacientes que toman este-

roides por otros motivos»). El síndrome de Cushing espontáneo se

puede relacionar con la producción hipofisaria de ACTH (65-75%

de todos los casos espontáneos), en general en relación con un

microadenoma hipofisario, o bien con una producción ectópica no

endocrina de ACTH (sobre todo en tumores pulmonares, pan-

creáticos o tímicos

) 50

. Un 10-20% de los casos de síndrome de

Cushing espontáneo se deben a un proceso independiente de

ACTH, que puede ser un adenoma o carcinoma suprarrenal.

Las consideraciones especiales para el preoperatorio de los

pacientes con síndrome de Cushing incluyen regulación de la diabe-

tes y la hipertensión y mantenimiento de un volumen de líquido

intravascular y concentraciones de electrólitos normales. La produc-

ción ectópica de ACTH puede causar una importante alcalosis hipo-

potasémica. El tratamiento con el antagonista de aldosterona,

espironolactona, detiene la pérdida de potasio y ayuda a movilizar el

exceso de líquidos. Dada la alta incidencia de osteopenia grave y el

riesgo de fracturas, se debe prestar especial atención a la colocación

del paciente.Además, los glucocorticoides son linfolíticos e inmuno-

supresores, por lo que aumentan la susceptibilidad del paciente a las

infecciones. La fuerza ténsil de las heridas en curación se reduce en

presencia de glucocorticoides, un efecto que se puede revertir al

menos en parte mediante la administración tópica de vitamina A.

Algunas consideraciones específicas son propias del abordaje

quirúrgico de cada causa de síndrome de Cushing. Por ejemplo, casi

tres cuartas partes de los casos de enfermedad de Cushing espon-

tánea se deben a un adenoma hipofisario secretor de ACTH. Uno

de los autores (M.F.R.) realiza un tratamiento distinto de los pacien-

tes que tienen enfermedad de Cushing y un microadenoma hipofi-

sario y de los que tienen un adenoma hipofisario asociado a

amenorrea y galactorrea. Un paciente con enfermedad de Cushing

suele sangrar más y (a partir de algunas pruebas anecdóticas) parece

que tiene una presión venosa central más alta (PVC). Por tanto,

durante la resección transesfenoidea de estos tumores, la práctica es

monitorizar de forma habitual la PVC y mantenerla en el extremo

inferior de la normalidad. En otros casos de resección transesfenoi-

dea de microadenomas esta monitorización no se suele necesitar.

Un 10-15% de los pacientes con síndrome de Cushing pre-

sentan una hiperproducción suprarrenal de glucocorticoides en

relación con un adenoma o carcinoma suprarrenal. Si se planifica

una resección uni o bilateral de la glándula suprarrenal, nosotros

solemos empezar a administrar glucocorticoides cuando se empieza

a resecar el tumor. A pesar de que no existen estudios definitivos,

normalmente administramos 100mg de hidrocortisona hemisuc-

cinato o fosfato cada 24 horas por vía intravenosa. Posteriormente

se reduce la dosis en un período de 3-6 días hasta llegar a la dosis

de mantenimiento. A partir del día tercero, los cirujanos con los

que hemos trabajado administran también un mineralocorticoide,

9

a

-fluorocortisol (0,05-0,1mg/día). En algunos pacientes ambos

esteroides pueden necesitar varios ajustes. Este tratamiento se

mantiene en pacientes sometidos a una resección bilateral de la

suprarrenal. Cuando la resección es unilateral, el tratamiento se

deberá individualizar en función de la situación de la glándula

residual. La incidencia de neumotórax en la resección suprarrenal

abierta se aproxima al 20%; el diagnóstico de neumotórax se debe

descartar y comenzar el tratamiento antes de cerrar la herida. Este

problema casi ha desaparecido desde la utilización de la técnica

laparoscópica, lo que implica que los pacientes sometidos a una

resección abierta necesitan una vigilancia mucho más estrecha.

La suprarrenelectomía bilateral en pacientes con síndrome de

Cushing se asocia a una elevada incidencia de complicaciones pos-

toperatorias y una mortalidad perioperatoria importante (superior

incluso a la cirugía cardíaca) del 5-10%; con frecuencia se asocia a

deficiencia permanente de glucocorticoides y mineralocorticoides.

Un 10% de los pacientes con síndrome de Cushing que se someten

a una suprarrenalectomía tienen un tumor hipofisario no diagnos-

ticado. Cuando se reducen las concentraciones altas de cortisol con

la cirugía de extirpación suprarrenal, el tumor hipofisario aumenta

de tamaño. Estos tumores hipofisarios pueden ser infiltrantes y

pueden producir grandes cantidades de ACTH y hormona estimu-

ladora de los melanocitos, por lo que aumentan la pigmentación.

Los tumores suprarrenales son incidentalomas en al menos

un 85% de los casos, es decir se descubren de forma incidental

durante TC de detección selectiva (en gran parte no indicados). Se

encuentran adenomas suprarrenales no funcionantes en los pacien-

tes autopsiados, con frecuencias que oscilan entre el 1 y el 32%

846

Control de la anestesia

III

Tabla 25-5

 Características clínicas del hiperadrenalismo (síndrome de

Cushing) y del hipoadrenalismo

Síndrome de Cushing

Hipoadrenalismo

Obesidad central

Adelgazamiento

Debilidad muscular proximal

Debilidad, fatiga, obnubilación

Osteopenia a edad temprana

Dolor muscular y articular y

lumbalgia

Hipertensión

Hipotensión postural y mareo

Cefalea

Cefalea

Trastornos psiquiátricos

Anorexia, náuseas, dolor abdominal,

estreñimiento, diarrea

Estrías púrpura

Equimosis espontáneas

Cara pletórica

Hiperpigmentación

Hiperpigmentación

Hirsutismo

Acné

Alcalosis hipopotasémica

Hiperpotasemia, hiponatremia

Intolerancia a la glucosa

Hipoglucemia ocasional

Cálculos renales

Hipercalcemia

Poliuria

Uremia prerrenal

Trastornos menstruales

Leucocitosis