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Pacientes sometidos a un trasplante renal

Más de 175.000 pacientes han recibido trasplantes renales (frente

a 300.000 que se someten a diálisis actualmente en EE.UU.). Un

50% siguen vivos, aunque un tercio se deben realizar diálisis (unos

60.000 pacientes están esperando un trasplante

) 360 .

Cuando estos

pacientes se realizan una cirugía posterior, se debe determinar el

estado de su función renal (es decir, si tienen una función renal

normal, riñones insuficientes pero que siguen funcionando o una

nefropatía terminal que necesita hemodiálisis). La descripción de

los efectos secundarios de los fármacos inmunodepresores también

se debe realizar. Los fármacos que se emplean preoperatoria o

intraoperatoriamente para prevenir el rechazo agudo pueden tener

efectos secundarios graves, por lo que es recomendable una moni-

torización estrecha de la glucemia y la función cardiovascula

r 342,361 .

Dado que el trasplante renal aumenta en gran medida el riesgo de

infecciones, es muy importante evitar la monitorización invasiva y

prevenir la contaminación cruzada de los pacientes.

Fármacos en pacientes con insuficiencia renal

Los pacientes con uremia renal tienen un riesgo triple o más de sufrir

una reacción farmacológica adversa frente a los pacientes con una

función renal norma

l 362-364

. El riesgo aumenta por dos condiciones.

1) Se producen efectos farmacológicos excesivos por la elevada con-

centración del fármaco o sus metabolitos (p. ej., el metabolito de

meperidina) en la sangre por los cambios fisiológicos de los tejidos

diana inducidos por el cuadro de uremia. Un ejemplo sería la seda-

ción excesiva en un paciente urémico con concentraciones sanguí-

neas convencionales de los fármacos hipnóticos-sedantes. 2) La

administración excesiva de los electrólitos con los fármacos también

aumenta el riesgo de reacciones adversas. Por ejemplo, la penicilina

suele contener 1,7 mEq de potasio por millón de unidade

s 362-364 .

La

administración de dosis convencionales de fármacos que dependen

de la excreción renal para su eliminación puede determinar que se

acumule y aumente el efecto farmacológico. Bennett y cols

. 362

han

elaborado unas recomendaciones de dosificación para muchos de los

fármacos que administran los anestesistas en pacientes con o sin

insuficiencia renal. Por ejemplo, los pacientes con una nefropatía

terminal necesitaron unas dosis significativamente mayores de pro-

pofol para conseguir el criterio de resultado hipnosis en compara-

ción con los pacientes con una función renal norma

l 364

.

Enfermedad infecciosa

Dado que se suele recomendar no realizar cirugías, salvo las de

urgencias o esenciales (p. ej., drenaje de un absceso) cuando existe

un proceso infeccioso agudo y dado que la insuficiencia renal se

puede deber a los antimicrobiano

s 334,336,337 ,

cuando exista una infec-

ción se debe valorar preoperatoriamente la función renal y las

lesiones orgánicas secundarias a la insuficiencia renal. La adminis-

tración profiláctica de antibióticos (v.

tabla 25-11 )

ayuda a prevenir

la sepsis derivada de las intervenciones bacteriémica

s 365 .

Si se con-

siguen concentraciones terapéuticas de un antibiótico y mejora la

fiebre (posiblemente por unas menores concentraciones de inter-

leucina 2 liberada), el anestesista se puede plantear la anestesia

medular (siguiendo criterios de riesgo-beneficio) cuando exista

una infección agud

a 366 .

La sepsis es la principal causa de morbilidad postoperato-

ri

a 334,337 ,

posiblemente por la reducción de la resistencia vascular

sistémica asociada a la activación del sistema del complemento y

otros mediadores. Por tanto, la atención a los efectos del antibió-

tico se debe complementar con un control del estado de volumen

intravascula

r 334-337,367,368 .

El grado de alteración del órgano infec-

tado y su efecto sobre la anestesia también se deben valorar. Por

ejemplo, en la endocarditis se debe valorar el estado de la volemia;

los antibióticos y otros tratamientos farmacológicos y sus efectos

secundarios

369 ;

la función miocárdica; y la función renal, pulmo-

nar, neurológica y hepática, dado que estos sistemas orgánicos se

pueden afectar por la endocarditis.

Aunque todas las cirugías, salvo las esenciales o de urgencia,

están prohibidas cuando existe un proceso infeccioso agudo (v.

también la sección sobre infecciones respiratorias altas en la

sección pulmonar de estos capítulos), muchas de estas enfermeda-

des (p. ej., gripe y neumonía neumocócica) e incluso los trastornos

inflamatorios se están haciendo menos frecuentes por el éxito de

las recomendaciones y programas de vacunació

n 370 .

Además,

aunque las infecciones agudas son menos frecuentes, las cirugías

en pacientes con enfermedades virales crónicas, como hepatitis y

VIH, son cada vez más frecuentes. Muchos de estos enfermos

pueden sufrir también infecciones oportunistas, como tuberculo-

sis, o tener otros problemas sistémicos. No está claro si la anestesia,

la cirugía o ambas pueden agravar estas infecciones o sus manifes-

taciones sistémicas.

Al menos se deben considerar dos aspectos preoperatorios:

el aislamiento del paciente para prevenir su contaminación y la de

los profesionales sanitarios. Estas preocupaciones son fundadas y

son la base de varias obras publicadas. Las infecciones nosocomia-

les son un origen importante de morbilidad posquirúrgica y se han

reducido de forma radical mediante prácticas, como el lavado de

mano

s 371,372

. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)

y muchas formas de hepatitis (A, B y C) parecen debidas a infec-

ción viral, pero necesitan el contacto directo con sangre o líquidos

886

Control de la anestesia

III

Tabla 25-18

 Características del tratamiento de sustitución renal

Tratamiento de sustitución renal

Bomba de sangre

Líquido de sustitución (LS)/dializado (D)

Uso intraoperatorio

Hemodiálisis convencional intermitente

D

No

Diálisis peritoneal

No

D

No

Ultrafiltración continua lenta

Sí/no

Ninguno

Hemodiálisis arteriovenosa continua

No

D

No

Hemodiafiltración arteriovenosa continua

No

LS/D

No

Hemofiltración venovenosa continua

LS

Hemodiálisis venovenosa continua

D

Hemodiafiltración venovenosa continua

LS/D

Tomado de Petroni KC, Cohen NH: Continuous renal replacement therapy: Anesthetic implications.

Anesth Analg

94:1288-1297, 2002, con autorización.