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Control de la anestesia

III

Evaluación preanestésica y reprogramación

del marcapasos

El control preanestésico del paciente con un MP comprende la

evaluación y optimización de las enfermedades coexistentes (v.

también cap. 24). Las recomendaciones de la ACC sugieren que las

pruebas cardiológicas (pruebas de esfuerzo, ecocardiogramas)

deberían ser dictadas por las enfermedades subyacentes, los trata-

mientos farmacológicos y los síntomas de los pacientes, el intervalo

desde la última prueba y la intervención programad

a 11

.

No se requieren pruebas de laboratorio o radiografías especia-

les en los pacientes con MP convencionales. Las radiografías de tórax

no suelen mostrar la existencia de problemas con los cables; no todos

los dispositivos tienen marcas de referencia radiológicas, y una radio-

grafía de tórax estándar puede no mostrar el generador o sus marcas

de referencia.Sin embargo,un paciente con unMP (oDCI) BiV puede

necesitar una radiografía de tórax para documentar la posición del

cable del seno coronario (SC), sobre todo si se planifica la colocación

de una vía central. En la actualidad, no existen datos o recomendacio-

nes sobre la colocación de una vía central en el caso de un cable del

seno coronario y,debido a que estos cables no tienen fijaciones,pueden

desplazarse con más facilidad que el de un MP (o DCI) estándar. De

hecho, en los estudios iniciales, se encontró un desplazamiento espon-

táneo del cable del SC en más del 11% de los paciente

s 41,42 .

Las principales características de la evaluación preanestésica de

los dispositivos se presentan en el Apéndice I. Entre las recomendacio-

nes actuales de la NASPE y de Medicare están la evaluación telefónica

cada 4-12 semanas (según el tipo de dispositivo y la edad) y una eva-

luación directa (es decir, una consulta al programador) al menos una

vez al añ

o 7

.En un resumen reciente,Rozner y cols.notificaron un grado

considerable de falta de cumplimiento de estas recomendaciones en

161 pacientes consecutivos, así como la necesidad de sustituir el 5% de

los MP de forma preoperatoria, por agotamiento de la baterí

a 43 .

La

evaluación telefónica proporciona cierta seguridad sobre la duración

de la batería, pero no confiere una evaluación rigurosa del sistema del

marcapasos. En la actualidad, las recomendaciones del ACC sugieren

la oportuna evaluación preoperatoria de cada marcapaso

s 11 .

En los MP actuales, la consulta al programador sigue siendo el

método más fiable para evaluar el voltaje de la batería, su impedancia,

el rendimiento del electrodo y la idoneidad de los ajustes actuales.

Debería prestarse especial atención a los pacientes de países donde los

MP podrían reutilizars

e 44 ,

pues la vida de la batería (en general, 5-7

años) tal vez no esté relacionada con la duración del implante en el

paciente concreto. En cualquier MP con un voltaje de batería inferior

a 2,6 voltios o una impedancia (si se dispone de esta medición) supe-

rior a 3.000 ohmios, debería consultarse al fabricante sobre la necesi-

dad de sustitución programada del dispositivo antes de una cirugía.

La reprogramación adecuada

( cuadro 33-3

) es la forma más

segura de evitar problemas intraoperatorios, sobre todo si se usa el

bisturí eléctrico monopolar. Muchos fabricantes de MP están dis-

puestos a ayudar en esta tarea. Sin embargo, la evaluación de cual-

quier aparato con o sin reprogramación requiere una prescripción

médica y la supervisión de un médico bien formad

o 52

. Las reco-

mendaciones y los protocolos del hospital deberían hacer constar

la necesidad de que un médico competente revise y valide cual-

quier actuación hecha por un representante de la empresa.

La reprogramación de un MP a una estimulación asincrónica

con una frecuencia superior a la que tiene de base el enfermo a

menudo asegura que no existirá sobredetección durante una IEM,

con lo que se protege al paciente. Sin embargo, existe un caso regis-

trado en el que un dispositivo de Teletronics abriría su circuito de

salida (es decir, no emitiría ningún estímulo) en presencia de una

IEM de alto voltaj

e 53 .

Además, en nuestro centro se han observado

dos MP en el modo DOO que redujeron su frecuencia durante el

uso de un bisturí eléctrico para realizar coagulación monopolar, al

parecer por una pérdida considerable de corriente desde la batería.

La reprogramación de un dispositivo

no lo protegerá

de daños internos o del reajuste producido por IEM. Además, el

ajuste de un dispositivo en el modo asincrónico hace que el MP

Figura 33-6

 Taquicardia mediada por marcapasos (TMM) después de retirar el imán de un marcapasos. Esta paciente tenía un marcapasos bicameral implantado por

una enfermedad del nodo auriculoventricular (AV), y dependía de la actividad ventricular del marcapasos. Tenía una frecuencia sinusal de 75/min antes de la aplicación

del imán con una estimulación ventricular adecuada (no se muestra el registro). Su retraso AV programado es de 200 ms. Al aplicar el imán, su marcapasos producía

una estimulación secuencial AV asincrónica (modo DOO) a una frecuencia de 60/min. Este registro corresponde a un electrocardiógrafo que aumenta el artefacto del

marcapasos con

flechas negras descendentes

. Debido a que la frecuencia asincrónica «de imán» de este dispositivo es menor que la frecuencia auricular intrínseca de

la paciente, muchos de los estímulos auriculares se aplicaron durante un período refractario auricular (denominado ausencia de captura funcional). Una consecuencia

de esto puede ser una conducción nodal AV retrógrada con despolarización auricular después de la despolarización ventricular. Las ondas P retrógradas se muestran

con las

flechas rojas ascendentes

. Mientras el imán está aplicado, esta despolarización retrógrada de las aurículas se ignora. Poco después de retirar el imán (se

muestra), se produjo una activación ventricular estimulada, seguida por una conducción nodal AV retrógrada. Con la siguiente despolarización de las aurículas a partir

de esta conducción retrógrada, el marcapasos detectó una activación auricular y respondió estimulando el ventrículo 200 ms después. Aún aparece otra onda P

retrógrada, y cada estimulación en respuesta a una onda P retrógrada creó otra estimulación ventricular. El resultado es una TMM a la máxima frecuencia de

seguimiento (programada en este caso a 130/min) del marcapasos. La TMM por la conducción nodal AV retrógrada puede producirse en cualquier aparato DDD o VDD

al retirar el imán, por una extrasístole ventricular o por una estimulación auricular no captada. El tratamiento de esta TMM debería ser la reaplicación del imán.

Algunos marcapasos pueden programarse para retrasar un ciclo AV cuando estimulan en el límite superior de seguimiento a fin de «romper» la TMM.