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Cuando es estimulado el nervio cubital,el pulgar (el músculo aductor

del pulgar) actúa sobre un transductor de fuerza-desplazamiento.

Entonces la fuerza de la contracción se convierte en una señal eléc-

trica, que es amplificada, mostrada y grabada. El brazo y la mano

deberían estar fijados rígidamente y debería tomarse precaución

para prevenir una sobrecarga del transductor. Además, el transduc-

tor debería estar colocado de forma apropiada en el pulgar (es decir,

el pulgar siempre debería aplicar la tensión de forma precisa a lo

largo de la longitud del transductor). Es importante recordar que la

respuesta a la estimulación nerviosa depende de la frecuencia con

la que se aplican los estímulos individuales y que el tiempo empleado

para obtener una respuesta estable controlada puede influir en las

determinaciones consiguientes del tiempo de inicio y duración del

bloque

o 29 .

Generalmente, la reacción a la estimulación supramáxima

aumenta durante los primeros 8-12 minutos tras el inicio del estí-

mulo. Por consiguiente, en los estudios clínicos, las mediciones de

control (antes de la inyección del relajante muscular) no deberían

realizarse antes de que se haya estabilizado la respuesta durante

8-12 minutos o de haber administrado un estímulo tetánico a 50Hz en

2 o 5 segundo

s 44 .

Incluso entonces, la respuesta de la contracción a

menudo se recupera entre el 110% y hasta el 150% de la respuesta

control tras la parálisis con succinilcolina. Se cree que este incre-

mento en la respuesta está producido por un cambio en la respuesta

contráctil del músculo, suele desaparecer en 15-25 minutos.

Aunque existen numerosos métodos de registro mecánico

de la repuesta evocada mecánica, no todos reúnen los criterios

subrayados.

Electromiografía

La EMG evocada registra los potenciales de acción compuestos produ-

cidos por la estimulación de un nervio periférico.El potencial de acción

compuesto constituye un episodio de velocidad elevada que durante

muchos años sólo podía capturarse mediante un preamplificador y un

osciloscopio de almacenamiento. Los analizadores actuales de la trans-

misión neuromuscular son capaces de realizar análisis electrónicos en

tiempo real y presentaciones gráficas de la respuesta EMG.

La respuesta EMG evocada se suele obtener de músculos

inervados por los nervios cubital o mediano. Los electrodos de

estimulación se aplican como en las medidas de esfuerzo. Aunque

pueden emplearse para el registro tanto electrodos de superficie

como de aguja, no existen ventajas en la utilización de los últimos.

Lo más habitual es que la EMG evocada se obtenga de la eminencia

tenar o hipotenar de la mano o del músculo primer interóseo

dorsal de la mano, preferiblemente con el electrodo activo sobre el

punto motor del músculo

( fig. 37-12

). La señal recogida por el

analizador es procesada por un amplificador, un rectificador y un

integrador electrónico. Los resultados se presentan como un por-

centaje del control o como una proporción del TOF.

Se han introducido dos nuevos sitios de registro de la respuesta

EMG: la laringe y el diafragm

a 45,46

. Utilizando un dispositivo no

invasivo con un electrodo laríngeo conectado al tubo traqueal y

colocado entre las cuerdas vocales, es posible monitorizar el inicio

del bloqueo neuromuscular en los músculos laríngeos. Sin embargo,

hasta el momento el método es de interés principalmente en investi-

gación clínica cuando se analizan los tiempos de comienzo de los

músculos laríngeos. En la EMG diafragmática paravertebral de

superficie, los electrodos de registro se colocan a la derecha de las

vértebras T12/L1 o L1/L2 para la monitorización de la respuesta del

pilar diafragmático derecho a la estimulación transcutánea del nervio

frénico derecho en el cuell

o 45-47 .

Como sucede con la EMG laríngea

de superficie, la EMG diafragmática de superficie tiene interés prin-

cipalmente en investigación clínica debido a las dificultades asociadas a la estimulación del nervio frénico transcutáneamente en el

cuello.

Las respuestas evocadas eléctricas y mecánicas representan

fenómenos fisiológicos distintos. La EMG evocada registra cambios

en la actividad eléctrica de uno o más músculos, mientras que la

MMG capta los cambios vinculados con el acoplamiento excita-

ción-contracción y también con la contracción muscular. Por estas

razones, los resultados obtenidos a través de estos métodos pueden

diferi

r 48,49

. Aunque las respuestas EMG evocadas por lo general

correlacionan bien con las respuestas evocadas mecánica

s 50

, pueden

existir diferencias marcadas, especialmente en la respuesta a la

succinilcolina y en la proporción del TOF durante la recuperación

de un bloqueo no despolarizant

e 48-50

.

En teoría, el registro de las respuestas EMG evocadas pre-

senta varias ventajas sobre el registro de las respuestas mecánicas.

El equipamiento que mide las respuestas evocadas de la EMG es

más fácil de calibrar, la respuesta refleja sólo aquellos factores que

influyen en la transmisión neuromuscular y puede obtenerse res-

puesta de músculos no accesibles al registro mecánico. Sin embargo,

la EMG evocada entraña algunas dificultades. Aunque es posible

obtener registros de calidad en la mayoría de los pacientes, los

resultados no siempre son fiables. Por cualquier motivo, la coloca-

ción inapropiada de los electrodos puede significar una captación

inadecuada de la señal de la EMG compuesta. Si el analizador de

la transmisión neuromuscular no permite la observación de la

onda real de la EMG compuesta, es difícil determinar el lugar

óptimo para colocar los electrodos. Otra fuente de resultados poco

fiables puede ser porque la fijación de la mano con una precarga

sobre el pulgar sea más intensa de lo que se aprecia habitualment

e 50 ,

tanto como los cambios en la posición de los electrodos en relación

con el músculo que pueden afectar a la respuesta de la EMG.

Además, algunas veces se produce la estimulación muscular directa.

Si los músculos cercanos a los electrodos de estimulación son esti-

mulados de forma directa, los electrodos pueden captar una señal

eléctrica aunque la transmisión neuromuscular esté completamente

bloqueada. Otra dificultad es que con frecuencia la respuesta de la

EMG no regresa al valor control. Se desconoce si esta situación es

consecuencia de problemas técnicos, de una fijación inapropiada

de la mano o de cambios en la temperatura

( fig. 37-13

). Finalmente,

la respuesta evocada de la EMG es muy sensible a las interferencias

eléctricas, tales como las producidas por la diatermia.

Aceleromiografía

La técnica de la AMG está basada en la segunda ley de Newton: la

fuerza es igual a la masa por la aceleració

n 51 .

Si una masa es cons-

tante, la aceleración es directamente proporcional a la fuerza. Según

esto, tras la estimulación del nervio se puede medir no sólo la

fuerza evocada sino también la aceleración del pulgar.

La AMG emplea una oblea de cerámica piezoeléctrica con

electrodos a ambos lados. La exposición del electrodo a una fuerza

genera un voltaje eléctrico proporcional a la aceleración del pulgar

como respuesta a la estimulación nerviosa. Como consecuencia,

cuando el acelerómetro es fijado al pulgar y el nervio cubital es

estimulado, se produce una señal eléctrica en el momento en que

se mueva el pulgar. Esta señal se estudia posteriormente en un

analizador diseñado especialment

e 52

o quizá se muestra en un sis­

tema de registro. Existe al menos un monitor en el mercado

basado en la medida de la aceleración: el TOF-Watch (

fig. 37-14 )

.

La AMG constituye un método simple para analizar la función

neuromuscular, tanto en el quirófano como en la unidad de cuidados

intensivos. Sin embargo, aunque hay una buena correlación entre la

proporción del TOFmedida por este método y la proporción del TOF

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Control de la anestesia

III