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debido a una analgesia inefica

z 91 .

Al ajustar la distribución de los

agentes analgésicos a los dermatomas apropiados, la analgesia

epidural congruente catéter-incisión puede producir menores

necesidades de fármacos y menos efectos secundarios relacionados

con la medicación. Existe una mayor incidencia de bloqueo motor

de extremidades inferiores con el uso de catéteres epidurales lum-

bares, lo que también puede ocasionar un cese más precoz de lo

previsto de la analgesia epidura

l 92

. El uso de epidurales torácicos

altos no inhibe la actividad nerviosa simpática en las extremidades

inferiores, abastecidas por fibras nerviosas simpáticas de T9 a L

1 93 .

El uso de analgesia epidural torácica para cirugía abdominal y

torácica puede dar lugar a una incidencia relativamente baja de

retención urinaria que llegue a reducir las necesidades de catete-

rismo rutinario de la vejig

a 94 .

La colocación de catéteres epidurales

torácicos parece ser relativamente segura, y no existen evidencias

de una mayor incidencia de complicaciones neurológicas con la

colocación de un catéter epidural torácico (frente al lumbar

) 95 .

Los

beneficios de la analgesia epidural con respecto a la disminución

de la morbilidad en pacientes sometidos a cirugía abdominal y

torácica sólo se observan con la colocación de catéteres epidurales

torácicos (congruentes) y no lumbares (incongruentes

) 96,97

.

Efectos secundarios de los fármacos

analgésicos neuroaxiales

Pueden aparecer muchos efectos secundarios relacionados con la

medicación (opioides y anestésicos locales) debido al uso de anal-

gesia epidural postoperatoria, pero antes de atribuir automática-

mente la causa al régimen de analgesia epidural, primero hay que

considerar otras causas, como un volumen intravascular bajo,

hemorragia, un gasto cardíaco bajo que produzca hipotensión y un

accidente cerebrovascular, edema pulmonar y sepsis en progresión

que dé lugar a una depresión respiratoria. Órdenes establecidas y

protocolos de enfermería para regímenes analgésicos, monitoriza-

ción neurológica, tratamiento de los efectos secundarios y notifi-

cación al médico acerca de parámetros críticos deberían constituir

el estándar para todos los pacientes que reciban analgesia postope-

ratoria neuroaxial y de otros tipos (v.

cuadro 77-1 )

.

H

ipotensión

.

 Los anestésicos locales utilizados en un

régimen analgésico epidural pueden bloquear fibras simpáticas y

contribuir a la hipotensión postoperatoria. Aunque la incidencia de

hipotensión postoperatoria con analgesia epidural postoperatoria

puede llegar a ser del 7%, la media puede estar más cerca del

0,7-3

% 74,98

. Entre las estrategias para tratar la hipotensión no crítica

debida a la analgesia epidural se encuentran: disminuir la dosis

total del anestésico local administrado (reduciendo el ritmo o la

concentración), infundir un opioide epidural porque es poco pro-

bable que la administración de opioides neuroaxiales contribuya a

la hipotensión postoperatoria y tratar la causa subyacente del des-

censo en la presión arteria

l 74 .

B

loqueo motor

.

 El uso de anestésicos locales para la anal-

gesia epidural postoperatoria también puede contribuir al bloqueo

motor de las extremidades inferiores en aproximadamente el 2-3%

de los paciente

s 74,98

, y esto puede conducir al desarrollo de úlceras

por presión en los talone

s 99 .

Una concentración menor de anestési-

cos locales y la colocación congruente del catéter-incisión de los

catéteres epidurales para las intervenciones abdominales y torácicas

puede disminuir la incidencia de bloqueo moto

r 100

. Aunque éste se

resuelve en la mayoría de los casos después de parar la infusión

epidural en aproximadamente 2 horas, un bloqueo motor persis-

tente o en aumento debería evaluarse pronto, y han de considerarse

el hematoma espinal, el absceso espinal y la migración intratecal del

catéter como parte del diagnóstico diferencia

l 74

.

N

áuseas

y

vómitos

.

 Las náuseas y los vómitos asociados

a la administración neuroaxial de una dosis única de opioides

sucede en aproximadamente el 20-50% de los paciente

s 101 ,

y la

incidencia acumulada entre los que reciben infusiones continuas

de opioides puede llegar a ser del 45-80

% 102 .

Los datos clínicos y

experimentales sugieren que la incidencia de náuseas y vómitos

relacionados con opioides neuroaxiales es dependiente de la

dosi

s 103 .

Las náuseas y los vómitos por los opioides neuroaxiales

pueden relacionarse con la migración cefálica de los opioides

dentro del LCR al área postrema en el bulb

o 101 .

El uso de fentanilo,

solo o en combinación con un anestésico local en una infusión

epidural, se asocia a una menor incidencia de náuseas y vómitos si

se compara con infusiones de morfin

a 102,104

. Se ha utilizado de

forma satisfactoria una diversidad de agentes para tratar las

náuseas y los vómitos inducidos por opioides neuroaxiales, entre

ellos la naloxona, el droperidol, la metoclopramida, la dexameta-

sona y la escopolamina transdérmica

105,106 .

P

rurito

.

 El prurito es uno de los efectos secundarios más

comunes de la administración epidural o intratecal de opioides,

con una incidencia de aproximadamente el 60%, frente a aproxi-

madamente el 15-18% para la administración epidural de anestési-

cos locales o de opioides sistémico

s 107 .

Aunque la causa del prurito

inducido por opioides neuroaxiales es incierta, no parece que esté

asociada a la liberación periférica de histamina, sino que puede

estar relacionada con la activación central de un «centro de picor»

en el bulbo o la activación de receptores opioides en el núcleo

trigeminal o en las raíces nerviosas con la migración cefálica del

opioid

e 101 .

No queda claro si la incidencia de prurito relacionado

con los opioides neuroaxiales depende de la dosis, dado que una

revisión cuantitativa sistemátic

a 107

no sugirió evidencia de relación,

mientras que otros estudios clínicos y experimentales indicaron

una correlación significativ

a 108 .

El uso de una infusión epidural de

fentanilo, solo o como parte de una combinación anestésico local-

opioide, parece que se asocia generalmente a una menor incidencia

de prurito en comparación con la morfin

a 104 .

Se ha evaluado una

diversidad de agentes para la prevención y el tratamiento del

prurito inducido por opioides. La naloxona, la naltrexona, la nal-

bufina y el droperidol intravenosos parecen eficaces para el control

farmacológico del prurito inducido por opioides

107 .

Aunque el

prurito es un efecto secundario común, es relativamente fácil de

2534

Cuidados postoperatorios

VI

Tabla 77-5

 Localización recomendada de la inserción del catéter

para intervenciones quirúrgicas

Localización

de la incisión

Ejemplos de intervenciones

quirúrgicas

Colocación

congruente del

catéter epidural

Torácica

Reducción pulmonar,

mastectomía radical,

toracotomía, timectomía

T4-8

Abdominal alta Colecistectomía, esofagectomía,

gastrectomía, resección

hepática, intervención de

Whipple

T6-8

Abdominal media Cistoprostatectomía,

nefrectomía

T7-10

Abdominal baja Reparación de aneurismas

aórticos abdominales,

colectomía, prostatectomía

radical, histerectomía total

abdominal

T8-11

Extremidad

inferior

Derivación femoropoplítea,

artroplastia total de cadera

o rodilla

L1-4

L, nivel lumbar; T, nivel torácico.