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La respuesta simpática central que desencadena la ketamina

supera a menudo el efecto depresor directo. Algunos de los efectos

que se producen en el sistema nervioso periférico tienen un papel,

aún no determinado, en la alteración hemodinámica global que

ejerce dicho fármaco. La ketamina inhibe la captación intraneuro-

nal de catecolaminas como lo hace la cocaín

a 160,161

, y también la

captación extraneuronal de noradrenalin

a 372 .

La estimulación del sistema cardiovascular no es siempre desea-

ble, y se han usado distintos métodos farmacológicos para bloquear la

taquicardia y la hipertensión sistémica inducidas por la ketacolamina.

Entre los métodos eficaces se encuentran el uso de antagonistas adre-

nérgicos (tanto

a

como

b

), diferentes vasodilatadore

s 373

y la cloni-

din

a 374

. Sin embargo, el enfoque más útil es la administración de

benzodiazepinas. Dosis bajas de diazepam, flunitrazepam y midazo-

lam atenúan los efectos hemodinámicos de la ketamina. También es

posible reducir la taquicardia y la hipertensión producidas por la

ketamina mediante el uso de una técnica de infusión continua con o

sin benzodiazepina

s 375

. Los anestésicos inhalatorio

s 376

y el propofol

amortiguan el efecto hemodinámico de la ketamina. Ésta puede pro-

ducir depresión hemodinámica en el contexto de una anestesia

profunda cuando su administración no provoca respuesta simpática.

Usos

Debido a sus numerosas características exclusivas, sobre todo la

tendencia a producir reacciones de emergencia no deseadas, la keta-

mina es un fármaco que no se emplea de forma rutinaria. No

obstante, ocupa un lugar de relevancia en anestesia cuando existe

indicación de inducir actividad simpaticomimética y broncodilata-

dora. Se ha utilizado como premedicación, para la sedación, la

inducción y el mantenimiento de la anestesia general (v.

tabla 16-9

).

Existe un interés creciente en la utilización rutinaria de ketamina

en dosis pequeñas (20 a 60mg) como analgesia profiláctica y para

evitar la tolerancia postoperatoria a los opiáceos y la hiperalgesia.

Inducción y mantenimiento de la anestesia

La mayoría de los candidatos para recibir anestesia con ketamina

son los pacientes de riesgo anestésico elevado (clase ASA IV) con

enfermedades respiratorias y cardiovasculares (excluida la cardio-

patía isquémica). La inducción con ketamina es apropiada, sobre

todo en los pacientes con enfermedades que causan broncoespasmo

o aquellos con compromiso hemodinámico secundario a hipovole-

mia o a miocardiopatía (excluida la cardiopatía isquémica). La

broncodilatación y la profundidad de la analgesia permiten utilizar

altas concentraciones de oxígeno que convierten a la ketamina en

una elección perfecta para la inducción de los pacientes con las vías

respiratorias reactivas. Las personas previamente sanas que hayan

sufrido traumatismos con una pérdida masiva de sangre también

son candidatas para una inducción rápida con ketamin

a 377

. Asi-

mismo, se pueden beneficiar de este fármaco los enfermos con

shock séptic

o 378 .

Sin embargo, el efecto de depresión miocárdica

puede hacerse más evidente si el traumatismo o la sepsis han pro-

ducido una depleción de las reservas de catecolaminas antes de que

el paciente llegue al quirófano. El uso de ketamina en estos enfer-

mos no evita que sea necesario realizar una preparación preopera-

toria adecuada, con la reposición del volumen sanguíneo.

Otras cardiopatías que se pueden controlar mediante anestesia

con ketamina son el taponamiento cardíaco y la pericarditis restric-

tiv

a 379 .

La ketamina mantiene la frecuencia cardíaca y la presión de

la aurícula derecha mediante la estimulación simpática, lo que la

convierte en un anestésico excelente para la inducción y el manteni-

miento en este contexto. Este fármaco también se utiliza en pacientes

con cardiopatía congénita, en especial con tendencia a tener corto-

circuito derecha-izquierda.Además, se ha descrito el uso de ketamina

en enfermos susceptibles de desarrollar hipertermia malign

a 380 .

La ketamina combinada con diazepam o midazolam se puede

administrar como una infusión continua y conseguir una anestesia

cardíaca apropiada en pacientes con cardiopatía valvular e isqué-

mica. La combinación de ketamina con una benzodiazepin

a 375

o con

una benzodiazepina más sufentanil

o 381

atenúa o elimina la taquicar-

dia y la hipertensión, así como las alteraciones psicológicas postope-

ratorias. Con esta técnica se obtiene una alteración hemodinámica

mínima, una profunda analgesia, una amnesia fiable y una convale-

cencia sin complicaciones. Se utiliza cada vez más la combinación

de propofol junto a bajas dosis de ketamina como anestesia i.v. total

en pacientes sometidos a cirugía no cardíaca. Las ventajas de esta

combinación son el mantenimiento de unas condiciones hemodiná-

micas estables y una mínima depresión respiratoria cuando se les

permite mantener la respiración espontánea.

Tratamiento del dolor

La ketamina administrada en pequeñas dosis reduce el consumo

postoperatorio de analgésicos (v. cap. 77). Se han realizado varios

metaanálisis sobre el uso de dosis bajas de ketamina (20 a 60mg)

perioperatoriamente. Estos metaanálisis han mostrado que hay una

disminución global del uso de opiodes o una mejor analgesia, junto

a una menor incidencia de efectos secundarios inducidos por los

opiáceos, especialmente NVPO. Los efectos secundarios, de manera

especial los psicomiméticos, eran mínimos, sobre todo si se adminis-

traban bezodiazepinas de forma concomitant

e 382 .

La ketamina admi-

nistrada en una combinación 1:1 con morfina, junto al uso de un

intervalo de bloqueo de 8 minutos, conseguían una analgesia posto-

peratoria adecuad

a 383

. De forma alternativa, se ha utilizado con éxito

en artroplastia total de la rodilla un bolo inicial de 0,5mg/kg de

ketamina, seguido de una infusión continua de 3

m

g/kg/min durante

la cirugía y 1,5

m

g/kg/min durante 48 horas en el postoperatori

o 384

.

El efecto de la ketamina sobre la tolerancia a los opioides y la

hiperalgesia, junto a su actividad analgésica directa, ha provocado un

incremento de su uso en casos de dolor crónico. La ketamina puede

ser efectiva en el tratamiento del dolor oncológico, dolor neuropático

crónico central y periférico, dolor por miembro fantasma y dolor

isquémico de extremidades, fibromialgia, síndrome de dolor regional

complejo, dolor visceral y migraña. Dichas indicaciones se basan en

granmedida en algunos ensayos a corto plazo con limitada aplicación

clínica o algunos ensayos no aleatorizados limitados y en estudios de

caso

s 385

. También se han comunicado, aunque de forma limitada,

datos que afirman la validez del tratamiento multimodal del dolor

utilizando ketamina para prevenir el dolor postoperatori

o 386,387

.

Hay datos que indican que se está utilizando cada vez más

la administración epidural/caudal de la ketamina (0,5-1mg/kg).

Aunque la eficacia de dichas dosis parece hallarse establecida, la

seguridad de esta técnica todavía no ha recibido aprobación. El

512

Farmacología y anestesia

II

Tabla 16-9

 Usos y dosis de la ketamina

Inducción de anestesia genera

l *

0,5-2mg/kg i.v.

4-6mg/kg i.m.

Mantenimiento de anestesia

general

0,5-1mg/kg i.v. con N

2

O 50% en O

2

15-45

m

g/kg/min i.v. con N

2

O 50-70% en O

2

30-90

m

g/kg/min i.v. sin N

2

O

Sedación y analgesia

0,2-0,8mg/kg i.v. en 2-3min

2-4mg/kg i.m.

Analgesia preventiva/

profiláctica

0,15-0,25mg/kg i.v.

*Se utilizan dosis menores si se administra junto a fármacos adyuvantes, como el

midazolam o el tiopental.

N

2

O, óxido nitroso.