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Efectos secundarios y contraindicaciones

Las benzodiazepinas tienen pocos efectos alérgicos y no suprimen la

glándula suprarrena

l 290

. El problema más grave con el uso del mida-

zolam es la depresión respiratoria. Los principales efectos secundarios

del lorazepam y del diazepam, además de la depresión respiratoria,

son la irritación venosa y la tromboflebitis; problemas ambos relacio-

nados con la falta de solubilidad en agua y los disolventes que se

precisa

n 230

. Cuando se usan como sedantes o para la inducción y el

mantenimiento de la anestesia, las benzodiazepinas pueden producir

un período de una intensidad o duración no deseables de amnesia,

sedación y, con menor frecuencia, depresión respiratoria postoperato-

ria. Estos efectos residuales se pueden revertir con flumazenilo.

Flumazenilo

El flumazenilo es el primer antagonista de las benzodiazepinas que fue

aprobado para uso clínic

o 291

. Los estudios farmacológicos preclínicos

con flumazenilo revelaron que se trataba de un ligando del receptor

de las benzodiazepinas con gran afinidad, gran especificidad y, por

definición, un mínimo efecto intrínseco. El flumazenilo, al igual que

los agonistas a los que sustituye en el receptor de las benzodiazepinas,

interacciona con el receptor de un modo dependiente de la concen-

tración. Como es un antagonista competitivo del receptor de las ben-

zodiazepinas, su antagonismo es reversible y superable. El flumazenilo

tiene una actividad intrínseca mínim

a 292

, lo que significa que el efecto

agonista que ejerce sobre el receptor de las benzodiazepinas es débil,

y tiene menos importancia que el de los agonistas clínicos. El fluma-

zenilo, como otros antagonistas competitivos de los receptores, no

desplaza al agonista, sino que ocupa el receptor cuando el agonista se

disocia de éste. La semivida de unión receptor-ligando va de unos

milisegundos a unos segundos, y justo después se establece una nueva

unión receptor-ligando. Esta situación dinámica es la responsable de

que sea posible que un agonista o un antagonista ocupe el receptor.

La relación del agonista con el total de receptores produce el

efecto del fármaco agonista, pero un antagonista puede alterar esta

relación, dependiendo de la concentración y de la constante de

disociación. Por tanto, el flumazenilo, que es un ligando ávido

(de gran afinidad), reemplazará a un agonista relativamente débil,

como el diazepam, siempre que se administre en una dosis lo sufi-

cientemente alta. Sin embargo, el aclaramiento del flumazenilo es

bastante rápido; por tanto, la proporción de receptores ocupados

por el agonista aumentará, y existe la posibilidad de que vuelva a

producirse la sedación

( fig. 16-13 )

. Es menos probable que se pro-

duzca esta situación si se utiliza el flumazenilo para revertir al mida-

zolam, que tiene un aclaramiento más rápido que otros agonistas de

las benzodiazepinas. Otro hallazgo relevante es que en presencia

de dosis extremadamente altas de un agonista (p. ej., cuando se ha

producido un error en la dosis administrada o un intento de suici-

dio), el flumazenilo a dosis bajas atenuará la depresión profunda del

SNC (pérdida de consciencia o depresión respiratoria), al reducir la

fracción del receptor que está ocupado por el agonista sin disminuir

el efecto del agonista que se produce cuando existe una fracción baja

de ocupación del receptor (p. ej., mareo o amnesia).

Por el contrario, si hay dosis altas de flumazenilo en presen-

cia de dosis bajas de agonista, en teoría se podrá revertir todo el

efecto agonista. El flumazenilo puede precipitar los síntomas de

privación en animales y en seres humanos que tienen dependencia

física a agonistas del receptor de las benzodiazepinas

293,294 .

Estos

síntomas no constituyen un problema cuando el flumazenilo se usa

para revertir los efectos de los agonistas del receptor de las benzo-

diazepinas en la anestesia.

Características fisicoquímicas

El flumazenilo, sintetizado en 1979, es similar al midazolam y a

otras benzodiazepinas clásicas, salvo por la ausencia del grupo fenilo, que ha sido reemplazado por un grupo carbonilo (v.

fig. 16-8 ) 295 .

Esto forma un polvo incoloro cristalino, que tiene

una constante de disociación de 1,7 y una solubilidad en agua débil

pero suficiente para permitir que se prepare como solución acuosa.

Su coeficiente de partición tamponado octanol/acuoso es de 14,

y es moderadamente liposoluble a pH 7,

4 295 .

Metabolismo

El flumazenilo, al igual que otras benzodiazepinas, se metaboliza

en el hígado, y tiene un rápido aclaramiento plasmático. Se conocen

tres metabolitos: el

N

-desmetilflumazenilo, el ácido

N

-desmetilflu-

mazenilo y el ácido flumazenil

o 296 .

A día de hoy no se conoce la

actividad de estos metabolitos ni de sus correspondientes glucuró-

nidos. Estos últimos, probablemente, se excreten en la orina.

Farmacocinética

El flumazenilo es un compuesto de vida corta. En la

tabla 16-1

se

muestra un resumen de su farmacocinética, estudiada en diferentes

contextos clínico

s 251,296

. Tiene especial interés cuando se compara con

los agonistas del receptor de las benzodiazepinas. El flumazenilo posee

un mayor aclaramiento y una semivida de eliminación más corta. La

semivida plasmática del flumazenilo es de aproximadamente 1 hora

(ésta es la vida más corta de todas las benzodiazepinas que se utilizan

en anestesia). La brevedad de esta semivida significa que puede que el

antagonista desaparezca, dejando una cantidad suficiente del agonista

con el fin de producir de nuevo la sedació

n 293

. Para mantener una

Anestésicos intravenosos

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16

Sección II

Farmacología y anestesia

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Figura 16-13

 Representación esquemática de la interacción de un

antagonista de acción corta con un agonista de acción larga; esta interacción

hace que vuelva a producirse sedación. La

curva superior

muestra la

desaparición del agonista de la sangre, y la

curva inferior

muestra

la desaparición del antagonista del plasma. En la figura están representadas

cuatro situaciones: I, respuesta al agonista; II, respuesta al antagonista (el

antagonista revierte el efecto del agonista); III, respuesta al agonista (vuelta a

la sedación o recuperación del efecto del agonista cuando desaparece el

antagonista de acción corta), y IV, no hay efecto de los fármacos, con la

desaparición del agonista y del antagonista (ambos fármacos están por

debajo de los niveles terapéuticos).