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Acidosis metabólica durante la fase

anhepática

Un paciente con una cirrosis hepática terminal por una hepatitis

vírica se somete a un trasplante hepático ortotópico. La gasometría

arterial obtenida en la fase anhepática tardía (v.

cap. 57)

tras la

administración precoz de bicarbonato muestra: pH

a

7,10, Paco

2

28 mmHg, EB 18mEq/l, bicarbonato 8,6mEq/l, Pao

2

260 mmHg y

Na

+

153mEq/l, lo que indica una acidosis metabólica grave con una

moderada alcalosis respiratoria. A continuación se aplica un trata-

miento con una infusión de 500ml (150 mEq, 18 g) de trometanol

0,3M en 20 minutos. Entonces se obtiene la siguiente gasometría

arterial: pH

a

7,09, Paco

2

30 mmHg, EB 18mEq/l, bicarbonato

9,0mEq/l, Pao

2

251 mmHg y Na

+

154mEq/l. Se administra enton-

ces una segunda dosis de trometanol. Tras realizar el trasplante, la

nueva gasometría muestra: pH

a

7,30, Paco

2

33 mmHg, EB 9mEq/l,

bicarbonato 16mEq/l, Pao

2

283 mmHg, y Na

+

149mEq/l, reflejo de

una marcada acidosis metabólica con una leve alcalosis respiratoria

típica de una situación de compensación fisiológica parcial del

trastorno metabólico.

La acidosis metabólica observada en la fase anhepática

muestra la importancia que tiene el hígado a la hora de metaboli-

zar el lactato a bicarbonato. Las altas cifras de sodio observadas

aconsejan no repetir la administración de bicarbonato sódico y

por ello se escoge el trometanol para controlar la acidosis. Poste-

riormente, en la fase de reperfusión (fase 3), el nuevo hígado

comienza a funcionar contribuyendo enormemente a la mejoría

de esa acidosis.

Alcalosis metabólica por diuréticos

Un lactante de 3 meses de edad y 4 kg de peso va a someterse a

una cirugía de reparación de una comunicación auriculoven-

tricular (v.

cap. 73)

. La insuficiencia cardíaca congénita estaba

controlada mediante digoxina y furosemida. Antes de la induc-

ción anestésica, la gasometría arterial es la siguiente: pH

a

7,53,

Paco

2

44 mmHg, EB 14 mEq/l, bicarbonato 35,9 mEq/l y Pao

2

110 mmHg; una alcalosis metabólica grave con una mínima

acidosis respiratoria característica de una compensación parcial

de la situación. Después de la inducción, se repite la determina-

ción con el siguiente resultado: pH

a

7,61, Paco

2

35 mmHg, EB

14 mEq/l, bicarbonato 34 mEq/l y Pao

2

60 mmHg; y al terminar

la intervención y concluir la circulación extracorpórea se

observa: pH

a

7,40, Paco

2

33 mmHg, EB 4 mEq/l y bicarbonato

20 mEq/l.

Los primeros resultados, con una alcalosis hipoclorémica, se

explican por la administración crónica de furosemida. Tras la

inducción anestésica, la hiperventilación hace descender la Paco

2

pero no tiene ningún efecto sobre el exceso de bases. Los cambios

ocurridos durante la intervención se explican por la hemodilución,

que tiende a devolver el pH a valores neutros (6,8 a la temperatura

corporal), y la deficiente perfusión que ocurre durante la deriva-

ción, que produce una acidosis metabólica. Ambos factores contri­

buyen a contrarrestar la alcalosis inicial.

Insuficiencia respiratoria crónica en el neonato

Un lactante de 2,5 meses de edad y 3,5 kg de peso con displasia

broncopulmonar, precisa intubación orotraqueal y oxigenoterapia

(Fio

2

0,3). Va a someterse a la crioablación de una retinopatía

proliferativa (v.

caps. 72 y 73),

y la gasometría al llegar a la sala de

quirófano es la siguiente: pH

a

7,27, Paco

2

65 mmHg, EB 3mEq/l,

bicarbonato 29mEq/l y Pao

2

93 mmHg. Se procede a la inducción

anestésica y se controla la ventilación con un volumen corriente de

60ml, una presión inspiratoria máxima de 25 cmH

2

O, una presión

positiva al final de la espiración de 4 cmH

2

O, una frecuencia res-

piratoria de 40 rpm, sin pausa inspiratoria y con una Fio

2

de 0,3.

La nueva gasometría muestra: pH

a

7,36, Paco

2

50 mmHg, EB

3mEq/l, bicarbonato 28mEq/l y Pao

2

48 mmHg.

En el primer caso se observa una alcalosis metabólica mode-

rada, reflejo de la compensación de una insuficiencia respiratoria

crónica; la elevada Paco

2

demuestra una hipoventilación durante

el transporte. Una selección adecuada de los parámetros ventilato-

rios devuelven la Paco

2

a unos valores más habituales en un

neonato con displasia broncopulmonar, y el pH

a

a un valor a mitad

de camino entre la ausencia de compensación y la compensación

total (v.

caps. 72 y 73)

.

Preparación para la hiperventilación

crónica

Un médico formaba parte de un equipo de cirugía plástica que iba

a desarrollar su labor a grandes altitudes, por lo que dos días antes

del viaje le aconsejaron tomar acetazolamida, un inhibidor de la

anhidrasa carbónica, que ralentiza la reacción reversible normal

entre el ácido carbónico y sus productos de disociación, dióxido de

carbono y agua. Este fármaco alcaliniza la orina y produce una

moderada acidosis metabólica, lo cual es una respuesta habitual a

una situación de hipoxia por la altitud con hiperventilación. La

gasometría típica tras la aclimatación a la altitud sería la siguiente:

pH

a

7,42, Paco

2

31 mmHg, EB 4mEq/l, bicarbonato 19mEq/l y

Pao

2

80 mmHg.

Existe controversia sobre el beneficio de tomar acetazola-

mida, especialmente entre los escaladores; además el fármaco no

está exento de efectos secundarios, como el sabor metálico que

aparece al ingerir bebidas gaseosas a nivel del mar, posiblemente

como consecuencia de la imposibilidad de trasformar en ácido

carbónico el alto contenido en dióxido de carbono que tienen

estas bebidas.

Hiperventilación aguda con hipotensión

Un anciana de 48 kg de peso y 152 cm de talla, sin antecedentes

médicos de interés y sin medicación habitual, presenta una

presión arterial de 115/75 mmHg y una frecuencia cardíaca de

70 lpm (v.

cap. 61)

. Se va a someter a una laparotomía e histe­

rectomía programada, y tras la inducción anestésica e intuba-

ción orotraqueal, se inicia una ventilación controlada con un

volumen corriente de 900ml y una frecuencia respiratoria de

12 rpm. Justo antes de la primera incisión, la presión arterial cae

a 58/35 mmHg y la Pco

2

teleespiratoria es de 22 mmHg (no se

determinan los gases arteriales, pero habitualmente en una

situación como ésta de hiperventilación aguda serían de aproxi­

madamente: pH

a

7,53, Paco

2

26 mmHg, bicarbonato 21mEq/l

y EB 0mEq/l).

El respirador se corrige rápidamente a un volumen corriente

de 500ml y un ritmo de 4 rpm. Dos minutos después, la presión

arterial es de 85/55 mmHg y otros dos minutos más tarde, aún de

95/65 mmHg. La Pco

2

teleespiratoria aumenta más lentamente y

tras aproximadamente ocho minutos, cuando el ritmo respiratorio

se ha aumentado a 8 rpm, se sitúa en 36 mmHg (generalmente

entonces su gasometría arterial habrá recuperado la normalidad

con pH

a

7,44, Paco

2

38 mmHg, bicarbonato 23,3mEq/l y EB

0mEq/l). La hiperventilación tras la inducción es frecuente y a

1488

Control de la anestesia

III